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Los planes “más top” para descubrir Tenerife

El drago milenario de Icod de los Vinos, todo un mito en Tenerife.

Roberto Ruiz

Tenerife tiene seguro de sol, ya nos lo decían Los Mismos en los años 60. Pero aunque hubo una época en la que Tenerife era donde nuestros padres aprovechaban para comprar transistores baratos o donde se hacía algo tan exótico como montar en camello, hoy te vamos a proponer planes infalibles con los que vivir a fondo la mayor de las Islas Canarias.

Pasear por La Laguna, Patrimonio de la Humanidad

Como viajar a una antigua ciudad colonial latinoamericana, así es más o menos adentrarse en La Laguna. Uno de los planes imprescindibles en la isla de Tenerife es callejear y perderse un rato por el casco histórico de esta ciudad universitaria para conocer lo mejorcito del patrimonio histórico canario.

Enormes casas centenarias herencia de una época dorada y fachadas de vivos colores que se entremezclan con puertas, ventanas y balcones de madera. La Laguna fue fundada en 1497 por Alonso Fernández de Lugo y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.

Sentirse diminuto frente a Los Gigantes

En la parte sur de la costa oeste de la isla de Tenerife se encuentra el acantilado de los Gigantes, un cortado que se asoma al mar de unos 500 metros de altura, un mirador perfecto para contemplar la isla de La Gomera.

Si impresiona verlo desde arriba más impacta hacerlo desde el agua. Se puede seguir la línea de los Gigantes en barco o incluso en moto de agua, pero mejor aún si es en kayak, es como mejor se contempla su inmensidad. Un bañito y un poco de snorkel y ya la ruta será completa. Además, el estrecho entre Tenerife y La Gomera es paso de delfines y ballenas, por lo que aún gana más interés.

Disfrutar de vinos y comida casera de guachinche en guachinche

Si ya has estado en Tenerife es probable que sepas qué es un guachinche, y si no lo sabes te lo explicamos en un momento. Los comerciantes de vino de cosecha propia comenzaron a ofrecer algo de comida para acompañar sus vinos, de tal manera que han ido transformándose en pequeños locales donde se vende vino y se sirve comida casera y tradicional.

Es una de las mejores opciones para probar la gastronomía tinerfeña. Por lo general no están anunciados y para encontrarlos la mejor opción es preguntar a los locales, sólo ellos saben cuál es el mejor, pero por suerte las nuevas tecnologías también han llegado a este mundo tan tradicional. Gracias a la aplicación Guachapp podrás localizar una buena cantidad de guachinches y opinar sobre ellos.

Mojarse en Siam Park, paraíso de los juegos del agua

Si te gustan los parques acuáticos has de saber que uno de los mejores del mundo se encuentra en Tenerife. El Siam Park lleva varios años siendo el parque acuático número 1 del mundo en TripAdvisor, y cuando lo visitas comprendes por qué.

Toboganes de todos los tamaños y formas, flotadores enormes, bajadas y subidas, embudos gigantes, tubos, oscuridad, luces, gritos, adrenalina… El diseño de sus atracciones apuesta por la originalidad y todo queda envuelto en una ambientación tailandesa con dragones incluidos. Lástima que utilicen animales salvajes como leones marinos y tiburones como meros elementos decorativos.

Subir al Teide, evidentemente

Suena obvio, pero subir al Teide y recorrer el Parque Nacional del Teide es sin duda uno de los planes más top de Tenerife y posiblemente de España. Como ya te explicaron en el colegio, el Teide con sus 3.717,98 metros es la cima más alta del territorio español y puedes subir hasta allí arriba para contemplar las vistas más impresionantes de toda la isla.

Un teleférico, o el sendero Telesforo Bravo para los más valientes, te llevará hasta La Rambleta a 3.555 metros. Desde allí hasta la cumbre aún queda una buena subida pero para poder acceder al pico más alto hay que reservar un permiso obligatorio. ¡Buena suerte con las nubes!

Sumergirse en busca de viejas y tortugas

Si te gusta el submarinismo Tenerife también tiene mucho que ofrecerte. No esperes aguas calentitas precisamente, pero sí una buena variedad de vida marina en la que encontrarás morenas, jureles, baracudas, sargos, rayas, chuchos o las coloridas viejas que seguro probarás en algún restaurante tinerfeño.

No es difícil encontrar alguna tortuga verde buceando por sus aguas por lo que nunca hay que dejar de buscarlas. También en sus costas hay algún pecio interesante esperando a los amantes de los barcos hundidos.

Buscar las mejores playas

Tenerife está lleno de playas, si no que se lo digan a los miles de turistas europeos que llegan a las costas del sur en busca de un clima templado incluso en invierno. Playas como la de las Américas o la de los Cristianos son auténticos hervideros en plena temporada.

Sin embargo, hay otras playas mucho más agradables y auténticas, de arena negra, que no te puedes perder. La playa de Las Gaviotas en Santa Cruz, cerca de las Teresitas, o las de El Bollullo o Los Patos, en la Orotava. En la de Benijo, en Taganana, hay que aprovechar para comer pescado fresco y pulpo frito, más que recomendable.

Caminar por Anaga y sus bosques de laurisilva

Al norte de Santa Cruz de Tenerife, la capital de la isla, se encuentra el Parque Rural de Anaga, uno de esos sitios que tienes que visitar si te gusta la naturaleza más verde. Sus senderos atravesando valles y barrancos te llevarán hasta el mar y sus características playas de brillante arena negra.

En las zonas más altas se encuentran sus bosques de laurisilva, selvas húmedas de árboles con ramas retorcidas y troncos llenos de musgo, todo un sobreviviente de hace 40 millones de años.

Dejarse caer por Icod de los Vinos

A Icod de los Vinos hay que ir, sí o sí, pues no hay visita completa a Tenerife que se precie si no se conoce en persona su drago milenario. Fue declarado Monumento Nacional en 1917, mide unos 18 metros de altura y el perímetro del tronco en la base es de 20 metros. Ahí es nada. Su edad estimada es de unos 1.000 años, más o menos.

También en Icod está la Cueva del Viento, un tubo volcánico formado hace 27.000 años que mide en total 18 km, lo que lo hace el quinto más largo del mundo. Se puede visitar uno de sus tramos, en el interior no hay luz artificial por lo que hay que utilizar cascos con luz eléctrica.

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