El “Gran Hermano” ruso se ha hecho empresario, ha abierto un restaurante y está aprendiendo a preparar platos de cocina en una segunda versión de este programa televisivo, auténtico fenómeno social en ese país. Y es que tras el enorme éxito de su proyecto “Detrás del cristal”, primera versión del Gran Hermano en Rusia, el canal privado TV-6 lanzó este pasado fin de semana un nuevo concurso llamado La última chuleta. En la primera versión, seis chicos y chicas vivieron durante un mes encerrados en un piso y grabados las 24 horas del día por 20 cámaras de televisión instaladas detrás de unas paredes de cristal, incluso en la ducha. El escenario del Gran Hermano se convirtió, además, en un lugar de peregrinaje de miles de jóvenes rusos que, tras hacer una larga cola, podían contemplar lo que sucedía dentro del piso sin ser vistos por sus inquilinos. Los concursantes de la primera edición han elegido a sus sucesores entre más de 2.000 aspirantes. En la actual versión, el número de participantes ha aumentado a doce personas, divididas en dos equipos rivales compuestos cada uno por tres chicos y tres chicas. Los jugadores reciben un crédito bancario para montar dos restaurantes reales, compiten para devolver el dinero e intentar ganar así un premio que consiste en el propio negocio creado. Un viejo formato que intenta introducir nuevos retos
En la última chuleta, dos equipos tendrán que enfrentarse a tensas situaciones psicológicas, aprendiendo sobre la marcha a manejar el negocio, y durante seis semanas vivirán encerrados en sendos pisos ubicados junto a sus respectivos locales. Así, los empresarios novatos tendrán que elegir el decorado de los locales, comprar los muebles, componer el menú, pagar el alquiler y los productos y contratar a cocineros y camareros. Denis, un participante del anterior Gran Hermano, asegura que “el objetivo del programa es demostrar que en este país se puede hacer negocio con éxito”. Según el joven ex concursante: “Esos restaurantes serán los locales más frecuentados y rentables de Rusia, porque todo el país se enterará de ellos por la tele y querrá visitarlos”.