Con el comienzo del mes de septiembre, el final del verano se vuelve una realidad cada vez más próxima. Sin embargo, aún queda tiempo para planear una escapada de última hora antes de que comience el otoño, para lo cual hay que esperar hasta el próximo domingo 22.
Si el objetivo es preparar un pequeño viaje sin complicaciones, tanto España como el país vecino Francia tienen mucho que ofrecer. Desde hace años, múltiples enclaves cercanos a la frontera entre el país galo y España han destacado por sus costumbres únicas, sus costas mágicas y sus ciudades de gran atractivo turístico y cultural, que harán las delicias de todo aquel que decida visitarlas.
No obstante, organizar una escapada de última hora puede volverse una tarea algo complicada si uno no tiene claro qué ver o qué destinos turísticos visitar, ya que es sencillo terminar optando por destinos muy conocidos y no tan económicos, como Barcelona o Marsella, por ejemplo.
Para diversificar un poco y ahondar en lo menos conocido, proponemos tres destinos pintorescos y tranquilos entre España y Francia en los que realizar una escapada de última hora en septiembre, antes de que finalice el periodo estival.
Biarritz, Francia
Ubicada en la región de Nueva Aquitania, al suroeste de Francia, la ciudad costera combina modernidad y lujo con tradición y sencillez. El enclave forma parte del País Vasco francés, una región cultural que aglutina costumbres de las dos comunidades de las que recibe su nombre.
La ciudad sirvió como puerto ballenero durante décadas, hasta que la mujer de Napoleón III, la emperatriz Eugenia de Montijo, quedó enamorada de su costa y sus gentes después de una visita a mediados del siglo XIX.
Tras ello, la regente mandó construir una enorme residencia palaciega de verano junto al mar, el actual Hôtel du Palais, lo que impulsó al enclave hasta convertirlo en uno de los destinos turísticos más especiales del país.
Desde entonces, la ciudad ha destacado tanto por sus más de 6 kilómetros de costa, con playas de arena fina, acantilados y agua marina considerada terapéutica por sus propiedades, como por haberse erigido como un estandarte respecto a la moda y la gastronomía. Además, el surf es uno de los deportes más famosos en la zona, llegando incluso a ser considerada como la capital histórica de este deporte en Europa.
Uno de los principales atractivos de la tranquila urbe es la Roca de la Virgen -o Rocher de la Vierge en francés-, un arrecife rocoso que termina con una estatua blanca de la Virgen María con el Niño Jesús rodeados de agua. La escultura fue colocada a finales del siglo XIX para celebrar la llegada a salvo de los marineros a tierra.
Valle de Baztán, España
Situado al norte de la comunidad foral de Navarra, el Valle de Baztán es un espacio natural rodeado de pueblos con encanto y de gran cantidad de paisajes, ríos y zonas verdes de las que disfrutar en familia.
Alrededor de todo el Valle -también denominado la Suiza navarra-, es posible apreciar multitud de construcciones históricas como palacios, casonas, monumentos megalíticos e infinidad de tesoros naturales.
El enclave es considerado una de las cunas del euskera, y está dividido en 15 localidades agrupadas en 4 cuarteles distintos, cada uno con su historia y construcciones singulares. El área está dividida entre los siguientes territorios:
- Baztangoiza: Conformado por las localidades de Erratzu, Azpilkueta, Arizkun y Amaiur.
- Elizondo: Conformado por las localidades de Elizondo, Elbete y Lekaroz.
- Erberea: Conformado por las localidades de Irurita, Gartzain, Arraioz y Oronoz.
- Basaburua: Conformado por las localidades de Ziga, Aniz, Berroeta y Almandoz.
La zona destaca por su naturaleza única, entre la que se podrá disfrutar de cascadas, bosques y numerosas rutas de senderismo. Sin embargo, el Valle también destaca por su gastronomía, la cual se enfoca en los productos naturales obtenidos en los alrededores, como setas o sidra de origen local.
San Juan de Luz, Francia
Conocido por ser el lugar donde se celebró el matrimonio entre el monarca Luis XIV de Francia y la infanta María Teresa de España en el año 1660, San Juan de Luz es un pequeño pueblo en el departamento de los Pirineos Atlánticos, en la región de Nueva Aquitania.
El enclave, a menos de 30 kilómetros de la frontera con el País Vasco, combina ambas tradiciones de manera única. Muestra de ello es su gastronomía, en la que destacan los platos de marisco fresco.
Su cercanía con Biarritz -a 20 kilómetros- así como con otras localidades costeras tanto francesas como vascas de la zona lo vuelven un destino perfecto para organizar una buena ruta gastronómica
Una de las zonas más importantes del pueblo es su puerto, el cual fue el corazón de la ciudad durante siglos, y que además sirvió como base para los corsarios franceses durante las guerras italianas que involucraron a Francia, Corona de Castilla, Corona de Aragón, Sacro Imperio Romano Germánico, entre otros.
De igual manera, San Juan de Luz cuenta también con diferentes construcciones históricas, como la Iglesia de San Juan Bautista, en la que destaca el altar barroco. Otro de los puntos más destacados del pueblo es la Maison de l'Infante, una mansión del siglo XVII en donde residió María Teresa de España antes de casarse. La casa -hecha museo en la actualidad- muestra el estilo de vida de la nobleza de la época.