Las esposas de los recién nombrados ministros franceses de Economía y Exteriores dejarán sus puestos al frente de los programas televisivos de actualidad política que presentan para no dañar la imagen de imparcialidad de los dos canales públicos franceses, según informa EFE.
Béatrice Schönberg, esposa del nuevo ministro de Economía, Jean-Louis Borloo, no seguirá al frente de los informativos de fin de semana de France 2, mientras que Christine Ockrent, la mujer deL ministro de Exteriores, Bernard Kouchner, dejará de ser el rostro del espacio semanal político «France Europe Express» que presenta desde su creación hace diez años.
Con estas decisiones, las dos cadenas pretenden terminar con las sospechas que podrían pesar sobre dos de sus periodistas más representativas y veteranas.
El sindicato de periodistas temía perder credibilidad
El sindicato de periodistas había pedido la dimisión de Schönberg, de 54 años, para “finalizar con una situación que manchaba la imagen de la redacción y podía dejar planear dudas sobre su imparcialidad”.
Tras un decenio al frente de los informativos de fin de semana de France 2, la veterana periodista fue apartada de su puesto justo antes del inicio de la campaña electoral de las Presidenciales del pasado día 6. Su esposo, con el que contrajo matrimonio en segundas nupcias en julio de 2005, era hasta ahora ministro de Cohesión Social, un puesto que ha cambiado por la cartera de Economía y Finanzas en el Ejecutivo de François Fillon nombrado el pasado viernes.
Por eso, pese a que la periodista tenía previsto recuperar la presentación de los informativos tras las elecciones, de común acuerdo con la cadena ha preferido seguir apartada del mismo. A cambio, France 2 le ha ofrecido un programa mensual de contenido social.
Ockrent quería seguir con su espacio de entrevistas
El caso de Ockrent, de 63 años, parece menos consensuado, porque mientras ella mantenía su intención de seguir entrevistando a políticos en su debate semanal de los domingos, la cadena comunicaba su sustitución.
La periodista de origen belga aseguraba al vespertino “Le Monde” que únicamente dejaría de presentar el programa el día en que su marido fuera el invitado, al tiempo que la cadena pública comunicaba que Ockrent pasaría a dirigir un espacio diferente, sin especificar de qué tipo.