Tras más de cinco años en antena, ha arrancado ya la sexta temporada de El Intermedio, programa que se ha convertido en una de las señas de identidad de laSexta. En él, Thais Villas sigue siendo la reportera preferida de los políticos, afrontando la etapa frenética de actualidad política que comienza.
La periodista vive esta continuidad tan larga del programa como un milagro en los tiempos que corren, y regresa con las pilas bien cargadas tras dos meses de descanso. Fuerzas que asegura que hacen falta para hacer frente a un programa diario como es éste.
Actualidad con humor es la premisa de El Intermedio, y cuenta que se consigue con su buen equipo de guionistas, con el director, sentido del cabarete, y el ingrediente especial, Wyoming, de quien admira su buen humor, y le gustaría tener de él su facilidad verbal.
Ahora mismo este proyecto la absorbe y complica que pueda compaginarlo con otros, aunque en otras ocasiones lo ha conseguido. Ha trabajado con su hermano, el también periodista Santi Villas (El programa de Ana Rosa), de quien sólo tiene buenas palabras hasta el punto de no titubear al afirmar que casi todo lo que sabe lo ha aprendido de él.
Han llegado a ser el programa más veterano de la cadena ¿cómo llevan eso?
Con los tiempos que corren se lleva bien porque llevar cinco años en un mismo programa, en un mismo horario que tampoco ha sufrido muchos cambios, en televisión es como milagroso. Creo que sólo estamos nosotros y Saber y ganar entre los dos que aguantan más.
¿Cuál cree que es el secreto?
El empezar en una cadena nueva un proyecto nuevo te da alas porque empiezas en un 0,3% de audiencia, y lo único que puedes hacer es ir creciendo. Ir creciendo te permite probar muchas cosas, ir sabiendo qué funciona, qué no funciona, porque tienes cierta libertad. Yo he trabajado en muchos sitios y nunca me ha pasado que me levanten con un 0,3% y no llamen los jefes... es increíble.
Entonces eso te permite probar muchas cosas. También cubrimos una parte de la actualidad que hoy por hoy no la cubre nadie. Es muy complicado lo de hacer humor con actualidad. También tenemos un activo muy grande que es Wyoming, que también es querido y odiado a partes iguales. Supongo que hay gente que le ve porque le gusta mucho, y hay gente que también le debe ver para cabrearse con lo que dice, que eso de entrada también te viene bien.
Empiezan nueva temporada ¿Han tenido tiempo de descansar y de recargar pilas?
Hemos tenido tiempo de descansar, la verdad. Hemos tenido casi dos meses y eso se agradece porque también un diario es muy cansado. Un diario al que le tienes que dar la vuelta a todas las noticias, aparte de que es un estrés, es muy cansado. A lo que se añade que cada día te hacen el examen y te ponen la nota con la audiencia. Con lo cual es complicado. Me estoy haciendo a la idea, este año lo veo como más relajado. Porque yo ya veo Diciembre y pienso que me voy a morir en esa puerta, porque es el sitio más frío de Madrid. Me lo paso bien también porque con el equipo nos reímos mucho y con los políticos también te ríes.
¿Va a tener algún tipo de novedades?
De momento no. Yo creo que iremos un poco sobre la marcha, porque la actualidad va a venir muy movida y va a ser mucha. Una campaña electoral y más como esta, en la situación en la que está el país, va a dar mucho juego y hay que tratarla. Todo va a ir un poco en función de lo que vaya pasando más que establecer unas secciones. La actualidad mandará.
¿Cómo se consigue hacer actualidad con humor?
La clave es tener detrás un buen equipo de guionistas y tener sentido del cabarete -risas- porque claro, tienes que darle la vuelta a las cosas todo el rato. No te puedes poner profundo porque eso ya forma parte de los informativos o de los periódicos. Aunque muchas veces veo los informativos y pienso que es más chiste que otra cosa -risas-. Pero lo que hace un programa de actualidad con humor es el hecho de que haya cabezas pensantes, los guionistas, por detrás y un director como el que tenemos. Es un programa muy hecho a la medida de Wyoming, y eso ayuda mucho a marcar un poco la línea.
¿Cómo se mueve en el humor? ¿es innato?
Yo siempre he sido un poco cabaretera. De no darle tanta importancia a las cosas, intentar sacarle la punta a las cosas. Pero es instinto de supervivencia, no es otra cosa. En vez de hundirte sacas la maraca y la pandereta.
¿Cómo llevan la nueva incorporación de Dani Mateo?
Bien. Nos conocíamos de que habíamos hecho alguna cosa, la típica colaboración entre programas, pero no he trabajado nunca con él. Espero que lo lleve bien, porque el ritmo es bastante frenético, pero yo creo que él viniendo de Sé lo que hicisteis... está curado de espanto.
Este ritmo frenético ¿lo lleva bien?
Cada año se nota más, de verdad. Porque es cansado, son temporadas muy duras. Y es lo que te digo, el examen diario, la nota, el cambiar una cosa, que se cae, que no llegas...
¿Se plantea compaginarlo con otras cosas como ha hecho en alguna ocasión?
Me plantearía compaginarlo pero es muy difícil porque la dinámica del programa requiere que yo, al igual que Usun que somos las que salimos a hacer reportajes, dependemos de la reunión de la mañana. Igual no sale nada y a medio día nos envían a algo. Estás un poco atado a lo que ellos piensan, entonces es muy difícil de compaginar.
Ha trabajado en ocasiones con su hermano, ¿se dan consejos?
Sí, mi hermano me ha enseñado a mi la mayoría de cosas que sé. Yo he trabajado con él, he trabajado para él y es buen jefe la verdad. Te lo digo en serio. Es un tío que cuando hay algo que no sale bien es capaz de darte la alternativa y eso pasa pocas veces. Eso es difícil porque muchas veces los directores no saben muy bien lo que quieren, sólo saben lo que no quieren entonces te vuelven un poco loco.
¿Cuál es la entrevista más difícil a la que se ha enfrentado?
Difícil, difícil... yo recuerdo que con Montilla lo pasamos mal porque es un señor que es muy introvertido y se le pedía una fuerza de la que no era capaz. Y el pobre se lo curraba. Pero pensaba “es que este señor lo está pasando fatal” y yo lo paso mal cuando ellos lo pasan mal. Si alguien es una persona seria e introvertida qué le vas a hacer, tampoco vas a dejar a la persona en ridículo. Pero era complicado porque veías que él quería pero que el cuerpo no le acompañaba, porque es un señor muy serio. Pero quedó bien, se lo curró mucho y yo también.
Trabajando con Wyoming, ¿qué ha aprendido de él?
Muchas cosas. A mi me maravilla que es un hombre que siendo quien es yo no le he conocido en cinco años ni un día que haya venido de mal humor. No me había pasado en ningún otro trabajo. Siempre viene contento, te explica cosas... ya me gustaría aprender de la facilidad verbal que tiene.
Con el equipo tras cinco años, serán una piña...
Sí, bien. Con Bea imagínate, estoy desde el principio. Luego vino Usun al año siguiente, Gonzo el año pasado, y ahora Dani a ver qué tal lo lleva.
¿Se planteaban llegar a este sexto año?
No, es que ya te digo, miras hacia atrás y son cinco años que es casi imposible. Y más en la televisión de hoy en día es muy complicado. Y ya veremos lo que pasa. Pero pase lo que pase, porque el panorama está mal, hemos aguantado cinco años y eso está muy bien. Más que nada porque comer caliente cinco años seguidos es maravilloso -risas-.
¿Qué le pide a este sexto año?
Yo le pido empezar con un buen número, que nos de cierta tranquilidad. Porque a ti te puede estresar más o menos pero los jefes lo llevan de otra forma. Empezar con un número decente para estar tranquilos y pasármelo bien. Que ya me lo paso bien. Pasar poco frío también le podría pedir -risas-.