Reality-reality es un concurso argentino que emite Azul TV, y que sigue la misma dinámica que Gran hermano con la diferencia de que sus participantes son actores y actrices profesionales. Dieciséis aspirantes encerrados en una mansión, observados durante 24 horas por 51 cámaras repartidas estratégicamente, dispuestos a llevarse un premio de 50.000 pesos. Las pruebas que tienen que realizar estos actores-concursantes consisten en la interpretación continua de un personaje que les asigna la productora durante un tiempo determinado. Hasta aquí todo “normal”. Pues bien, la polémica ha estallado tras la denuncia de varios integrantes del juego acerca de las presiones que han sufrido, por parte de la productora del programa, para que se peleen. Parece ser que los creadores de este reality show, de escaso éxito en el país charrúa, habrían intentado levantar la audiencia del mismo incitando a los concursantes a generar conflictos y disputas entre ellos. A raíz de estos hechos, Reality-reality podría estar al borde de la desaparición. Tras la denuncia de las presiones psicológicas sufridas, los integrantes del elenco han considerado abandonar definitivamente la producción. Los actores que permanecen encerrados en la mansión no están dispuestos a combatir entre ellos; confiesan sentirse “desconcertados” sobre los verdaderos objetivos del programa y, por lo tanto, dudan sobre si seguir o no en él.