¿Cómo sería la parrilla de televisión “ideal”? El New York Times hizo esta pregunta a tres “peces gordos” de la televisión americana: Leslie Moonves, presidente y C.E.O. de la cadena CBS y cabeza visible de UPN; Jeff Zucker, presidente de NBC Entertainment, y Chris Albrecht, presidente de la emisora de cable HBO. Los tres ejecutivos, normalmente rivales, se reunieron por un día en un hotel de Los Angeles para debatir sobre cómo sería “la televisión de sus sueños” y por qué resulta tan difícil convertirla en realidad. Éstas son algunas de sus reflexiones. Lo primero, el target El debate comenzó con la misma pregunta para todos: “Imagínense que disponen de todo el dinero y presentadores que quisieran para crear una cadena de televisión desde cero, ¿cómo sería esa televisión ”ideal“? Albrecht cree que lo primero que hay que buscar el el target. ”Es un error tratar de complacer a todo el mundo. No conozco a nadie de 18 años que le guste lo mismo que a uno de 49, excepto en situaciones muy, muy raras. Me dirigiré a un grupo o a otro, pero no iré a por todos, que es lo más difícil“. Moonves no está del todo de acuerdo. El ejecutivo de la CBS coincide con el de la HBO en que no se puede conseguir todo al mismo tiempo, pero en determinadas franjas sí puede ser posible. Los domingos a las 7 en punto puedes atraer a los mayores de 60 años, y conseguir lo mismo, los jueves a las 8, con los jóvenes de 22 años. El objetivo es conseguir ”diversidad“. Moonves puso el ejemplo del éxito de Canción triste de Hill Street, serie que se llevó todos los honores y ganó varios Emmys, cuando en realidad el mérito era de El equipo A, que fue quien atrajo a los espectadores a esa franja. Zucker cree que, por un lado, los directivos quieren atraer al grupo demográfico más apreciado por los anunciantes, el de edad comprendida entre los 18 y los 54 años. ”Pero al mismo tiempo, queremos tener el mayor número posible de espectadores, tanto menores de 18 como mayores de 54. Y me atrevo a decir que ninguna cadena ha sido muy inteligente en este aspecto en los últimos años. Aunque sigo pensando que primero hay que ir a por los jóvenes, porque son el grupo más complicado de conseguir“, añade Zucher. Moonves concluye que los grandes éxitos televisivos terminan por atraer a todos los grupos demográficos, como ocurre con Survivor, que lo ven los espectadores de 60 años y los de 14. Zucker cree que conseguir eso es la única manera de que una cadena tenga éxito. Los éxitos siempre pillan por sorpresa Moonves sabe que toda cadena de televisión necesita tener un ”gran éxito“, un ”fenómeno mediático“. Pero, según el directivo de la CBS, ”lo irónico del caso es que todos los éxitos en televisión siempre pillan por sorpresa a sus responsables“. Nadie podía imaginar lo que han llegado a ser en la televisión estadounidense Los Soprano, Friends o Supervivientes. Para Moonves, el éxito de Los Soprano ha sido una ”casualidad“ y lo de Gran Hermano fue un ”experimento que salió bien“. Zucher está de acuerdo y cree que la mayor parte de los éxitos son ”casuales“ y casi siempre salen al aire de ”chiripa“. A nadie le gustaba el piloto de Urgencias y, sin embargo, la NBC decidió comprar la serie. Una buena comedia es el eje de una cadena A la pregunta de con qué producto es mejor comenzar la cadena ”ideal“, con un drama o una comedia, Zucker lo tiene claro: ”Comedia, porque hoy día una buena comedia es lo más difícil de conseguir y, además, es el género preferido de los anunciantes“. El presidente de la NBC añade que trataría de atraer con ella a los más jóvenes ”porque son los más difíciles y, si les consigues a ellos, el resto viene después“. El mejor ejemplo es la telecomedia de más éxito en EE.UU, Friends, que ya ha firmado su décima temporada en la NBC. El problema de la NBC es que sigue pensando que ”hay que encontrar el próximo Friends“ cuando, en realidad, no existe ”el próximo Friends“ sino ”la próxima comedia de éxito“, explica Zucker. Los tres coinciden en que, aunque el drama vive ahora su mejor momento, lo que buscan todas las cadenas es una ”comedia rompedora“. Albrecht va más allá y opina que, más que un drama o una comedia, lo que persiguen todas las cadenas es una signature series, es decir, un producto ”que sirva de firma“, que no sólo dé audiencia, sino que represente los valores de la cadena, tanto para el público como para los creativos. Toda cadena tiene su signature series: Los Soprano (HBO), C.S.I. (CBS) o Friends (NBC). A la pregunta de si ellos son creativos y ponen en marcha ideas propias, todos coinciden en que no. ”Se me pueden ocurrir las ideas más locas y disparatadas, pero las mejores siempre son las que vienen de fuera“ (Zucker). ”Totalmente de acuerdo, somos mejores como filtradores de ideas de otros que como creativos“ (Moonves). Cada vez hay menos paciencia en las cadenas ”Se acabaron los viejos tiempos en que se estrenaba un programa, tenía un 9% de share y se podía esperar a que subiera a un 15%. Estamos en un universo de 500 canales y no hay tiempo“, opina Moonves sobre la impaciencia a la hora de mantener programas que se suele achacar a los directivos de televisión. ”Es una pena, la verdad, porque grandes fenómenos televisivos como Seinfeld y Cheers no habrían funcionado hoy día, porque ambas series comenzaron muy flojas de audiencia. Las comedias necesitan su tiempo, añade Zucker. “Lo irónico es que las cadenas a las que peor les va en cuestión de audiencia, son precisamente las que se pueden permitir ser más pacientes” opina Moonves. Zucker le da la razon: “Es por eso que una cadena que va mal puede eventualmente resurgir”. Sobre la retirada fulminante de programas, Moonves aclara: “A mucha gente le sorprende que suprimamos un programa al poco tiempo de su estreno y se preguntan, ¿por qué no le han dado más tiempo? Bueno, tenemos nuestras razones. Quizá hayamos visto ya los 5 episodios siguientes o hemos visto al productor del programa perder los papeles por no conseguir buenos guiones”. “Es cierto, tenemos más información que la audiencia”, añade Zucker. ¿Cómo se construye la parrilla? Los directivos de televisión reciben diariamente multitud de propuestas de programas y series por parte de productoras. Cuando el directivo se dispone a crear la parrilla, ¿cuál es el porcentaje de programas “en los que confía” y de programas “que está convencido de que van a ser un éxito”? “Depende, cuando estás programando 22 horas a la semana, la línea entre esos dos conceptos es muy borrosa”, contesta Moonves. “Estoy totalmente de acuerdo. Lo importante es tener una buena combinación de ”programas que tú verías“ y programas que ”el resto de la gente vería“, opina Zucker. Para Moonves, lo realmente importante es conseguir una appointment television (televisión de compromiso), ”lograr que la gente corra a sus casas para no perderse Los Soprano, algo que a mi me sucede siempre con esa serie“, añade Moonves. Un buen piloto, ¿es el principio de una serie de éxito? Zucker ha aprendido que tener un buen piloto no te garantiza una buena serie. Su colega Moonves está de acuerdo y lo ilustra con el siguiente chiste. ”Un tipo muere y Dios le da a elegir entre dos lugares para ir: un paraíso lleno de mujeres bellas, y un lugar horrible. Lógicamente, el muerto elige el lugar idílico y, cuando llega allí, descubre que todo es un desastre. El tipo le dice a Dios: “todo esto es horrible, ¿dónde está el lugar que me habías prometido?”, a lo que Dios le responde: “Bueno, yo te enseñé el piloto, esto es la serie”.