Doble estreno con éxito de audiencia

Así volvió Chicote: Con la Virgen y entre chupitos de vodka

Chicote volvió anoche por todo lo alto. Doble capítulo de estreno, a cual más impactante, que nos hizo recordar cuánto habíamos echado de menos Pesadilla en la cocina.

El primer programa, que congregó a un gran 12.8% en laSexta, nos dejó a uno de los personajes televisivos de la temporada: Antonio, responsable de la 'Taberna la Concha', y capaz de alzar a “La virgen del Carmen” entre la lista de los Trending topic nacionales en una noche de gran consumo televisivo.

En el segundo programa, Chicote tuvo el placer de probar “la peor comida de su vida” en Las Noches de Moscú. Eso sí, para paliar tal sensación, la dueña sirvió chupitos de vodka a sus clientes mientras esperaban eternamente sus menús.

Un pelo en la ensalada “¡que a saber si lo ha puesto el cliente!”

Una paella de dudoso gusto para el paladar, un largo pelo en la ensalada (“que a saber si lo ha puesto el cliente solo para quejarse”), unas trabajadoras con poca experiencia y una familia que sufre al ver a Antonio perder los nervios, aliñaron el estreno de la tercera temporada.

El propietario incluso llegó a encararse al chef, que incomprensiblemente sigue sin perder los nervios centrado en ayudar: “Vamos fuera de las cámaras”. No fue lo único con lo que nos sorprendió Antonio: se lió a bandejazos en nombre de la virgen del Carmen (y confieso, que a pesar de ser un “momento de tensión”, yo estaba llorando de risa).

Muy devoto, acudió a la llamada de la Vírgen pero... en pleno servicio. “¡Pero a dónde vas!”, le espetó Chicote. “A ver a la Vírgen que me ha llamado”.

La “peor comida” entre chupitos de vodka

Era una noche especial y laSexta decidió emitir una doble entrega de estreno. Tras las aventuras de Antonio en El Rocío, Pesadilla en la cocina se trasladó a ‘Las noches de Moscú’ de Madrid. Espacio que repitió éxito de audiencia con un 13.6%.

El restaurante se llevó el título de “peor restaurante al que ha acudido Chicote en su vida”. Eso sí, seguro que ninguno tiene el detalle de servir chupitos de vodka “para que la clientela no se enfade”.

Los restaurantes que solicitan la llamada de Chicote han aprendido de las temporadas anteriores y llevan a cabo una tarea de limpieza previa. Pero... hay cosas que no se pueden ocultar y tarde o temprano... ¡se les caza!.

En la cocina de Las noches de Moscú además residían felices cucarachas que campaban a sus anchas junto a brochetas y utensilios sin lavar.

El caos organizativo y la lluvia de chupitos... provocó que alguno que otro “se pillara un pedo”... y Chicote le pilló.

¿Se superarán los hosteleros de nuestro país el próximo lunes a las 22:30? Veremos...