La Sierra de Cazorla, como tal, es una comarca de la provincia de Jaén, pero tiene la peculiaridad de pertenecer al Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde 1983.
Un destino hecho para los amantes de las escapadas rurales, de los que gustan rodearse de naturaleza, bosques, ríos y cascadas, de los que aprecian un buen sendero y los que valoran encontrar fauna salvaje en su hábitat natural.
Si eso es lo que buscas para desconectar durante un fin de semana de relax, toma nota porque quizá Cazorla sea exactamente lo que estabas necesitando encontrar.
El pueblo de Cazorla y su Castillo de la Yedra
El pueblo de Cazorla, el que da nombre a la Sierra, rezuma encanto por los cuatro costados. Además de pasearlo con calma hay tres lugares que no te puedes perder: el Castillo de la Yedra, las ruinas de la iglesia de Santa María y la bóveda del río Cerezuelo.
Las casitas blancas de Cazorla parecen trepar por la ladera de la montaña bajo la atenta mirada del Castillo de la Yedra. Este castillo de origen árabe, aunque modificado hasta conseguir su aspecto actual durante la reconquista cristiana, alberga en su interior el Museo de Artes y Costumbres Populares del Alto Guadalquivir, pero la mejor imagen de él la conseguirás sin duda desde el balcón de Zabaleta.
La historia de la iglesia de Santa María y la bóveda del río Cerezuelo van de la mano. La iglesia es del siglo XVI, renacentista, y nunca se llegó a terminar de construir. Además, en 1694 una inundación le causó graves daños ¿Y por qué? Pues porque se encuentra construida sobre el río Cerezuelo. Como lo oyes. El río Cerezuelo divide el pueblo de Cazorla en dos y para salvarlo se construyó una enorme bóveda que lo encauza. Sobre ella se planificó una plaza y la construcción de la iglesia. A través de la Oficina de Turismo de Cazorla, que se encuentra en la propia iglesia, se pueden hacer visitas guiadas a la bóveda y es algo que no te deberías perder.
El sendero del río Cerezuelo
Una ruta muy popular, ya que sale desde el propio municipio de Cazorla y no ofrece ninguna dificultad. Tiene una longitud de 2,4 km y puede hacerse en menos de una hora. El sendero del río Cerezuelo nace a la espalda de las ruinas de la iglesia de Santa María y sigue el cauce del río atravesando una zona boscosa, cruzando sus aguas varias veces sobre puentes de madera. Para hacerla circular has de girar a la izquierda para bajar de nuevo hacia el lugar de partida, pero si prefieres prolongarla podrás girar a la derecha saliendo hacia el castillo y llegarás al municipio de La Iruela.
El nacimiento del Guadalquivir
Muchos vienen hasta aquí por el mero hecho de visitar el nacimiento del río Guadalquivir. Las aguas que toman aquí su cauce tienen por delante 657 km hasta su llegada al mar en Sanlúcar de Barrameda, por lo que ver sus primeros metros resulta emocionante. El camino hasta su nacimiento no tiene pérdida y se puede llegar en coche, realizando los últimos kilómetros por una pista de tierra sin dificultad.
Si seguimos por el mismo camino un kilómetro más allá llegaremos a la senda de los Tejos Milenarios, un bonito paseo que asciende por la ladera de la montaña hasta llegar a un pequeño grupo de enormes y viejos tejos.
El mirador de Félix Rodríguez de la Fuente
El mirador de Félix Rodríguez de la Fuente se encuentra en el embalse del Tranco, concretamente justo delante de la isla del Castillo de Bujaraiza, donde el mítico naturalista hizo estudios sobre el comportamiento del quebrantahuesos. De hecho, aquí se grabaron cinco de los episodios más conocidos de la serie de documentales “El hombre y la tierra”. Hoy con suerte podrás ver buitres leonados, varios tipos de águilas, milanos negros o azores, además de ciervos bajando a beber a última hora de la tarde.
Existe toda una Ruta de Félix Rodríguez de la Fuente que parte desde este mirador y bordea parte del embalse del Tranco hasta llegar al mirador de Cabeza de la Viña. Tiene una longitud de 18 km, pasa por varios miradores y te gustará saber que aquí nuestro “amigo Félix” rodó las famosas imágenes de la berrea de los ciervos en celo.
El sendero del río Borosa y la Cerrada de Elías
Si te gusta el senderismo esta ruta no te la puedes saltar. Este sendero es fácil y completamente llano, practicable para todos los públicos al transcurrir por una pista ancha. Es lineal, por lo que irás y volverás por el mismo sitio, y lo iniciarás junto a la antigua piscifactoría del río Borosa, convertida hoy en Centro de Referencia de la Fauna Acuícola de Andalucía. El sendero sigue el río a lo largo de 7,5 km pero no es necesario hacerlo entero si no tienes tiempo, con llegar hasta la Cerrada de Elías ya merecerá la pena.
Tras la primera hora de caminata verás que surge una senda hacia la derecha y tras unos minutos llegarás a la Cerrada de Elías, un pequeño cañón abierto por las aguas del río Borosa por el que una pasarela de madera nos permite seguir el cauce hasta salir de nuevo al camino principal. Esta es la parte más importante de la caminata y la ida y vuelta se puede hacer en unas 3 horas. Si quieres, aquí puedes descargar un PDF con toda la información de la ruta del río Borosa.
Sendero Cerrada del Utrero
Un sendero circular de 1,8 km que te llevará unos 45 minutos, fácil y cómodo de hacer, que nos guía por uno de los paisajes más espectaculares de la Sierra de Cazorla. La ruta rodea el alto Peñón de Lanchón, pasa frente a la cascada de Linarejos (o Cola de Caballo) y sigue parte del cauce que el río Guadalquivir ha horadado en la roca. Es un muy buen sitio para observación de aves rapaces.
Por cierto, al ser circular se puede hacer en ambos sentidos pero te recomendamos seguir el de las agujas del reloj, empezando a la izquierda del chiringuito Cerrada del Utrero, así cuando llegues al salto de agua la impresión será mayor.
Centro de Interpretación de la Cultura de la Madera
Una visita interesante y fundamental para comprender la importancia que tuvo la madera es la que deberías hacer al Centro de Interpretación de la Cultura de la Madera. Está en el poblado de Vadillo Castril, un asentamiento que estuvo muy vivo durante los años que un viejo aserradero estuvo en funcionamiento desde que terminó la Guerra Civil hasta 1988.
Fue de especial importancia para las Explotaciones Forestales de RENFE en la zona y hoy se ha convertido en un museo. Entre la maquinaria del antiguo aserradero, la historia y los trabajos del bosque, sus múltiples contenidos interactivos y la señalización turística del poblado podemos hacer un pequeño viaje por el que fue el principal complejo forestal del sur de España.