República Dominicana más allá de Punta Cana: seis lugares imprescindibles

Samaná, uno de los imprescindibles de la República Dominicana.

Marta Gastón

Con casi siete millones de turistas en 2018 (6,6, según los datos del Ministerio de Turismo (MITUR), la República Dominicana puede presumir de ser uno de los destinos predilectos en la región del Caribe; en gran parte, debido a sus playas paradisíacas de arena blanca, agua cristalina y buen clima, atractivos que la convierten en un país ideal para aquellos que buscan relax y tranquilidad.

Si bien su zona más popular y conocida es la costa de Punta Cana (donde se concentran la gran mayoría de resorts y hoteles cinco estrellas), República Dominicana esconde otros muchos tesoros, joyas como las que a continuación enumeramos y que, cualquiera que esté pensando en realizar una visita, no debería perderse:

1. Samaná

Salvaje y verde. Así podríamos definir a la península de Samaná, situada al noroeste del país. En ella encontramos tanto playas vírgenes todavía no masificadas (algunas muy recomendables para practicar deportes como el bodyboard), como parajes naturales de la talla de El Salto del Limón, una espectacular cascada de más de 40 metros de altura.

Pero, sin duda, si por algo destaca Samaná es por ser un lugar estratégico para el avistamiento de ballenas jorobadas. Los meses de enero a marzo, cuando acuden a la zona para reproducirse, son el mejor periodo para verlas retozar cerca de la costa y alucinar con su envergadura y canto.

2. Santo Domingo

De nombre original Santo Domingo de Guzmán, la capital del país, fue la primera ciudad fundada en el continente americano, allá por el 1498. Entre sus numerosos atractivos descubrimos zonas de gran valor histórico, como edificios antiquísimos y bellos, la Catedral Primada de América, y museos y parques esplendorosos. La Zona Colonial, de hecho, fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1994.

Para los amantes del ocio nocturno, Santo Domingo también es todo un referente. No en vano, la ciudad alberga curiosas discotecas subterráneas, una buena oferta gastronómica de la región, y grandes centros comerciales.

Si se decide visitar la capital durante el mes de febrero, no hay que perderse el colorido y exuberante Carnaval, una de las festividades más espectaculares de República Dominicana en la que los locales, acompañados por los turistas, toman el Malecón en un derroche de música y color.

3. La Bahía de las Águilas

La región sur de Pedernales, en la frontera con Haití, es una de las zonas más remotas del país. Sin embargo, viajar hasta allí bien merece la pena solo por contemplar la bella Bahía de las Águilas, considerada como una de las que poseen las aguas más cristalinas del mundo.

En esta zona también encontramos el Parque Nacional de Jaragua, Reserva de la Biosfera designada por la UNESCO, que alberga 400 especies de flora, 130 especies de aves (recomendamos ir a ver los flamencos en la Laguna de Oviedo), una abundante vida marina, con tortugas que anidan en sus playas, y tiburones que nadan en las aguas de las islas Beata y Alto Velo.

El mejor punto de entrada a Pedernales y a la Bahía de las Águilas es el Aeropuerto Internacional de Las Américas, ubicado aproximadamente a cuatro horas y media al este.

4. Bayahíbe

En el pintoresco pueblo pesquero de Bayahíbe los buceadores (tanto expertos como amateurs) disfrutarán con las espectaculares formaciones de coral y tres naufragios: el Atlantic Princess, el St. George y el Coco. Fuera del agua, la localidad también destaca por sí misma: sus calles, con una vasta historia y arquitectura, están repletas de casas de madera color pastel, iglesias icónicas y cuevas taínas.

La localidad, asimismo, cuenta con múltiples playas, incluyendo la Playa Dominicus, certificada con Bandera Azul.

5. La Cueva de las Maravillas

A poco menos de 100 km de Santo Domingo (entre San Pedro de Macorís y La Romana), se ubica la Cueva de las Maravillas, una caverna subterránea de 800 metros de extensión y 25 de profundidad, que alberga una amplia muestra de pictogramas y petroglifos realizados por los aborígenes taínos hace miles de años. Se trata de una de las cuevas más accesibles de República Dominicana gracias a su excelente sistema de iluminación, rampas, sendero y un moderno ascensor que permiten contemplar una impresionante muestra de arte rupestre, mientras se pasea entre estalagmitas y estalactitas.

Si tras visitar la Cueva de las Maravillas te quedas con ganas de más, te recomendamos otras que tampoco te defraudarán: Cueva del Chicho y la Cueva del Puente (ambas dentro del Parque Nacional Cotubanamá), y la Cueva del Peñón (en Bayahíbe).

6. Su gastronomía

Aunque no es un lugar propiamente dicho, no podíamos terminar este artículo sin hablar de la rica gastronomía dominicana; entre otras cosas, porque no para de cosechar éxitos y premios. Uno de los más recientes ha sido el otorgado por la Academia Iberoamericana de la Gastronomía (AIBG) a Santo Domingo, reconocida como Capital de la Cultura Gastronómica del Caribe en 2019 por segundo año consecutivo.

Los ingredientes principales que emplea la cocina dominicana son el arroz, las carnes, los frijoles, la pasta de tomate, el caldo de pollo, el sazón líquido y los tubérculos, aunque también los pescados y mariscos y las frutas exóticas, como el caimito o la guanábana, gozan de protagonismo.

No te vayas de la República Dominicana sin probar sus platos más típicos: la Bandera, el Sancocho –de origen canario-, el locrio, el moro de gandules o habichuelas, las arepas de maíz dulce, o las empanadas de catibía.

Etiquetas
stats