Cinco playas de España que también son perfectas para visitar en invierno

Playa de Cofete, en Fuerteventura

Elena Segura

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Si te has cansado de frío y destinos de montaña y nieve y lo que te apetece es disfrutar de la arena de la playa y un clima cálido sin aglomeraciones, en invierno es posible en España en muchos destinos. La costa española nos brinda en algunas zonas la posibilidad de encontrar algo de sol en invierno para huir de las bajas temperaturas. Dependiendo del lugar y del mes, podemos tener la suerte de poder sacar el bañador y el protector solar de la maleta, y olvidarnos de los guantes, las bufandas y el abrigo por unos días para descansar al sol o practicar algún deporte náutico.

Te proponemos cinco playas que no te defraudarán para pasar un tiempo de relax y desconexión, aunque con 8.000 kilómetros de litoral regado por el Mediterráneo, el Atlántico y el Cantábrico, hay muchas más y la lista podría ser mucho más larga:

Playa de Cofete (Fuerteventura)

Hemos seleccionado la Playa de Cofete, pero cualquiera en el Archipiélago canario podría valer. Con unos 22º de temperatura media todo el año y más de 3.000 horas de sol, tenemos más de 1.500 kilómetros de costa y 500 playas para escoger. Desde pequeñas calas escondidas entre acantilados, playas infinitas de arena fina y dorada, playas rodeadas de dunas, playas urbanas o playas volcánicas con infinidad de paisajes y entornos diferentes.

La Playa de Cofete es la más extensa de Fuerteventura, con sus 14 kilómetros de arena virgen y 50 metros de ancho. Se trata de una bella playa natural presidida por el macizo montañoso de Jandía y el Roque Moro. La cercanía con Villa Winter, construida por un ingeniero alemán y rodeada de historias relacionadas con la II Guerra Mundial, le da un toque misterioso.

Es una de esas playas en las que podemos bañarnos en pleno invierno. Eso sí, ten en cuenta que las aguas atlánticas son más frías, están sometidas a fuertes corrientes y rachas de viento, además de grandes olas. Si lo que te gusta es surfear, es una playa idílica para hacerlo, aunque la más famosa si eres principiante es la del Cotillo, en la misma isla.

Cala Tortuga (Menorca)

También en una isla, pero en Balears, encontramos Cala Tortuga (también conocida como Capifort) en Menorca. En la costa norte de la isla, se trata de una playa paradisíaca totalmente virgen. La cala está ubicada en el parque natural de la Albufera des Grau, en el Arenal de Morella. Uno de sus principales atractivos es su belleza natural y salvaje, alejada de edificaciones y los núcleos urbanizados, con aguas cristalinas y un fondo marino donde podrás encontrar algunas praderas de posidonia. En la cala, no puedes dejar de visitar el Faro de Favaritx.

Tal y como explican desde la página de Turismo de Menorca, “cuando te salgas del camino principal, es importante que respetes siempre la naturaleza y camines por los senderos marcados, pues de lo contrario se producirá erosión”. En invierno sí que está abierto el aparcamiento, pero entre junio y septiembre solo se puede acceder a esta cala en un autobús desde Mahón.

Para los más deportistas hay otra opción, alquilar un kayak en Es Grau y hacer el trayecto remando hasta Cala Tortuga, una travesía que dura cerca de hora y media, pero que es muy recomendable por los preciosos paisajes que vas dejando atrás hasta llegar a tu destino. En cualquier caso, no olvides echar en la mochila algo de comida y agua, ya que no encontrarás muchos servicios en los alrededores. Si viajas con niños puedes estar tranquilo, pues es una cala poco profunda.

Playa de Mónsul (Cabo de Gata, Almería)

En la Península, no podemos dejar de nombrar a las playas de Cabo de Gata, en Almería. La Playa de Mónsul es una de las más famosas del parque, pero no es la única, igual de interesantes pueden resultar la de los Genoveses, Los Muertos, Rodalquilar, La Isleta del Moro, Las Negras o Los Escullos.

Pero probablemente la Playa de Mónsul sea la más conocida de todo el Parque. Es la más típica en las postales y ha sido escenario en multitud de ocasiones de anuncios e incluso de películas como 'Indiana Jones y la última cruzada'. Está rodeada de formaciones de lava erosionada, aguas cristalinas y arena fina y dorada. No es una playa muy larga, sus 400 metros de extensión están presididos por las rocas de origen volcánico y una gran duna de arena desde la que tendremos unas maravillosas vistas. El agua no es muy profunda y la temperatura es más bien templada y muy agradable.

Justo en el medio de la playa se levanta una enorme roca, la Peineta de Mónsul, que se ha convertido en símbolo y emblema no solo de esta playa sino de todo el Parque. Si escogemos alguna de las playas de Cabo de Gata como destino otro de los atractivos son las numerosas rutas que se pueden realizar por los alrededores.

Playa de La Arnía (Cantabria)

En esta playa ya no te prometemos una experiencia de baño en pleno invierno, pero sí que es de las más bonitas de España y merece la pena visitarla fuera de temporada, disfrutando de otras sensaciones y tonalidades en el paisaje. A 17 minutos en coche de Santander y 3 kilómetros de la localidad de Soto de la Marina, encontramos esta playa con unos paisajes muy interesantes y salpicada de islotes.

La playa está ubicada en el parque geológico Costa Quebrada, con sus espectaculares acantilados sometidos a la fuerza sobrecogedora del agua en esta parte de la costa. En verano es difícil encontrar un hueco en esta playa, pero durante los meses de otoño e invierno podemos encontrarnos solos en ella para disfrutar de un paseo al atardecer o cualquier otro momento del día.

Si te gusta el senderismo, puedes aprovechar para hacer la ruta de 6 kilómetros que une esta playa con la de Somocuevas. Puedes hacer el trayecto, siguiendo el borde del acantilado, en un par de horas.

Cala el Golfet (Calella d'en Palafrugell, Barcelona)

Es la más bonita de esta zona, aunque todas lo son en Calella. Es una playa pequeñita, con 75 metros de longitud y 20 de ancho. Es una cala virgen, sin servicios ni edificaciones alrededor. Ideal para perderse un rato. Sus aguas cristalinas invitan al baño y al buceo en cuanto el tiempo acompaña un poco. Se encuentra muy cerca de los famosos jardines de Cap Roig.

Si te apetece caminar, puedes llegar a la cala en una media hora a pie desde Port Bo. Y si vas en coche, encontrarás un aparcamiento arriba de la cala, a la que se accede por unas escaleras. En verano si no madrugas aparcar se convierte en misión imposible. Pero fuera de temporada es otra cosa.

Otro atractivo de recalar en esta zona en invierno, sobre todo en los tres primeros meses del año, es la Gaironada, la campaña gastronómica del erizo de mar, que se come acompañada de butifarra negra, ajos tiernos y pan.

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