Los 11 mejores lugares para bucear en España

Si queremos bucear en España tenemos dos factores fundamentales que la convierten en un destino propicio: uno, su geografía está rodeada de agua y cuenta con dos importantes archipiélagos; y dos, tiene un clima lo suficientemente benévolo como para permitir este deporte en prácticamente cualquier época del año. Si a eso le sumamos las zonas protegidas y consideradas Reserva Marina, tenemos todos los ingredientes para conseguir un buceo de calidad.

Un buceo tan bueno que los amantes del submarinismo encuentran aquí varios de los mejores puntos de inmersión de Europa, si no los mejores. Muchos están en la península ibérica, pero otros tantos se reparten entre las Islas Baleares y las Islas Canarias. Por lo que si tienes la licencia Open Water o una superior, o simplemente quieres realizar un bautismo para probar de qué va esto de adentrarse en el mundo submarino, aquí tienes 11 destinos de buceo españoles con los que saciar tu sed de burbujas por todo lo alto.

El Hierro es uno de los destinos más deseados por los amantes del buceo. Sus fondos volcánicos y sus aguas cristalinas a 21º de media acogen una gran variedad de vida marina, incluyendo algunas especies tropicales. La Reserva Marina del Mar de Las Calmas, en el sur frente al pueblecito pesquero de La Restinga, es el mejor punto de buceo de toda la isla. Con suerte podrás ver algún tiburón solrayo.

Siete islotes forman uno de los mejores lugares para bucear del Mediterráneo occidental. Fue escondite de piratas durante siglos y desde 1983 está prohibida la pesca, formando una Reserva Marina desde 1990 repleta de vida. Verás grandes meros, barracudas, campos de posidonia, corales, estrellas de mar y mucho más, incluso con suerte algún pez luna. Es un lugar imprescindible para los aficionados al submarinismo.

En la costa andaluza hay varios puntos con buen buceo, pero La Herradura, entre Almuñécar y Nerja, es uno de los que más destacan. Hay dos cabos de especial fama, Punta de la Mona y el Cerro Gordo. Son inmersiones de paisaje rocoso y la propia bahía deja aguas tranquilas para la práctica del buceo. Hay diversos puntos de inmersión, pero en Mola Mola Point y Piedras Altas es posible encontrar peces luna en primavera y verano.

Un pequeño archipiélago que surge prácticamente enfrente de Castellón capital, a 49 km de la costa. Una Reserva Marina de origen volcánico que gracias a su aislamiento es hogar de una variada vida marina compuesta por meros, espetones, sargos reales, palometas, morrajas, brótolas, jureles y pulpos, por citar algunos ejemplos. La Ferrera, La Isla Grande, La Foradada y el Carallot son sus islas más destacadas y es Reserva Marina desde 1995.

Hay quien dice que es el mejor destino de buceo de toda Europa, pues si el Cabo de Palos ya es un tesoro submarino, las Islas Hormigas son su mayor exponente. La Reserva Marina se estableció en 1995, abarca 19 km2 y goza de una espectacular diversidad biológica. Una cadena montañosa submarina en la que se pueden ver desde grandes meros y barracudas hasta dentones, atunes o algún pez luna, además de grandes cardúmenes.

Es difícil elegir un solo sitio para bucear en las Baleares, pero quizá Menorca debería encabezar tu lista. Aquí la visibilidad es enorme, puede alcanzar los 50 metros, y sus inmersiones se caracterizan por sus llamativas cuevas y grutas submarinas, algunas con bolsas de aire en las que se puede emerger. Es fácil encontrar bancos de barracudas, sargos, meros, atunes y pequeños pero llamativos nudibranquios. 

Dentro del Parque Nacional de las Islas Atlánticas encontramos las Islas Cíes, un lugar protegido que conserva una vida submarina muy especial. Su ubicación hace que sus aguas se llenen de nutrientes y, donde hay comida, hay vida. La flora es tan llamativa como la fauna, las algas pardas crean auténticos bosques y en ellas moran pulpos, congrios y bogavantes, además de multitud de pequeños peces. Junto a las anémonas no es raro encontrar caballitos de mar.

Cabo de Gata es conocido por su espectacularidad geográfica, entre la costa y el desierto. Pero el espectáculo continúa bajo el agua. Aquí vas a encontrar extensos campos de posidonia donde se esconden meros, morenas y crustáceos. Verás paredes de piedra en las que merece la pena detenerse en busca de vida pequeña y un pecio a 40 metros en Punta Baja que hace las delicias de los más expertos.

Tarifa es famosa por su viento, pero también por sus fondos marinos. Además, si las condiciones son buenas, no hace falta buscar mucho para encontrar tortugas, rayas, pulpos o incluso delfines. Si hay una inmersión que destaca sobre todas las demás es la del pecio de San Andrés, un viejo barco de vapor hundido en 1856 y cuyos restos son un poderoso reclamo para los buceadores más experimentados.

Además de en Menorca, si queremos bucear en las Baleares tampoco deberíamos pasar por alto Formentera. La visibilidad puede alcanzar también los 50 metros y bajo el agua encontraremos igualmente cuevas, paredes y acantilados. El agua es templada y se puede permitir el lujo de colgar el cartel de “abierto todo el año”. Aquí, además de campos de posidonia y abundante fauna marina, también encontramos importantes pecios, como el Don Pedro de 147 metros de eslora hundido en 2007. 

La isla de Gran Canaria es un buen destino de buceo para quienes disfrutan bajando a descubrir pecios. Hay un gran número de ellos pero en Mogán destacan dos, el Cermona II y el Pecio Viejo. Dos barcos hundidos deliberadamente para fomentar el turismo subacuático, una técnica a la que no le falta su controversia. Pero en cualquier inmersión la vida marina está asegurada, sobre todo en las costas este y norte de la isla, donde no es raro encontrar roncadores, peces trompeta, viejas y chuchos, como se conoce a las rayas en Canarias.