Olivia Cooke y Fabien Frankel eligen a quién del mundo real sentarían en el Trono de Hierro de 'La casa del dragón'

Paula Hergar / Lorenzo Ayuso

París —

El secretismo sobre la segunda temporada de La casa del dragón es no solo inevitable, sino lógico. Ni Olivia Cooke (Alicent Hightower) ni Fabien Frankel (Criston Cole) se juegan el pellejo revelando nada durante este encuentro con verTele celebrado en París con motivo de la première mundial de la serie. Donde sí pueden explayarse es exponiendo lo que implica cargar a sus espaldas el peso de la responsabilidad por representar el universo Juego de tronos.

“Puedes sentirte más abrumado en este universo que en la mayoría de los trabajos”, reconoce Cooke. “Es porque hay tantas miradas encima, tanta presión. Tienes que asegurarte de que tienes un buen grupo de personas alrededor que te mantenga cuerdo”, afirma.

Esa carga hace que ninguno de los dos quiera establecer paralelismos entre la serie, que se adentra en la guerra en esta temporada, y el convulso escenario internacional: “No creo que sea nuestro lugar hablar de la relación entre la serie y la vida real”, reflexiona Frankel. “Todo lo que está pasando en el mundo es infinitamente más terrorífico”, considera Cooke sobre la situación geopolítica, con la invasión a Ucrania y la masacre en Gaza abiertas.

“Somos actores, que tienen vidas muy bonitas, y creamos toda una narrativa. Estamos en una posición muy privilegiada”, añade la actriz, que tiene claro en quién delegaría el Trono de Hierro de tener que elegir a una sola persona: la congresista demócrata Alexandria Ocasio Cortez. “Espero no echarla a perder poniéndola ahí”, ríe.

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