En el capítulo final de la miniserie, Lucía decide colaborar activamente con la Guardia Civil para desarticular la organización de Bruno. Bajo la estrecha vigilancia de Menéndez y Oliver, la religiosa mantiene un primer contacto con Lachambre, al que asegura que dejará los hábitos por él. Poco después, informa a Ramón Menéndez del inminente desembarco de un importante cargamento de cocaína mexicana en la costa española.
Tras reconocer a Rafa como hijo, Bruno le entrega algunas de sus posesiones y planea junto a él la manera de introducir el cargamento en el país. Ambos logran engañar al teniente Menéndez y a sus hombres cuando en la zona prevista del desembarco solo encuentran fardos llenos de arena. Entretanto, Rafa, consciente del peligro que él supone para Paula, decide romper su relación sentimental.