El presidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) y de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Fernando González Urbaneja, criticó hoy la influencia “intrusa, avasalladora y dominadora” de los gobiernos autonómicos y locales en los medios de comunicación de su ámbito, que desarrollan su actividad, según dijo, “bajo una saturación de presión de las autoridades locales muy preocupante”. El presidente de FAPE se expresó así en una conferencia pronunciada en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense, donde puso de relieve la “etapa difícil y comprometida” que atraviesa el periodismo en España, marcada por una “pérdida de credibilidad” ante una ciudadanía “cada vez más exigente”. “El periodismo se ha convertido en un arma de poder y de ganar licencias”, afirmó. González Urbaneja vinculó directamente la pérdida de credibilidad con el proceso de adjudicación de licencias de medios audiovisuales, en “el que único criterio empleado en la concesión de licencias de televisión autonómicas sea el de hacerlo a los amigos de los gobiernos”, y fue más allá al señalar que todos los gobiernos “han prevaricado” al conceder las licencias “a sus amigos”. En este sentido, culpó a estas asignaciones de frecuencias “perfectamente comprobables y medibles” de haber provocado el “alineamiento” de los medios con los partidos, y de crearse “un estado de concupiscencia que ha permitido la influencia y el alineamiento entre ellos”. En esta materia, dijo sentirse “especialmente preocupado” por el devenir de los medios locales, que algunos serán gestionados por los consistorios “para mayor gloria del concejal de turno”, y otros serán propiedad de empresarios privados para los que planteó “incompatibilidades”. “Puede pasar que una cadena regional sea dirigida por constructores para tener siempre en el punto de mira a los consejeros que tienen que decidir la recalificación de terrenos”, dijo preguntado por la nueva televisión autonómica murciana.
Por ello, planteó la necesidad de “incompatibilidades” para la gestión de estos medios locales, y abogó por un sistema de adjudicación mediante “consejos audiovisuales independientes que no juzguen los contenidos de los canales”.
Asimismo, González Urbaneja rechazó la posibilidad de que los ayuntamientos tengan sus propias televisiones, ya que, en su opinión, “no cumplen con ello una función de servicio público”. “Podría haber en torno a 100 televisiones locales en España dirigidas por ayuntamientos, que, por diez millones de euros que costaría cada una, hay 1.000 millones de euros que habría que pensarse gastar”, apuntó.
España, sin problemas de competencia Sobre la evolución del sector audiovisual, el presidente de FAPE aseguró que en España “no hay problemas de competencia” ya que tanto en la prensa como en la radio y televisión, hay “al menos cuatro o cinco actores principales” con suficiente diversidad de discursos, y tildó de “argumentos pobres” y de “recurso fácil” las “acusaciones de monopolio o de imperio de fulano o mengano”.
A su juicio, “es necesario que haya cuantos más medios posibles”, aunque esto no baste para asegurar la pluralidad: “si hay siete medios y todos dicen lo mismo, no hay pluralismo, hay cacofonía, pero el pluralismo se puede conseguir con sólo tres actores en el mercado”, señaló. Por último, lamentó la “falta de calidad y credibilidad en los medios nacionales”, que ninguno es capaz de dominar el mercado nacional, lo que contrapuso con la hegemonía de 'Financial Times' en Europa y 'The Wall Street Journal' en Estados Unidos, cuyo dominio en sus ámbitos calificó de “incontestable”.