Los viajes y la fotografía suelen ir de la mano. A todos nos gusta tener recuerdos de nuestros viajes y las fotos suelen ser la mejor herramienta para revivir esos destinos en un futuro. Lugares pintorescos, de especial belleza, lejanos o a los que es poco probable que quizá volvamos a ir. Sitios que además queremos compartir. Por eso los viajes y las fotos van siempre juntos.
Pero hay fotos y fotos, y las de los viajes requieren un cuidado especial. Solo así conseguiremos que sean fotos que cuenten historias, que trasladen hasta un lugar concreto y a un momento en particular. Son fotos que pueden ser capaces de recordar olores, músicas o idiomas desconocidos. Incluso sabores. Por eso es importante que tengamos en cuenta estos consejos básicos para mejorar tus fotos de viajes, porque conforme pase el tiempo agradeceremos que sean fotos capaces de hablar por sí solas.
No te obsesiones con que no puedes tener buenas fotos porque no tienes una buena cámara. Si tienes una buena cámara de fotos para viajar mejor que mejor, pero si prefieres utilizar tu teléfono móvil también puedes conseguir buenos resultados si sabes cómo. Si no estás feliz con tus fotos de viajes y las quieres mejorar los siguientes consejos te pueden ser de ayuda.
Huye de las multitudes
Sabemos que cuando se viaja a lugares turísticos esto es fácil de decir pero difícil de conseguir. Todo el mundo quiere tener su foto con ese edificio, con ese lago, ese monumento o ese cuadro. Y todo el mundo, como movido por una fuerza superior, tenderá a ponerse justo delante de tu foto, haciendo imposible que tengas el objeto a fotografiar solo para ti.
Si quieres tener una buena foto busca una manera de evitar las multitudes, buscando una perspectiva o un ángulo diferente. Quizá un encuadre más abierto en el que la gente pase a formar parte de la foto quede mejor, o quizá puedas ocultar a esa gente poniendo en primer plano alguna otra cosa que los tape (un árbol, una fuente, una piedra…). Todo sea por no conformarte con una foto llena de cabezas cortadas de desconocidos. Haz por conseguir una foto lo más limpia posible, y si sale alguien que sea porque tú quieres que salga.
Viaja con un trípode
Lo sabemos, viajar con un trípode puede ser un incordio, pero hacerlo te permitirá tener unas fotos mucho mejores. Y no hace falta que tengas una gran cámara para que merezca la pena cargar con un trípode, te puede venir bien incluso si haces fotos con el móvil. Hay trípodes de viaje pequeños y ligeros que te pueden hacer un muy buen apaño.
Por un lado, un trípode te permitirá salir en tus propias fotos utilizando el temporizador de la cámara, pero con él también podrás hacer buenas fotos de paisajes, fotos en condiciones de poca luz, fotos con efectos de movimiento, etc. Y cuando decimos “poca luz” también incluimos la fotografía nocturna, pudiendo conseguir muy buenos resultados en fotos urbanas o en plena naturaleza.
Busca el mejor momento
Si quieres conseguir buenas fotos de viajes lo que más vas a necesitar, por encima de todo lo demás, es paciencia. Paciencia para que se quiten los grupos de turistas, paciencia para que aparezca en tu foto algo que aún no hay, paciencia para encontrar el momento adecuado… Recuerda que la mejor aliada para conseguir una buena foto es la luz y que todo depende de ella.
Por eso es importante buscar el mejor momento. Si madrugas verás que al amanecer las primeras luces te darán bonitos tonos cálidos y habrá menos turistas en forma de obstáculos. Tendrás esa ciudad para ti, o esa montaña, o ese edificio, o esas calles rurales con encanto. Nadie dijo que conseguir una buena foto no fuera a suponer un pequeño esfuerzo.
Piensa en la composición y el encuadre
Si consigues un buen encuadre ya tendrás hecho gran parte del trabajo para conseguir una buena foto de viajes. Una foto mal encuadrada es por definición una foto fea. Horizontes torcidos, elementos que se cortan, objetos que pierden protagonismo, fotos a monumentos en las que sale más suelo que monumento… Huye de todos estos errores si quieres conseguir una buena foto.
Piensa también en la composición y recuerda la teoría de los tercios. Esta teoría defiende (y demuestra) que si en una fotografía dibujas dos líneas verticales y dos horizontales, equidistantes entre sí, y sitúas el objeto a fotografiar en esas intersecciones, el resultado será mucho más bonito que si dejas el resultado en todo el centro. Prueba y verás.
Haz fotos distintas
No te conformes con la foto que hace todo el mundo. Por ejemplo, no le hagas una foto a la Torre Eiffel desde lejos y sin más. Busca opciones diferentes. Quizá desde abajo con un gran angular, quizá sacándola reflejada en un charco o una fuente, quizá enmarcándola entre los barrotes de una verja o las ramas de un árbol, quizá dándole protagonismo entre otros objetos que salgan más cerca y desenfocados… Algo que se salga de lo normal.
No está mal hacer las fotos de siempre, de hecho será la mejor manera de asegurar resultados a la primera, pero prueba y arriesga a hacer fotos distintas. Serán capaces de transmitir muchas más sensaciones que las fotos que tiene todo el mundo.
Planifica e inspírate
Si vas a un destino desconocido, igual que vas a preparar el viaje investigando sobre qué ver y qué hacer aquí o allá, también puedes hacerlo con las fotos. Infórmate sobre los mejores sitios y los mejores momentos para hacer fotos. Quizá a una determinada hora los rayos de sol inciden justo en un campanario, o un determinado día de la semana se celebra un colorido mercado de flores, o al atardecer desde una determinada montaña se puede ver cómo el sol dibuja la silueta de los elefantes, y así podríamos poner infinidad de ejemplos.
También puedes buscar inspiración viendo y aprendiendo de las fotos de los demás. Puedes coger ideas buscando fotos de tu destino a visitar y hacer tus propias versiones. Flickr, 500px o Instagram pueden ser buenos recursos si quieres mejorar las fotos de tus viajes.