Manhunt comenzó a emitirse en la cadena UPN el pasado 3 de agosto. 13 concursantes fueron llevados a una isla de Hawai. A partir de ahí cada día deben acudir en grupo hacia una zona de seguridad. Pero tienen que andar con mucho cuidado. Un grupo de cazadores les acechan y les darán caza disparándoles bolas de pintura. El concursante que logre quedar el último sin ser atrapado, gana un premio de unos 45 millones de pesetas. Ahora su productor original, Bob Jaffe, ha declarado que los estudios Paramount, responsables de la edición y del montaje del reality show, le pidieron que amañara algunas escenas y que cambiara algunas reglas. Pero ante la negativa de Jaffe, la compañía lo despidió y contrató a un nuevo productor que accediera a los deseos del estudio. Algunos de los concursantes han afirmado también que la organización les aseguró que no recibirían ningún premio si no seguían las nuevas normas y volvían a rodar algunas escenas. La última denuncia la ha realizado el periodista norteamericano Peter Lance, famoso por haber estudiado el presunto caso de manipulación de Survivor. En su página web ha colocado varios fragmentos de vídeo del Manhunt original, así como los guiones originales, que distan bastante del resultado que se puede ver en televisión. Los responsables del concurso han emitido un comunicado de prensa en el que se desmarcan de tales acusaciones y en el que señalan que las declaraciones de Jaffre son el producto de un trabajador resentido. Fuentes cercanas a UPN han declarado a la revista E! On line que los ejecutivos de la cadena no estaban muy contentos con el montaje final de las escenas. Retirar el programa Ahora muchos medios de comunicación norteamericanos se han volcado sobre este tema y la cadena UPN está considerando si emite o no los restantes cuatro capítulos de Manhunt. Por su parte Bob Jaffe ha señalado que piensa llevar a los estudios Paramount ante la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). No es la primera vez que un programa cae bajo la sospecha de haber sido amañado. Mark Burnnet, productor de Survivor, confesó que algunas escenas del concurso habían sido realizadas por un doble por necesidades “estéticas” del programa. Aunque el caso que más se recuerda es el del concurso de preguntas y respuestas Twenty One, que se demostró estar amañado e inspiró al película de Robert Redford Quiz Show.