Por su interés reproducimos el siguiente artículo de Efe (Bangkok) que publica hoy el diario El País: El primer ministro de Tailandia, Thaksin Shinawatra, es esta semana el protagonista de su propio Gran Hermano televisivo, que ha ideado para ganar popularidad cuando aumentan las críticas contra su gestión de gobierno. Durante esta semana, Shinawatra pasará la mayor parte del tiempo viviendo en una tienda de campaña levantada en una zona rural de la provincia de Roi Et, de las menos desarrolladas, y acompañado de un equipo de filmación.
El espectáculo, emitido en directo las 24 horas por la televisión, mostrará a Shinawatra recibiendo las visitas de los campesinos que le trasladarán sus preocupaciones. Shinawatra, multimillonario convertido en político, recurre a la afición de sus compatriotas por los reality show para contrarrestar las críticas de que ha hecho caso omiso a la población rural en favor de la que reside en las urbes, adonde ha ido la mayor parte de la inversión pública. “El primer ministro está realizando su propia telenovela fuera de la política, que va camino de caer en una profunda crisis en muchos frentes”, dijo el sociólogo Thirayuth Bummi. Los campesinos, que representan el 87% de la población de Tailandia, contribuyeron de forma notable a la victoria sin precedentes conseguida por Shinawatra en las legislativas celebradas en febrero de 2005. Según un sondeo de opinión de la Universidad de la Asunción, la aprobación de Shinawatra descendió el pasado noviembre hasta el 45%, desde el 77,5% que tenía en el momento de su designación, debido a la desaceleración económica y los escándalos sobre corrupción.
Desde hace varios meses, grupos de maestros y agricultores protestan casi cada semana ante la sede del Gobierno, y todos los viernes cientos de ciudadanos desencantados acuden al mitin que, en un parque de Bangkok, da Sondhi Limthongkhul, empresario de medios de comunicación y un antiguo aliado de Shinawatra, convertido ahora en su pesadilla.
A Shinawatra le seguirán cerca de cuarenta cámaras y un centenar de miembros del equipo de producción, que intentarán durante cinco días mantener a la audiencia frente al televisor.