Baleares para senderistas: rutas y caminos para recorrer Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera

Senderismo en Cala Deià, Mallorca.

Roberto Ruiz

Seguro que si te preguntan por las Islas Baleares pensarás en playas, en calas de agua turquesa, en pueblos llenos de encanto y en una gastronomía de fuerte personalidad. Incluso dependiendo de la isla, también te vendrá a la mente la fiesta y el turismo extranjero. ¿Pero sabías que estas islas también son capaces de cautivar a los amantes del senderismo? Un buen número de rutas nos pueden llevar a recorrer su orografía, sus paisajes, sus bosques y sus acantilados para así siempre contar con una alternativa a sus solicitadísimas playas, especialmente en verano.

La naturaleza de las Islas Baleares se merece ser descubierta a pie y, como verás, tanto Mallorca como Menorca, Ibiza y Formentera ofrecen kilómetros y kilómetros de senderos para acercarnos a sus costas más salvajes y sus secretos mejor guardados. De manera que solo tendremos que calzarnos las botas de trekking, ponernos ropa cómoda y optar por alguna de estas rutas para descubrir algunos de los paisajes más atrayentes que esconde el Mediterráneo.

Mallorca, donde la sierra y el mar van de la mano

La mayor de las Islas Baleares, Mallorca, tiene opciones para todos los gustos, pero si hay un paraje que siempre llama especialmente la atención, tanto por sus pueblos como por su naturaleza, ese es el de la Serra de Tramuntana. Declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, es un lugar perfecto para adentrarnos en la flora y fauna insular, pues la Ruta de Piedra en seco (GR 221), de unos 90 kilómetros, reúne grandes valores patrimoniales de la isla. Va de Andratx a Pollença, nos permite descubrir diferentes paisajes de piedra seca de la sierra mallorquina, conocer sus costumbres, su arquitectura y sus tradiciones, y nos lleva por municipios como Valldemossa, con sus calles empedradas, y el conocido monasterio de La Cartuja. El Coll de ses Cases de Neu, con poco más de 1.200 metros de altura, es el punto más elevado de la ruta.

Por otro lado, e igualmente recomendable, encontramos el Camí de l'Arxiduc, un sendero que sigue la costa rocosa desde Valldemossa hasta Deià y que lleva el nombre del archiduque Luis Salvador de Austria. Varios puntos de la ruta nos asoman a algunos de los mejores miradores al Mediterráneo que podemos encontrar en la isla, marcados por escarpados acantilados.

La Menorca de los senderistas

Como en el resto de las islas, muchos de los que llegan a Menorca lo hacen atraídos por sus espectaculares calas y playas. Y es totalmente comprensible. Pero la segunda isla más grande de Baleares ofrece también interesantes opciones de senderismo, como el Camí de Cavalls (GR 223). Este sendero histórico de 185 kilómetros, hoy restaurado y señalizado, rodea por completo la isla siguiendo su perímetro. Se divide en 20 tramos y nos lleva por las principales calas, pinares, acantilados, asentamientos talayóticos, torres de defensa y hábitats de Menorca. Forma parte de la Reserva de la Biosfera y sus orígenes lo encontramos en el año 1330, cuando el rey Jaume II estableció la vigilancia de la isla a través de este sendero para protegerla de posibles invasiones.

Como alternativa, siempre disponemos también del sendero de la Albufera des Grau, que nos lleva por el Parque Natural que le da nombre, y con el que descubriremos la Menorca de las lagunas, las dunas y la vida silvestre gracias a la amplia variedad de aves que recoge esta otra Reserva de la Biosfera.

Ibiza y su cara más verde

Más allá de la imagen fiestera que muchos tienen de Ibiza, la tercera isla en tamaño del archipiélago balear también cuenta con una alternativa natural llena de bosques, campos, valles y costas que nos ayudan a desconectar de todo lo demás. Y para acercarnos a ellos, nada mejor que rutas como las del Ojo de Es Vedrá. El objetivo de este sendero es llevarnos hasta la formación rocosa, en forma de ventana, que le da nombre. Aunque para llegar hasta allí primero caminaremos a lo largo de acantilados y colinas, desde donde disfrutaremos de unas espectaculares vistas de Es Vedrá, un islote rocoso lleno de leyendas, enigmas y energías que atraen a quienes quieren vivir una experiencia espiritual. Pero sea tu caso o no, lo que sin duda encontrarás serán grandes momentos de paz y serenidad en un paraje que te costará olvidar.  

Formentera, tiempo de relax

Formentera, la isla que ocupa la cuarta posición en tamaño en Baleares, se ha convertido en los últimos años en refugio de moda para aquellos que buscan escapar de las prisas y el ajetreo del día a día. Dicen que aquí el tiempo tiene otro ritmo y todo cunde mucho más que en cualquier lugar. De manera que si optas por sus 32 rutas verdes y sus 130 kilómetros de senderos, descubrirás una isla que invita a dejar el reloj en casa. 

Sus caminos permiten llegar hasta zonas privilegiadas y un buen ejemplo de ello es el sendero de La Mola. A través de él podemos recorrer buena parte de Formentera y rodearnos de paisajes que se dejan abrazar por el mar Mediterráneo, llegando a pueblos llenos de encanto y lugares de interés como el Faro de La Mola, que desafía a la gravedad desde lo alto de un acantilado. Pero no sin antes atravesar colinas, pinares y campos de plantas aromáticas que se quedarán en nuestra memoria olfativa para siempre.

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