Aunque a primera vista no lo parezca, últimamente la televisión argentina es, en gran medida, “cosa de hombres”. Como muestra, según informa el diario La Nación, basta con observar que cuatro de los espacios estrenados -dos en prime time y dos en late night- a principios de este mes de enero, comparten el hecho de tener repartos completamente masculinos y un humor con altas dosis de testosterona. Cada uno a su manera, Tercer tiempo en Canal 13, El club de los giles en Telefé, Ardetroya y La otra verdad en la cadena América componen un universo televisivo en el que hay una ausencia patente de mujeres. “¿De qué hablan los hombres cuando están solos?” Con esa pregunta nació la idea de la serie Tercer tiempo. Su objetivo es mostrar las diferentes personalidades de un grupo de amigos que se reúnen para jugar al fútbol. Explora, en el límite entre la ficción y la realidad, los temas que supuestamente interesan a la condición masculina. En esas reuniones no hay lugar para las mujeres, a menos que sean elementos decorativos sin mucho que decir. Eso no implica necesariamente que la serie sea machista sino algo realista. Después de todo, no es muy usual que el género femenino comparta las inquietudes de un “tercer tiempo” futbolístico. Para el productor de Tercer tiempo, Matías Alonso, el público que sigue la serie no es necesariamente masculino. “Si esta ficción fuera todo de mujeres, yo la vería. De la misma manera en que muchas veces a los hombres nos gustaría ser una mosca en medio de una conversación de mujeres, a ellas debe pasarles lo mismo. Es una cuestión de curiosidad por una situación a la que no suelen acceder”. Las mujeres, “humor diferente al de los hombres” Por su parte, El club de los giles es un irreverente magacín humorístico de noticias de actualidad presentado por varios rostros masculinos, a excepción de una mujer encargada del tiempo meteorólogico con escasa presencia en pantalla. Uno de los conductores, también productor del programa, es el veterano presentador Carlos Becerra, quien asegura: “cuando se trata de programas donde no hay un guión fijo, es difícil encontrar a mujeres con sentido del humor, sin contar a las actrices, por supuesto. Además, las mujeres tienen un código de humor diferente al de los hombres”. Otro de los estrenos es el late show Ardetroya, que cuenta con un desenfadado debate de actualidad y distintas secciones humorísticas de las cuales, como asegura su productor, Damián Kirzner, alguna sí es “definitivamente machista”. Sus contenidos parecen estar dirigidos a un grupo de hombres imaginarios de entre 15 y 45 años. La relación que se establece entre su conductor, Matías Martin, y la voz en off del programa, Diego Ripoll, parece una charla entre amigos, aunque, según el presentador, “esa no sea siempre la intención”. Por último, a los hermanos Korol, en La Otra verdad, se les considera los padres de un nuevo género bajo el filtro del humor absurdo. Imitando a los informativos serios, estos tres reporteros pretenden, desde una óptica diferente, arrojar luz sobre temas cotidianos pero poco “correctos”. A pesar de que el programa lo presentan tres hombres, los reportajes no parecen dirigidos con exclusividad al género masculino. “Nuestro humor es sólo en un cincuenta por ciento masculino, porque la mitad de él se lo debemos a mi madre. Además tiene un origen muy relacionado con las mujeres, porque básicamente somos graciosos para conquistarlas”, se burla el menor de los Korol. Fuente: La Nación (Argentina)