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Pocas ciudades hay tan singulares como la de Singapur. Esta ciudad-estado marca la diferencia entre los países colindantes inmersa en un ambiente de lujo, dinero y alto standing que la lleva a ofrecer cosas tan particulares y estrambóticas como sus Gardens by the Bay.
Gardens by the Bay, o lo que vienen a ser los Jardines de la Bahía, es un proyecto inaugurado en 2012 y llevado a cabo en un terreno ganado al mar. Una zona ajardinada de más de 100 hectáreas en la que la flora y la arquitectura son las principales protagonistas, y que se encarga de cerrar la isla de Singapur a la espalda del hotel Marina Bay Sands. Un lugar refrescante para los días de más calor, en el que huir del asfalto de la ciudad, y en el que sus árboles más famosos no son árboles, sino superárboles, enormes ejemplos de bioconstrucción sostenible.
Los Gardens by the Bay se componen realmente de tres jardines diferentes: el de la bahía central, el de la bahía este y el de la bahía sur; siendo este último el mayor y más importante de todos, y del que aquí te vamos a hablar. Todos los jardines están abiertos al público de forma gratuita y solo algunos de sus espacios tienen entradas de pago. Los jardines son para todos, tanto para los singapurenses como para los turistas, y se pueden disfrutar libremente a nuestro aire dentro de su horario de apertura.
A tu paso vas a encontrar todo tipo de vegetación, incluso espacios ajardinados temáticamente como los jardines japoneses, los infantiles, los escultóricos, los acuáticos o los que nos muestran la historia y cultura de Singapur. Pero si hay un sitio en el que querremos detenernos un buen rato, ese será el Supertree Grove, el área de los superárboles artificiales.
En esta parte del jardín tendremos que mirar arriba, bien arriba, si queremos descubrir una de las imágenes más famosas e icónicas de Singapur. Estos árboles realizados en acero y con núcleo de hormigón armado miden entre 25 y 50 metros de altura y están recubiertos por plantas. Concretamente por más de 158.000 plantas de más 700 especies, como bromelias, orquídeas, helechos y plantas trepadoras tropicales.
Su silueta se ha convertido en la firma de Gardens by the Bay y fueron construidos de manera que son capaces de aprovechar la energía de manera sostenible. Por un lado mediante el aprovechamiento del agua de lluvia, empleada para el riego y las fuentes de los jardines, y por otro a través de células fotovoltaicas que permiten acumular energía solar para su iluminación durante la noche. En definitiva, cada árbol es un jardín vertical multifunción.
Pero si queremos sacarle todo el partido a los Jardines de la Bahía merece la pena, y mucho además, entrar también en sus espacios de pago. Aquí vamos a encontrar dos espectaculares invernaderos, tanto por su continente como por su contenido, pues los dos son verdaderas maravillas arquitectónicas. Enormes ejemplos de construcción sostenible y de eficiencia energética, con majestuosas cúpulas de acero y cristal, que impresionan tanto por dentro como por fuera. Además, si queremos, también podemos subir a lo más alto de los superárboles del Supertree Grove. Si quieres planificar tu visita aquí puedes confirmar precios y horarios de apertura con antelación.
Esta enorme cúpula se hizo en 2015 con el Récord Guinness al ser el invernadero de cristal más grande del mundo con sus 1,28 hectáreas. En su interior te espera una espectacular muestra de flora mediterránea y de zonas semiáridas subtropicales, algo exótico estando donde está. Incluye nueve jardines diferentes y la temperatura está controlada entre 23º y 25º. Verás baobabs, especies de Australia, de Sudáfrica, de Sudamérica, de California e incluso olivos milenarios y flores de todo tipo.
Aquí nos adentramos en un bosque nuboso, en una niebla de montaña que nos traslada a la selva de altura tropical. En su interior encontrarás la Cloud Mountain, una estructura de 43 metros de altura a la que se puede subir en ascensor para caminar por sus pasarelas superiores, y de la que cae una gran cascada. Verás un gran número de plantas epífitas, como orquídeas, y aprenderás sobre especies poco conocidas y la rápida desaparición de sus hábitats naturales.
El OCBC Skyway es la pasarela que conecta las copas de dos de los superárboles a través un sendero aéreo de 128 metros de largo. A este recorrido se suma un observatorio, con cafetería incluida, desde el que se consiguen las mejores vistas de la bahía y los alrededores de los Jardines de la Bahía.
Cada tarde, al caer el sol, llega el momento del Garden Rhapsody Light Show. Es decir, el momento del espectáculo. Las luces de los superárboles se compenetran con la música para formar una coreografía de color en dos diferentes funciones, una a las 19:45h y otra las 20:45h. Cada época del año tiene una banda sonora diferente y los árboles mágicos de Gardens by the Bay bailan tanto al ritmo de Chopin como de películas de Disney, música disco de los años ‘70, música local de Singapur, óperas o incluso villancicos durante el mes de diciembre.
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