Las cadenas norteamericanas han preparado ya su parrilla para la temporada de otoño de este año. Una programación que destaca por el incipiente aumento del formato de moda, los realities, y el declive de los telefilmes, el producto que ha caracterizado a las televisiones estadounidenses en los últimos años. La próxima temporada sólo verá nacer siete telecomedias, la cifra más baja desde los años 80. La reposición de los clásicos será un fenómeno llamativo este otoño. Los concursos han recuperado su auge, tras unas temporadas bajas. Los realities tienden este año a alargar su duración, en vista del seguimiento de que gozan. A los clásicos, como Supervivientes (CBS), El topo (ABC) y Temptation Island (FOX) se une el nuevo The amazing race (CBS), en el que once concursantes corren alrededor del mundo para hacerse con un premio de 193 millones de pesetas. En la ABC sobrevive el exitoso ¿Quiere ser millonario?, al que ahora intentará batir el británico irreverente The weakest link, que la NBC ha importado, con presentadora y todo (Anne Robinson). La ficción norteamericana se ha estancado un poco ante el crecimiento desproporcionado de los concursos. Sólo siete series verán la luz este otoño, lo que hace en cierto modo aumentar la expectación: El show de Ellen y The Agency (CBS), Bob Patterson, Philly y Alias (ABC), Emeril (NBC), Undecleared (FOX). Estas producciones competirán con la reposición de otras de sobra conocidas por el público, entre las que destacan: Expediente X (FOX), Family law (CBS), Urgencias, Friends y Ley y orden de la NBC o Once and again y The Practice (ABC). La competitividad será feroz el próximo otoño, a juzgar por la presentación de la rejilla, cuya estructuración ha debido volver locos a los programadores de las cadenas (consúltalo aquí).