Cuando un partido político o una empresa convoque una rueda de prensa y después no deje hacer preguntas a los periodistas, su decisión tendrán un reflejo en los telediarios de TVE, ya que la corporación pública ha decidido que cada vez que esto suceda los informadores de la cadena lo harán notar en sus noticias.
“Si una fuente, pública o privada, ofrece una rueda de prensa y niega a los periodistas la posibilidad de formular preguntas, los profesionales de RTVE deberán comunicárselo a la audiencia”, indica TVE en su libro de estilo, aprobado recientemente por el Consejo de Administración.
No a la señal en directo de acontecimientos interesados
Además, en el mismo documento, la corporación establece que no se difundirá la señal en directo de acontecimientos que sea proporcionada por entidades interesadas, una practica habitual de los partidos políticos en los últimos tiempos. “Esta práctica choca con el deber de RTVE de ofrecer a los ciudadanos una información rigurosa, neutral, imparcial, plural e independiente de cualquier grupo político, económico o de presión”, subraya.
En este sentido, el libro de estilo fija que es preferible, siempre que sea posible, que la información que se emita en directo haya sido “captada y tratada” por los propios medios de la televisión o de la radio pública. Asimismo, establece que cuando no sea posible cubrir con los propios medios un acto, se tendrá que informar a la audiencia que la señal viene de un tercero.
“Coherente” que la información del Gobierno “ocupa más tiempo”
Por otro lado, el documento considera “coherente” que la información sobre el Gobierno “ocupe más tiempo y espacio que la información sobre otras entidades políticas” porque sus acciones “repercuten directamente en la vida de los ciudadanos y deben ser suficientemente difundidos y explicados”.
No obstante, la guía por la que a partir de ahora deben regirse los profesionales de RTVE indica que esta obligación debe ser “compatible con la actitud periodística” que los periodistas de la corporación deben dispensar a todo tipo de información: “investigación y comprobación de datos y, en este caso, búsqueda de respuestas, valoraciones o alternativas de los partidos de la oposición y/o de los distintos grupos sociales”.
Ojo con los vídeos de Internet
Por otro lado, el libro advierte de que antes de utilizar vídeos sacados de Internet hay que contar con la autorización de los responsables editoriales y “extremar la precaución, ya que ese material audiovisual puede generar derechos de autor o, incluso, ser falso”, como se ha demostrado en varias ocasiones.
Así, en el mes de enero, TVE emitió en el telediario de la noche, en el Canal 24 horas y en su página web un reportaje sobre el terremoto de Haití con imágenes de una tormenta en un festival de música en Venecia que una persona había colgado en YouTube como si hubieran sido grabadas durante los primeros momentos del desastre en el país caribeño.
Información 'rosa'
El libro de estilo también hace un guiño a la información relacionada con 'noticias del corazón' que se emitan en la cadena pública y dice que “una cosa es el interés público y otra el interés del público”.
“El atractivo morboso que pueden suscitar determinados sucesos o la vida privada de personas con notoriedad pública no justifica la intromisión en la intimidad de los ciudadanos”, señala.
En este sentido, el documento subraya que “las personas que han accedido a la notoriedad pública a través de cualquier medio legítimo tienen derecho a mantener su vida privada a salvo de cualquier intromisión” y los periodistas que trabajan en RTVE no deben “someter a cerco a personas que gozan de notoriedad social a fin de buscar declaraciones u obtener imágenes no autorizadas aunque se encuentren en lugares públicos como la calle o un aeropuerto”.
Imágenes duras, sólo si son imprescindibles
Igualmente, el libro de estilo establece que en TVE el uso de imágenes especialmente duras o dramáticas “se debe limitar a los casos en que tengan un alto valor informativo y su emisión sea necesaria para entender el alcance de lo sucedido”.
“Los primeros planos de personas heridas y cadáveres son siempre innecesarios, incluso si se trata de víctimas de atentados terroristas”, subraya la corporación.