Para todos los gustos y bolsillos: 15 restaurantes donde comer rico en Segovia y alrededores

Ruta gastronómica por Segovia.

Roberto Ruiz

26 de abril de 2024 22:52 h

Segovia es una de las ciudades más visitadas de Castilla y León. Motivos no le faltan. Su acueducto romano, su alcázar de cuento y su monumental catedral hacen que cualquier visita esté más que justificada. Pero es que además posee un casco histórico sacado de otra época, tiene al lado pueblos llenos de encanto y está a tiro de piedra desde Madrid, con conexión de AVE incluida. Y, por si fuera poco, como orgullosa representante de la gastronomía castellanoleonesa, en Segovia se come estupendamente bien.

Segovia no es grande, supera por poco los 50.000 habitantes, y al mismo tiempo que resulta una ciudad fácilmente abarcable, su tamaño no le impide contar con restaurantes de todo tipo, desde alta cocina para las citas más especiales hasta asadores populares donde disfrutar relajadamente entre amigos. Y aunque en la ciudad encontrarás opciones variadas, ampliamos también un poco el radio en busca de más establecimiento a menos de 15 minutos del Acueducto: Zamaramala, Torrecaballeros, Valsaín y La Granja de San Ildefonso

Caracterizada por los asados y los guisos, la gastronomía segoviana presume de combinar ingredientes locales y técnicas culinarias tradicionales, perfectamente adaptada a las necesidades de la región. De este modo, sobre la mesa nunca van a faltar propuestas contundentes como el cochinillo o el cordero asado, la sopa castellana o los judiones de La Granja, siempre en compañía de vinos de marcado cuerpo.

Restaurantes en Segovia capital

Restaurante José María

Antes de entrar a descubrir nuevas ofertas gastronómicas, es inevitable comenzar por algunos de los restaurantes más clásicos y afamados de la ciudad. José María es uno de ellos, un lugar de tal categoría que desde hace unos años cuenta con su propia granja de cochinillos, de donde sale su plato más representativo: el cochinillo asado. Las sugerencias de su carta cambian cada temporada y también ofrece un menú degustación por 66€. Trata de no perderte la morcilla casera, el lomo de bacalao o la perdiz escabechada.

Mesón Cándido

La fama del Mesón Cándido ya es motivo de sobra para acercarse a conocerlo. A pesar de su tradición, tiene rivales culinarios importantes pero su ubicación junto al acueducto, su terraza, su edificio del siglo XVII y su clásica decoración bien merecen una visita. Cándido popularizó la cocina segoviana con la siguiente imagen: cortando el cochinillo asado ante los comensales con un plato para demostrar su crujiente exterior y su ternura interior, y después estrellando el plato contra el suelo. Dicho esto, ya sabes cuál es su receta estrella, pero además de una amplia variedad de carnes, donde destacan tanto la perdiz como el pato y el chuletón, apuesta por pescados preparados con esmero, los imprescindibles judiones o las ensaladas de temporada.

Villena 

No todo es cochinillo en Segovia. Villena es considerado uno de los mejores restaurantes de Segovia, y no por casualidad: hasta hace unos años ostentó la única Estrella Michelin de Segovia. Aquí no disponemos de carta sino de dos opciones de menú degustación, un Menú Esencia de 70€ y un Gran Menú de 120€, cuyos platos cambian según la temporada. Su cocina es innovadora y creativa, basada en productos frescos, y busca ofrecer una experiencia gastronómica única, difícil de encontrar en el resto de la ciudad. Se ubica en la iglesia rehabilitada del antiguo Convento de los Capuchinos, en pleno centro de la ciudad, y eso le permite transmitir un aura especial. 

Casa Silvano Maracaibo

Casa Silvano Maracaibo, conocido directamente como Maracaibo, cuenta con un merecido reconocimiento en la ciudad de Segovia. Combina tradición culinaria local con influencias internacionales y, aunque en su carta encontrarás una amplia variedad de platos, es cierto que sus asados y sus carnes a la parrilla son sus productos estrella. Apuesta por la materia prima de la tierra, de proximidad, y los comensales disfrutan de un ambiente acogedor y familiar. En la carta no faltan los platos más típicos de la región, pero también descubrirás otras propuestas como la ensaladilla con caviar de erizos, la merluza con trigo o la oreja de cochinillo al vacío con salsa de zanahoria y trufa. Ah, y si vas en temporada de setas, ni lo dudes.

El Figón de los Comuneros

El Figón de los Comuneros no está entre los restaurantes más conocidos de Segovia, pero puede ser una grata sorpresa si te animas a probarlo. Es clásico, tanto en su ambiente como en su carta, y eso nos permite probar recetas tradicionales en estado puro. Dicho lo cual no sorprende que sus especialidades se basen en los judiones de La Granja, la sopa castellana, el cochinillo asado y el ponche segoviano; aunque también hay que prestar atención a las croquetas caseras, las alcachofas confitadas y las chuletillas de lechal. Tiene menú del día y los jueves ofrecen cocido completo.

Asador Maribel

Muy cerca del Acueducto encontramos el Asador Maribel, un restaurante que se ha hecho un hueco entre los más conocidos de Segovia por su interesante relación entre la calidad de sus productos y el precio de sus platos. Uno de sus pilares es su horno de leña, del que salen cochinillos y lechazos sin descanso, y además de disponer de carta ofrece dos menús temáticos: el segoviano, con judiones y cochinillo, y el Sacramenia, con cordero lechal. Merece la pena probar los torreznos –muy fritos–, las mollejas y la cecina; aunque la ensalada de perdiz escabechada o los huevos revueltos con morcilla no se quedan atrás.

El Sitio

A un minuto caminando desde la Plaza Mayor de Segovia se encuentra El Sitio, un lugar frecuentado tanto por locales como por turistas y que cuenta con dos espacios, un bar donde nunca faltan los pinchos y un restaurante para veladas más tranquilas. Un sitio auténtico y de decoración rústica que ofrece platos castellanos caseros llevados a cabo con productos de excelente calidad que son todo un homenaje a la cocina segoviana. Hay que mencionar el lomo en olla de barro, las patatas revolconas, los huevos rotos con jamón, los pimientos asados y las alcachofas confitadas; además de una amplia variedad de carnes y pescados. Pero sí, los asados y los judiones aquí también cautivan a quienes los prueban.

Casares

Muy cerca del acueducto encontramos Casares, otro gran clásico que nunca falla. Este restaurante ofrece una extensa carta donde todo el mundo encuentra su plato ideal, pues además de basar su oferta en la gastronomía tradicional segoviana, Casares también se vuelca con la cocina creativa mediterránea. Cuenta con un menú típico segoviano donde podemos elegir entre sopa castellana, judiones o ensalada de la huerta de primero, y cochinillo, bacalao o cordero lechal de segundo a un precio de 35€. Eso sí, es necesario reservarlo con 48 horas de antelación.

Restaurantes en Zamaramala

La Postal

En La Postal vas a disfrutar tanto con su comida como con sus vistas. Este restaurante panorámico se encuentra a las afueras de la ciudad, a cinco minutos en coche desde el Acueducto, y ofrece una fantástica perspectiva de Segovia, con el Alcázar en primer término y la catedral detrás. Además de la sala de su restaurante tiene la particularidad de contar con un vagón de tren de los años 50 convertido en restaurante y con capacidad para 52 comensales. Además de todo esto encontramos una carta bien nutrida que hace volver a quien la prueba. En ella destaca una variada oferta de degustaciones individuales con las que descubrir algunos de sus platos más representativos.

Restaurantes en Torrecaballeros

La Portada de Mediodía

La Portada es todo un clásico de Torrecaballeros, uno de esos restaurantes que atraen a sus comensales desde cientos de kilómetros si es necesario. Ya su finca es toda una delicia, acogedora y rústica, mientras que sus fogones armonizan la cocina tradicional castellana con platos cuidados y delicados. En su carta encontrarás grandes clásicos que siempre triunfan como la sopa castellana, los judiones, la morcilla casera, el bacalao gratinado, las verdinas con morretes o una amplia variedad de carnes a la parrilla. Los asados, si es que vas buscando cochinillo o cordero, conviene reservarlos con antelación.

El Rancho de la Aldegüela

Otro lugar de referencia en Torrecaballeros es El Rancho de la Aldegüela. A pesar de su amplitud mantiene un ambiente familiar, acogedor y rústico, por lo que resulta agradable para grandes grupos familiares. Los asados (por encargo) son una de sus especialidades, pero seguro que no te arrepentirás de pedir platos como sus finos aros de cebolla, las migas del pastor, los torreznos, la oreja de cochinillo o las verduras de temporada a la plancha. ¿Para terminar? Un ponche segoviano, cómo no.

Restaurantes en Valsaín

Las Palomas

Las Palomas es un lugar agradable y tranquilo, como toda la localidad de Valsaín. Cuenta con una buena terraza y abundante sombra, y con un cálido interior con amplios ventanales y vistas a la sierra. Se caracteriza por su comida casera con un toque novedoso y, ante la duda, apuesta por las croquetas, por el picadillo de matanza, por la morcilla o por las mollejas. Las ensaladas también son un acierto y si quieres asado, ya sea cordero o cochinillo, es conveniente reservarlo por teléfono.

Los Porrones

Los Porrones es posiblemente una de las opciones más populares que aquí te proponemos. Un restaurante de toda la vida, sin lujos ni pretensiones, pero donde se come muy bien entre amigos y familia a la sombra de sus árboles. Se ubica junto a la carretera que une Madrid y Segovia por el Puerto de Navacerrada y queda a solo unos pasos de los impresionantes pinares de Valsaín. En su carta encontrarás todo lo esperable de un lugar como este, desde huevos fritos con chorizo y lomo de matanza hasta ponche segoviano, pasando por sopa castellana y los imprescindibles judiones de La Granja.

Restaurantes en La Granja de San Ildefonso

Casa Zaca

Casa Zaca es uno de los mejores restaurantes de La Granja de San Ildefonso. Lleva abierto desde 1940 y, según se definen, son “tradicionalmente innovadores”. Aquí lo que prima es la comida de toda la vida hecha con mimo y cariño, algo que rápidamente sale a relucir cuando probamos alguno de sus guisos. Sus judiones –no podía ser de otro modo– son toda una referencia, pero también tienen renombre su torta de queso segoviano con mermelada de tomate y pan de arándanos, el rabo de toro al vino tinto o el pollo picantón guisado con piñones. En definitiva, comida casera de calidad preparada con esmero y profesionalidad.

La Fundición

La Fundición, o “la Fundi” para los amigos, tal y como su nombre indica, fue la antigua plomería del Real Sitio, construida en 1723 para dar servicio a los Jardines Reales y al propio Palacio Real. Las dependencias usan parte de la antigua fragua y áreas que también fueron hospital antes que restaurante, con dos salas y un agradable patio interior. Aquí encontrarás propuestas algo diferentes pero sin olvidar los ingredientes fundamentales, de modo que conviene no perderse las croquetas de judiones, el huevo con hummus, el rulo de cochinillo ahumado, los raviolis de rabo de toro o, de postre, la tarta fluida de quesos. Además de su comida seguro que también te llamará la atención la barra de su bar: una única lámina de álamo negro de cinco metros y medio de longitud.

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