'Humor Amarillo' fue uno de los programas más recordados de la televisión española en los años noventa. El formato japonés, presentado por Takeshi Kitano, se emitió con éxito entre 1990 y 1995 en Telecinco, con un recordado doblaje libre a cargo de Juan Herrera y Miguel Ángel Coll. El primero de estos dos ha recordado, casi 26 años después de empezar a emitirse en nuestro país, algunas de las curiosidades en torno a este fenómeno, en una entrevista en 'A vivir Madrid'.
El motivo para este recuerdo no era otro que 'Humor Amarillo The Race', primer evento en España que adapta la mecánica del programa en un escenario de Algete. “Estoy absolutamente asombrado del valor de esta gente”, exclamaba Herrera, que procedía a contar secretos de la realización del espacio.
“Locuté subido en una banqueta con medio metro de agua en una habitación”
“Os puedo jurar que todo esto que cuento es cierto”, promete, antes de empezar a narrar las condiciones en las que realizaban el programa: “Cuando empezamos, estaban en proceso de construcción los estudios de Telecinco. Yo he locutado bastantes capítulos subido en una banqueta de bar y con medio metro de agua en una habitación, como si fuera Venecia”, le contaba a Puri Beltrán.
Corroboró luego que no contaban con transcripción alguna del original: Un día llamaron a mi puerta para dejarme cajas de los VHS en bruto, con una nota de Valerio Lazarov: “Juan, haz lo que puedas con esto”“, rememora. ”Yo hacía una preedición en mi casa, y en una furgoneta amarilla en el párking de Telecinco editaba con dos magnetoscopios“. Para los guiones, tiraban de su experiencia de más de 15 años haciendo improvisación en radio.
El reality sobre 'Humor amarillo' que hubiera ideado Vasile
“Nunca sabía en Telecinco si lo que veía era la grabación de un programa o eran las obras”, ríe el entrevistado, y pone como ejemplo a las componentes de Cacao Maravillao, descansando junto a los obreros. “El Bigotes era su proveedor”, añade aludiendo a Álvaro Pérez, implicado en la trama Gürtel de corrupción. Cree Herrera que, de haber sido Vasile el consejero delegado del medio, 'Humor amarillo' hubiera sido un reality sobre la propia realización del programa.
El origen del Chino Cudeiro
Herrera también desveló los orígenes del “Chino Cudeiro”. El nombre procede del realizador del programa: “Nos pusieron a un chico en prácticas al que prácticamente no pagaban. Como homenaje -se llamaba Cudeiro- lo introdujimos como personaje de ficción. A partir de ahí lo empezaron a pagar y desapareció”, explica.
Su relación con Takeshi Kitano y las dos palabras clave del éxito
Continúa relatando que se carteó durante un tiempo con el mismísimo Takeshi Kitano, quien estaba sorprendido por la versión del formato que se hacía en España. “Me develó algunas cosas de la estructura interna de cómo se le ocurrió el programa. Esto surgió como unos parques de atracciones donde la gente iba... a sufrir”, dice. “Japón tiene una estructura militar y el sufrimiento forma parte de la superación”.
Es ahí donde radican las dos palabras clave del programa a su juicio: “Dolor y mierda”. “Si no hubiera habido barro y si no hubiera habido unas microcámaras que grababan el guarrazo, esto no hubiera funcionado. La mierda en la tele funciona muy bien”.
Confusión con Moncho Alpuente: “Era un mundo desorganizado, nadie sabía quiénes éramos”
Para finalizar, pone un ejemplo anecdótico sobre el desconocimiento que en la época había de la gente que trabajaba en televisión. Se refiere al parecido de su voz con la del fallecido Moncho Alpuente, y recuerda que un crítico de ABC tendía a escribir columnas furibundas contra 'Humor amarillo', identificando a Alpuente como el narrador. “Era un mundo muy poco organizado. Nadie sabía quiénes éramos”. Pero a la vez era una época “donde se estimulaba la creatividad”.