100 años de Chillida: un recorrido por siete obras y exposiciones para celebrar al artista vasco

Roberto Ruiz

25 de mayo de 2024 22:03 h

El 10 de enero de 2024 se cumplieron 100 años del nacimiento de Eduardo Chillida. Un siglo del nacimiento de uno de los artistas españoles más universales e influyentes del siglo XX. La obra del escultor y grabador vasco dejó una huella imborrable en el mundo del arte y, para conmemorar este aniversario, se han organizado diversas exposiciones y eventos que destacan su trayectoria y crédito internacional.

Más allá de estas exhibiciones temporales, que pueden ser una buena oportunidad para conocer a Chillida en profundidad, España alberga algunas de sus obras más icónicas y representativas, perfectas para llevar a cabo una ruta cultural por diferentes rincones de la geografía nacional. Aquí, junto a las exposiciones que celebran su nacimiento, te proponemos también un viaje por algunas de las piezas más emblemáticas de este mago del hierro y el hormigón.

El centenario de Chillida en siete exposiciones especiales

En 2024, museos y galerías de todo el mundo se han unido para rendir homenaje a Eduardo Chillida. El Museo Chillida Leku en Hernani, su tierra natal, está siendo el epicentro de las celebraciones con una exposición especial que recorre la evolución de su obra. El propio Chillida fundó este lugar en el año 2000, combinando un mágico paraje de esculturas al aire libre y un espacio expositivo en el caserío de Zabalaga, haciendo que arte y naturaleza se fundan en un mismo punto. Aquí, hasta el 13 de octubre, podrás visitar 100 años de Eduardo Chillida en la Colección Telefónica, donde se recogen piezas de hierro y madera, tierra, alabastro y acero corten.

La Sala Artegunea de Kutxa Fundazioa, en Donostia, acoge hasta el 30 de junio la exposición fotográfica Jesús Uriarte. Chillida Lanean. A través de la fotografía de Uriarte, quien mantuvo una relación tanto profesional como personal con Chillida durante más de 20 años, conocemos aspectos íntimos e inéditos de su proceso de trabajo; desde los dibujos más sencillos hasta las esculturas monumentales.

En el Museo Cristóbal Balenciaga, en Getaria (Gipuzkoa), hasta enero de 2025 se expone Chillida y Balenciaga. Plegar la forma. El diseñador de moda y el escultor comparten nexos biográficos, formales y filosóficos, y en 1990 Chillida creó la obra Homenaje a Balenciaga dentro de una serie que dedicó a personas que admiraba. Con ese punto de partida la exposición propone el encuentro entre 42 obras de ambos creadores.

Hauser & Wirth Menorca, en Menorca, alberga hasta octubre una exposición individual de Eduardo Chillida. El artista tuvo una estrecha relación con la isla y la muestra nos habla de esculturas, dibujos, collages y grabados en medios como el hierro, el acero, la piedra, el alabastro y la arcilla chamota.

El Museo San Telmo de Donostia, entre junio y septiembre, exhibe Una conversación. Eduardo Chillida y las artes de su tiempo (1950-1970). Centrada en sus primeras décadas, esta exposición nos traslada a la época en la que se definen sus ideales estéticos, su imaginario plástico, sus valores y sus tendencias.

El Museo de Bellas Artes de Bilbao, entre junio y octubre, acoge la exposición Chillida-Ortega Muñoz en la que el historiador Javier González de Durana propone un cara a cara con diferentes analogías entre Chillida y Godofredo Ortega Muñoz, conocido por sus pinturas de paisajes.

Y ya entre noviembre y enero de 2025 tendrá lugar Chillida. Usos aplicados en el Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco. Artium Museoa, en Vitoria-Gasteiz. Una exposición que presentará la faceta de Eduardo Chillida como ilustrador y forjador de formas e iconos bidimensionales, con un Chillida 'aplicado' a través de numerosos diseños de emblemas, logotipos y sellos.

Siete obras imprescindibles de Chillida en España

Recorrer las obras de Eduardo Chillida en España es una experiencia que combina arte, historia y paisaje. Cada escultura ofrece una perspectiva única sobre el espacio y la forma, reflejando la visión innovadora del artista donostiarra. Celebrar el centenario de Chillida es una oportunidad perfecta para redescubrir su legado y apreciar la belleza y el significado de sus creaciones en su entorno original. 

Para él, el espacio donde se ubican sus piezas es fundamental, y mientras algunas se levantan en plena naturaleza, otras están hechas para parar el tiempo en medio de las urbes. Si quieres conocer algunas de sus obras más representativas, aquí tienes siete ejemplos de lo mejor de Chillida.

El Peine del Viento, en Donostia

Ubicada al final de la Playa de Ondarreta, esta obra es quizás la más emblemática de Chillida. Compuesta por tres esculturas de acero incrustadas en las rocas y enfrentando al mar Cantábrico, El Peine del Viento interactúa con el entorno natural de una manera única, creando un diálogo entre el arte y la naturaleza. Fue instalada en 1977 en colaboración con el arquitecto Luis Peña Ganchegui y se ha convertido en un símbolo de San Sebastián. Los días de fuerte oleaje, el viento y el agua que pasan a través de las esculturas ofrecen un espectáculo impresionante.

Elogio del Horizonte, en Gijón

Esta monumental obra se encuentra en el Cerro de Santa Catalina, en Gijón. Elogio del Horizonte es una estructura de hormigón de 10 metros de altura que enmarca el cielo y el mar, invitando al visitante a reflexionar sobre el espacio y el infinito. Creada en 1990, su forma semicircular abraza el horizonte del mar Cantábrico haciendo que el sonido del viento se amplifique dentro de la estructura, una experiencia que conecta al espectador con el entorno.

Monumento a la Tolerancia, en Sevilla

Situada junto al río Guadalquivir, en el Muelle de la Sal, esta escultura de granito destaca por su simplicidad y profundidad conceptual. Monumento a la Tolerancia fue creada en 1992 para conmemorar la Expo '92 de Sevilla y representa la convivencia entre culturas y religiones, un mensaje relevante y poderoso en el contexto de la rica historia de Sevilla. La obra, de seis metros de altura, se integra perfectamente en el paisaje urbano y se ha convertido en un punto de reflexión y encuentro para los sevillanos que desde esta orilla miran hacia Triana.

Elogio del Agua, en Barcelona

En el parque de la Creueta del Coll, en Barcelona, encontramos Elogio del Agua, una obra de grandes dimensiones que parece flotar suspendida sobre un estanque. Inaugurada en 1987, esta pieza en hormigón de 54 toneladas está diseñada para que los visitantes puedan observarla desde diferentes ángulos y perspectivas. Su relación con el agua, un elemento que Chillida consideraba vital, simboliza la conexión entre el arte y la naturaleza, ofreciendo un espacio de tranquilidad en medio de la ciudad.

Gure Aitaren Etxea, en Gernika-Lumo

En el Parque de los Pueblos de Europa, en Gernika-Lumo, Gure Aitaren Etxea se levanta como una gran escultura en hormigón que rinde homenaje a la paz y a la convivencia. Creada en 1988, su nombre se traduce como La casa de nuestro padre y simboliza el hogar común de todos los seres humanos. Esta obra se encuentra en un lugar de gran carga histórica y emocional, y fue encargada por el Gobierno Vasco para conmemorar el 50 aniversario del bombardeo de Guernica.

Lugar de Encuentros III, en Madrid

También conocida como La Sirena Varada y ubicada frente al Museo de Ciencias Naturales, esta es la primera estructura en hormigón de Chillida. Fue creada para ocupar exactamente ese lugar, en el Paseo de la Castellana y colgando del paso elevado de Enrique de la Mata Gorostizaga. Lugar de Encuentros III fue instalada en 1971 y representa la conexión y la intersección de caminos, un tema recurrente en la obra de Chillida que habla de la interacción humana y los espacios compartidos. Sus formas geométricas y robustas son un contraste interesante con el entorno urbano de Madrid.

Homenaje a Jorge Guillén II, en Valladolid

Ubicada a un paso del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, Homenaje a Jorge Guillén II es una escultura en acero inaugurada en 1990. Esta obra rinde tributo al poeta Jorge Guillén, amigo cercano de Chillida, y la encontrarás en la calle peatonal Cadenas de San Gregorio. La escultura se caracteriza por sus formas geométricas entrelazadas, que representan la conexión entre la poesía y la escultura, y se encuentra aquí por ser la ciudad natal del poeta de la Generación del 27.