Nueve cosas que descubrir de Montenegro en un viaje 'pospandemia'

La Bahía de Kotor, en Montenegro

Roberto Ruiz

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Montenegro no es un destino especialmente turístico, no al menos para los viajeros de occidente. Es un país que conserva una cultura muy auténtica, con un marcado pasado comunista pero abierto para dar sus encantos a conocer. Es posiblemente uno de los países más desconocidos de los Balcanes y por eso mismo te sorprenderá conocer algunas de sus particularidades en cuanto podamos volver a viajar.

Hemos listado aquí nueve características que incrementarán tus ganas de visitarlo en un viaje ‘pospandemia’. Así podrás descubrir el verdor de su naturaleza, su arquitectura medieval, sus 300 km de costa, su historia más viva y siempre, además, en uno de los destinos más accesibles y económicos del continente europeo.

Su historia, clave para entenderlo todo

No se puede llegar a Montenegro sin saber a dónde se llega, qué es y qué fue durante al menos su pasado más cercano. Junto a Bosnia y Herzegovina, Macedonia, Serbia, Croacia y Eslovenia formó parte de la República Federativa Socialista de Yugoslavia. En 1991 las dos últimas se independizaron y en 1992 lo hicieron también Bosnia y Herzegovina y Macedonia. Desde ese momento Montenegro y Serbia se quedaron en solitario formando la nueva República Federal de Yugoslavia, y más tarde el Estado de Serbia y Montenegro. Montenegro declaró su independencia en junio de 2006 y tras solicitar su entrada en la Unión Europea desde 2010 se le considera ‘candidato oficial’.

Con Euro sin ser Eurozona

Esta es una de las primeras curiosidades que descubrirás cuando visites Montenegro: este país no acuña moneda propia. Después del dinar yugoslavo y tras la desintegración de Yugoslavia, de 1996 a 2002 Montenegro tuvo como moneda oficial el Marco alemán. Pero a partir de marzo de 2002 y con el visto bueno del Banco Central la moneda oficial montenegrina pasó a ser el Euro. Y no, Montenegro ni pertenece a la Unión Europea ni a la Eurozona, pero la decisión facilitó mucho las cosas a la entrada de turistas europeos.

Montenegro se llama Montenegro y el nombre no es español

Con este nombre cualquiera podría pensar que a Montenegro le viene el nombre por alguna pasada presencia española a lo largo de la historia en su territorio, o que solo es conocido como tal en castellano. Pero la realidad es que ese es su nombre más internacional y su origen no es español. De hecho, tanto en inglés como en alemán también es conocido como Montenegro. El responsable de esto es la República de Venecia, quien mantuvo su hegemonía sobre las costas orientales del Adriático y tradujo Mons Niger (‘montaña negra’ en latín) como Montenegro, en véneto. En montenegrino, de hecho, Montenegro se conoce como Crna Gora.

Sveti Stefan, el pueblo isla hotelero

Es uno de los enclaves más pintorescos y llamativos del país. Lo que antes fue una isla, aunque ahora esté unida al continente por un istmo, fue un pequeño pueblo pesquero ya en el siglo XV. De entonces se conservan calles, muros y fachadas, pero desde mediados del siglo XX Sveti Stefan (San Esteban) es un lujoso complejo hotelero, el más exclusivo de la costa de Montenegro. Durante décadas fue muy popular entre las celebridades y hoy, por muy bonito que sea, tendrás que observarlo desde la distancia.

Hogar del fiordo más meridional de Europa

Raro será que busques información sobre la bahía de Kotor y no termines en algún artículo que la describa como ‘el fiordo más meridional de Europa’. Esta entrada del mar, también conocida como las Bocas de Kotor, penetra en la tierra a lo largo de 28 km, dejando una costa total de 107 km. Su espectacularidad se acentúa al estar rodeada por las montañas de los Alpes Dináricos y en su interior queda dividida en diferentes bahías de menor tamaño.

Montenegro es Jaén

Muchas similitudes no tienen, pero Montenegro sí se parece a la provincia de Jaén si tenemos en cuenta la superficie y el número de habitantes. El territorio montenegrino tiene una extensión de 13.812 km² y una población de unas 630.000 personas, unas cifras muy parecidas a las que encontramos en la provincia de Jaén y que deja una densidad de población de unos 45 hab/km². Montenegro es de hecho uno de los países más pequeños de Europa, solo por delante en superficie de Chipre, Luxemburgo, Andorra, Malta, Liechtenstein, San Marino, Mónaco y, evidentemente, Ciudad del Vaticano.

Pequeño pero con cinco Parques Nacionales

La naturaleza es uno de los grandes valores de Montenegro y para preservarla, en su pequeña superficie, hay declarados cinco Parques Nacionales. Es el paraíso de los senderistas y los amantes de las montañas, los bosques, los lagos, los ríos y el aire puro. Entre los Parques Nacionales de Durmitor, Biogradska Gora, Lovcen, Prokletije y el del lago Skadar hay donde elegir si vamos en busca de paisajes verdes.

Kotor es uno de los lugares más turísticos de los Balcanes

Montenegro no es un país especialmente turístico, pero sin embargo Kotor es uno de los lugares más visitados de los Balcanes. Una ciudad medieval, con sus murallas, callejuelas, plazas e iglesias, y una clara influencia veneciana de un pasado que no puede disimular. Una ciudad con vida y mucho ambiente a todas horas entre bares y música en directo. Una pequeña joya que el país mima con cuidado dado su potente magnetismo turístico y cultural.

En Ulçin puedes ir a Albania sin cruzar la frontera

Una cosa es visitar Montenegro y otra visitar Albania, pero en Ulçin puedes tener una buena idea del país vecino sin llegar a cruzar la frontera. Aquí un porcentaje mayoritario de la población es albanés, así como de religión musulmana. Su silueta la dibujan los minaretes de sus numerosas mezquitas y el ambiente por las calles tiene un aire mucho más oriental, desde la música hasta la comida. En verano su playa se convierte además en el lugar preferido de muchos kosovares.

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