Es difícil pensar en el turismo como una experiencia desagradable. Los viajes y escapadas han resurgido como una de las mejores alternativas para vivir nuevas aventuras, descubrir mundo o desconectar del ajetreo diario. Ya sea dentro del país o saliendo fuera, las vacaciones de verano se postulan como el periodo perfecto para organizar un viaje inolvidable.
Sin embargo, a veces es importante dejar las ganas de conocer a un lado y analizar con seriedad las opciones disponibles, ya que la masificación turística puede transformar tu inolvidable escapada en un viaje triste del que deseas volver a casa cuanto antes.
En los últimos años, Europa ha sido uno de los principales focos del turismo a nivel mundial. Un continente lleno de diferentes culturas y paisajes variopintos como este no pasa desapercibido para ningún viajante. El turismo se ha incrementado en algunos de los principales países y capitales del viejo continente hasta tal punto que es recomendable buscar una alternativa algo más desconocida y no tan masificada.
A la hora de escoger un destino, las capitales de países siempre son una opción segura y llamativa, ya que suelen ser la cara más visible del país. No obstante, si queremos huir de las ciudades masificadas, debemos pensar en no hacer lo que haría la mayoría. Por ello, estas son algunas de las ciudades menos recomendadas de visitar por la gran cantidad de turistas que te encontrarás al llegar.
Dubrovnik, Croacia
Dubrovnik, anteriormente denominada Ragusa en su traducción al castellano, es una de las ciudades turísticas más famosas del continente europeo y la más visitada de Croacia, país al que pertenece. Ubicada en el extremo sur del mismo, cerca de la frontera con Bosnia y Herzegovina y Montenegro, la urbe perteneciente al condado de Dubrovnik-Neretva acoge cada año a cerca de 35 turistas por cada habitante.
La denominada “perla del Adriático” ha ganado fama en estos años por el patrimonio histórico y cultural que esconde, ya que desde hace siglos distintas civilizaciones como bizantinos, venecianos y turcos han pasado por ella, enriqueciéndola culturalmente.
La muralla que rodea el casco antiguo de la ciudad o la isla de Lekrum que se encuentra frente a ella son algunos de los principales activos que llaman la atención de turistas durante cualquier época del año. Tanto es así, que la ciudad vieja de Dubrovnik fue declarada en 1979 Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Sin embargo, todas estas características la han vuelto también uno de los principales focos de turistas que se deciden a viajar por Europa. Por ello, existen increíbles alternativas por las que decidirse sin tener que salir de Croacia. Otras opciones a Dubrovnik son la inundada de joyas arquitectónicas y restos romanos Zadar, o el escondido y romántico pueblo de Rab en la isla del mismo nombre.
Venecia, Italia
Es imposible pensar en masificación turística sin acordarse de Venecia. La ciudad italiana, famosa por sus canales, está edificada sobre el nivel del mar y ha sido durante años el destino obligatorio al que acudir al viajar por Europa. La urbe es famosa por sus casas al nivel del agua, por la gran cantidad de monumentos históricos que aún conserva o por la plaza principal a la entrada de la misma, la reconocida Plaza de San Marcos.
Durante el recorrido, es posible disfrutar del método de transporte más común de la metrópoli, las embarcaciones dirigidas por gondoleros por las calles marítimas que parten por el Gran Canal. La ciudad es además totalmente peatonal, el transporte por vehículos rodados está prohibido, por lo que las góndolas son la manera más efectiva de desplazarse de una punta a otra de la misma.
Sus características singulares, como los canales que la componen o la cantidad de monumentos históricos que aún siguen en pie a lo largo de toda la ciudad, la han vuelto uno de los principales atractivos de Italia, convirtiéndola en una ciudad más turística incluso que grandes nombres como Nápoles o Milán. Con una población estimada de unos 260.000 habitantes y con más de 20 millones de turistas al año, la proporción aproximada de 77 turistas por habitante la confirman como una de las urbes más masificadas de Europa respecto a su turismo.
Los llamativos canales son la principal característica de Venecia, sin embargo, no es la única ciudad de Europa que cuenta con recorridos acuáticos a lo largo de sus calles. Metrópolis como Hamburgo en Alemania, o Brujas en Bélgica y Ámsterdam en Países Bajos, también cuentan con este atractivo y son una gran opción si quieres disfrutar de un viaje en barca alrededor de hermosas ciudades durante tus vacaciones.
Santorini, Grecia
El archipiélago más famoso del país heleno está formado por pequeñas islas volcánicas al sur del mar Egeo. Destacando por sus únicos paisajes y por sus antiguas construcciones, Santorini se ha convertido junto a su vecino Mykonos en un reclamo turístico para cada vez más viajeros.
Grecia, que destaca por sus bajos precios y por sus increíbles vistas, bebe de la cantidad de culturas que habitaron el territorio durante siglos, desde prácticamente los comienzos de la civilización moderna.
En la actualidad, los viajes en ferry son una alternativa fácil y popular para los turistas, y la accesibilidad del archipiélago la ha convertido en un destino típico de grandes embarcaciones. Por ello, la masificación turística en la zona ha llegado a tal extremo que es prácticamente imposible caminar por las calles en hora punta.
Con uno de los mayores ratios de turistas por habitante de Europa, el archipiélago de aproximadamente 16.000 habitantes recibe al año un estimado de 2 millones de turistas, dejando una relación de casi 130 turistas por cada habitante de la zona.
Lo cierto es que es difícil encontrar alternativas para este destino, por la singularidad y belleza del mismo, pero otras islas griegas como Naxos o Corfú son grandes alternativas.