Opinión

¿Dónde va nuestra TV pública?

¿Dónde va la televisión pública española? ¿Cómo evolucionará? En tiempos de cambio frenético e imprevisible es necesario pararse a analizar el modelo audiovisual que queremos para nuestro país.

Este es el único país de Europa que tiene dos grandes cadenas de ámbito nacional - La 1 y La 2-, doce entes públicos autonómicos con una media de otras dos cadenas cada uno - en total, unas 20-, y una gran cantidad de televisiones municipales financiadas en todo o parte por distintos Ayuntamientos.

Argumentos a favor y en contra de la TV pública

Las voces críticas señalan que es insoportable para el erario público el déficit galopante que generan estas cadenas. Los favorables a este mapa argumentan que es necesario contrapesar la creciente influencia de los medios privados para dar voz a las Comunidades, a las minorías y a las lenguas propias.

Es evidente que desde hace veinte años el paisaje audiovisual español está sufriendo cambios convulsos: en número de cadenas, en su estructura, en sus características técnicas, y en sus contenidos. Pero la reflexión sigue pendiente y es necesario plantearla ya.

A las incertidumbres actuales, que ya son muchas, se añaden una serie de claves nuevas que habrá que afrontar en los próximos años: supresión parcial de la publicidad en las cadenas nacionales y -vicepresidenta De la Vega dixit- la posibilidad de la desaparición total de la misma en un futuro no muy remoto.

¿Se eliminará la publicidad también de la Forta?

¿Se trasladarán estas decisiones a las cadenas autonómicas? Desde luego no sería muy congruente que TVE se quedara sin anuncios y que éstos continuaran emitiéndose en las televisiones públicas de las autonomías. Pero si esto llega a pasar, ¿cómo se financiarán? ¿Se hará cargo la hacienda autonómica del presupuesto total de las estaciones de televisión autonómicas? Y, si es así, ¿esto obligará a un cambio de modelo de programación?

Sarkozy nombrará al Presidente de la televisión

En Francia, como ya publicó Vertele.com, el debate está servido. A partir del 5 de enero de 2009 todas las cadenas de France Televisions dejarán de emitir publicidad a partir de las ocho de la noche. El Gobierno francés ha decidido también la creación de una empresa única -para sustituir a un total de 49 sociedades que funcionan actualmente- cuyo Presidente Director General será nombrado por el Presidente de la República.

Las voces críticas con la reforma audiovisual francesa acusan al ejecutivo conservador de favorecer a la televisión privada en detrimento de la pública, que se empobrecerá y perderá recursos en la nueva situación.

Pero si el panorama en Francia es convulso, aquí sigue pendiente el diálogo nacional sobre el futuro del audiovisual público y sobre el modelo televisivo en general.

Hace falta hablar sobre televisión pública y es necesario tomar decisiones políticas de futuro, que corten las incertidumbres e interpreten el sentir general sobre los medios estatales y autonómicos, todo ello en un contexto más general: televisión local, TDT de pago o no, regulación o liberalización.

Si no hacemos ahora este trabajo, lo hará directamente la cruda realidad. Internet no es una amenaza sino un medio que provocará, por la vía de los hechos, la desaparición del mapa actual y su sustitución por otros actores audiovisuales. Y, si no, tiempo al tiempo.

* Vertele.com no se responsabiliza ni comparte necesariamente las opiniones expresadas por sus colaboradores.