No es habitual que a Telecinco le fallen los realities, tal como ha sucedido con “El Topo”, que la pasada semana arrancó por debajo del 10% como el programa de telerrealidad menos seguido en su estreno en la historia de la cadena. Ayer, en su segunda entrega, no superó el 9%.
En estos casos, el análisis constructivo ha de ser una opción preferente sobre la crítica, con el fin de diagnosticar los posibles aspectos que contribuyen a la fría acogida a un formato, que sí ha funcionado en otros países en los que fue emitido antes.
El reality show de Four Luck Banana está bien producido pero en él parecen haber confluido varios factores que juegan en su contra. A continuación, desde Vertele.com lanzamos algunas de estas posibles claves que no han contribuido al éxito de “El Topo”, al menos en su estreno:
1. Un presentador debutante en el género. Es bueno que los nuevos presentadores tengan su oportunidad en la parrilla, pero quizás sea mejor foguearlos antes en otros programas. El tiempo de adaptación que Telecinco le ha dado a Daniel Domenjó no es quizás el idóneo para comenzar a ser un rostro conocido por la audiencia. Sólo los más trasnochadores le habrían seguido en el debate de “Supervivientes”.
2. Segundas partes no siempre son buenas. Diversos fracasos televisivos ratifican lo acertado de este dicho popular. “El Topo” ya había sido emitido en Cuatro sin que sus números destacaran. Aunque se emitió en los comienzos de la cadena, lo cierto es que pasó desapercibido y no fue renovado.
3. Reality no tiene por qué ser sinónimo de plató.“El Topo” ha caído en un error que cometen muchos realities en su estreno. El éxito de “Pekín express”, “Granjero busca esposa” o “Perdidos en la tribu” lo corroboran. En ocasiones, una buena edición y un montaje atractivo persuaden más que las opiniones de un puñado de contertulios, sobre todo cuando la acción acaba de comenzar y no hay mucho sobre lo que debatir.
En el debut de “El Topo”, antes incluso de que los espectadores pudieran comprender la mecánica del reality, los comentaristas ya hablaban en plató sobre posibles alianzas y se aventuraban a lanzar sus sospechas sin que el público tuviera aún claro quién es quién en este juego.
4. Demasiados contertulios. ¿Qué hacía Latre como comentarista de un reality? Daba la sensación de que la elección de los colaboradores se hubiera realizado al azar. Quizás el elenco de elegidos pudiera funcionar en un debate semanal, pero no en la emisión en directo. Sus intervenciones, más que favorecer, interrumpían el ritmo del programa.
5. Día equivocado de emisión. El jueves funcionó para “Supervivientes” pero podría no ser el mejor día para emitir un programa dirigido a un público joven en verano. Si en la época invernal el frío invita a quedarse sentado en el sofá frente al televisor, el ambiente estival suelen arrastar a los destinatarios de este género a salir en víspera del fin de semana.
6. Más competición que convivencia. Los realities han de ser formatos en los que prime la convivencia y en “El Topo” no sucede así. Las pruebas y la competición sobresalen por encima de ésta. ¿Para que crear entonces un rancho en el que el público apenas puede seguir las evoluciones del día a día?
7. La estrategia disuade a la audiencia. La experiencia nos demuestra que los espectadores españoles buscan la simpleza en las mecánicas de los reality shows y suelen dar la espalda a los concursos basados en la “estrategia”. Un reciente ejemplo lo encontramos en “Unanimous” (Antena 3), que no tuvo mejor suerte que “El Topo”, en el que los concursantes debían de engañar a sus compañeros para llevarse el premio.
8. La sombra de “Supervivientes” es alargada. “El Topo”, definido como un híbrido de “Supervivientes” y “Gran Hermano”, ha arrancado poco después de que Maite Zúñiga venciera en el veterano concurso de aventuras con el que comparte ciertas similitudes. Un tiempo de reposo y merecido descanso hubiera sido recomendable. La tercera edición de un formato de éxito como “Fama” lo pone de manifiesto.
9. Competencia frontal con otro reality. En lo que respecta a la programación, la buena suerte tampoco acompañó a “El Topo” en su debut. Antena 3 celebró las 2.000 emisiones de “El Diario” con un especial con alicientes propios de reality. Además, la efeméride de los 1.000 primeros programas ya había demostrado tiempo atrás su eficacia para los amantes del “reality” en prime time.
10. Concursantes anónimos. Sumados todos los puntos anteriores, el hecho de que “El Topo” cuente con participantes anónimos en lugar de famosos con tirón no hace sino restar un aliciente para ver el concurso.
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