Si los reality shows están arrasando en la televisión de todo el mundo (American Idol, Operación Triunfo, Gran Hermano, Joe Millionaire...), ¿por qué no van a tener el mismo éxito en el cine? Esto pensaron los ejecutivos de New Line Cinema al apostar por The Real Cancun, la primera película de género “reality” que se estrenó en la taquilla americana el viernes 25 de abril. La película es el resultado de una intensa semana de grabación en marzo de este año a un grupo de 16 jóvenes durante unas “locas” vacaciones en Cancún. “Los viajes de jóvenes en Spring Break -equivalente a las vacaciones de Semana Santa en España- han servido de inspiración para numerosos filmes de adolescentes. Creímos que un reality show quedaría bien en la gran pantalla, al mismo tiempo que podríamos ofrecer algo que la televisión no puede, como más desnudez en las historias, situaciones sexuales y un lenguaje más atrevido”, dice Jonathan Murray, productor de la película curtido en el veterano programa de la MTV The Real World, al que muchos consideran como el formato pionero del género. La clave del éxito: el casting La responsable del casting fue Sasha Alpert, experta en la selección de personajes para reality shows después de trabajar durante las 7 últimas temporadas en el reality show de la MTV. “El casting para The real world era muy sencillo porque la gente ya conocía el programa y nos llovían las solicitudes, pero con The Real Cancun todo fue mucho más complicado; tuvimos que convencer a muchos jóvenes para que se presentaran a los castings y tranquilizar a un montón de padres que temían que sus hijos se estuvieran ofreciendo para una película porno”, recuerda Albert. Se hicieron pruebas a 6.000 aspirantes, que son pocos si lo comparamos con el programa de televisión, ya que para una temporada de The Real World se suelen presentar alrededor de 25.000 jóvenes. Finalmente fueron seleccionados 16 estudiantes universitarios, aunque sólo se cuenta la historia de 11 de ellos, ya que el resto se quedó en la sala de montaje. Personajes previsibles para un guión imprevisible Aunque la película no tenía guión, los productores buscaron en los castings unos arquetipos de personajes determinados. Por ejemplo, Alan Taylor es un chico abstemio de Texas que descubre el alcohol en este viaje y comete más de una locura. “Buscábamos a alguien como Alan, que estuviera dispuesto a perder su inocencia en esta aventura”, explica Alpert, “aunque nunca imaginamos que su transformación llegara a los extremos a los que ha llegado en la película”. Algunas ideas para The Real Cancun se fueron creando sobre la marcha durante el proceso de selección. “En un primer momento buscábamos a dos estudiantes de instituto; nuestra idea inicial es que fueran dos chicos pero después nos encontramos con David Ingber y Heidi Vance, dos amigos que escondían un amor platónico mutuo y terminaron flirteando con el romance en la película”. “También queríamos a chicos a los que, en su vida real, jamás se les ocurriera ir a Cancún de vacaciones. Tanto Alan como Jorell, dos estudiantes de Los Angeles, encajaban perfectamente en esa descripción”. Un presupuesto de 4 millones de dólares La manera de encarar el casting de The Real Cancún también fue diferente al de un reality show para televisión: los elegidos tenían que demostrar que no tardarían en dar juego en la pantalla. “Para The Real World buscamos a gente que mantenga el interés a lo largo de 22 episodios, pero en Cancun sólo tienes una semana, por lo que necesitas a gente capaz de dar un gran juego desde el primer momento”. Murray defiende la importancia vital de un buen casting en el resultado final del producto. “Llevamos trabajando en esto más que nadie y lo que hemos aprendido es que, al final, te lo juegas todo en la selección de personajes, tienes que asegurarte de que proporcionarán una buena historia”. “Realmente nunca sabes con seguridad lo que puede llegar a suceder. En este caso, nuestra mayor sorpresa ha sido que todo ha ocurrido de manera muy natural y coherente, sin que nosotros tuviéramos que intervenir o provocar situaciones. Lo increíble es que muchas de las historias que nos imaginamos en los castings, terminaron sucediendo”, concluye Murray. No hay demasiado dinero en juego. La película ha costado 4 millones de dólares, según Toby Emmerich, director de producción de New Line Cinema, y “esperamos gastar alrededor de 20 en la promoción, por lo que la película será rentable si supera los 25 millones de dólares en taquilla”.
* Fuente: The New York Times, Hollywood Reporter, Reuters