Dentro del 'Paraíso' de Fernando González Molina: “Me parecía lo más que Mecano estuviera en el centro de una serie de misterio”
“Queríamos intentar reproducir en una serie la sensación que teníamos cuando veíamos la tele con 14 años”. Así explica Fernando González Molina cómo gestó junto a Ruth García y David Oliva Paraíso, la nueva ficción de Movistar+, ya disponible en la plataforma. Se trata de la primera incursión en el fantástico del servicio de streaming, que tiene como punto de partida la desaparición de tres adolescentes en un pueblo de la costa en 1992.
El director regresa a la televisión once años después con este título, protagonizado por Macarena García, Iñaki Ardanaz y Gorka Otxoa. La 'culpa' de su vuelta la tiene The Mediapro Studio, que le ofreció “desarrollar proyectos propios desde cero”. Así fue como fichó a sus dos compañeros y se sentaron a escribir “una carta a los Reyes Magos de lo que nos gustaría ver en una serie como espectadores, qué cosas no se estaban haciendo y a dónde podíamos viajar”.
El resultado de esa tormenta de ideas era una ficción “adolescente, evento, con elemento fantástico y que sucediera en el año 92”, para que su edad coincidiera con la de los personajes. “De acara a la honestidad del producto y saber qué contar, era interesante poner algo de nosotros”, reflexiona. Así entraron ingredientes como Mecano: “Me parecía lo más que estuviera en el centro de una serie de misterio y que desaparezcan unas chicas vestidas de Ana Torroja”.
Desapariciones como “caldo de cultivo para el fantástico”
La fecha escogida conllevó a hallar en “las desapariciones de la época eran un caldo de cultivo muy guay para hacer un fantástico”. “Coger ese tipo de obsesión que había en España por las niñas que desaparecían, dónde están, qué ha pasado. Partir del quién sabe dónde y acabar en Harry Potter", describe. Algo que recuerda a casos como Alcasser, aunque dándole un giro. “Alejarte de esa cosa sórdida que tiene en el eco este tipo de crimen, para sin embargo dar una explicación mucho más fantástica y con mucha más luz”, sostiene.
González Molina indica que han evocado a sus ‘yo’ “viendo el 1,2,3 los viernes y V, comprando la Teleindiscreta de manera obsesiva, tener las pegatinas y poner los póster por habitación”. “Bebe de esa sensación de la tele como compañera de viaje que ahora por el cambio en el modelo de visionado se ha perdido un poco”, lamenta.
En Paraíso, la década de los noventa ha sido una época a la que abrazar para generar un contenido nuevo, mientras que en el panorama audiovisual los revivals y continuaciones están muy presentes. Los hombres de Paco y Friends: The Reunion son dos de los últimos ejemplos, pero se esperan más. “Cuando pasa el suficiente tiempo de algo que ha sido un evento y ha marcado, el espectador siente que eso es un poco casa, lo demanda y le gusta ver de nuevo a los personajes a los que amaba”, pina el director, “se hace otra vez porque el público lo quiere ver”.
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