Los mejores spas y baños termales de Europa: nueve oasis para el cuerpo y la mente
Con el invierno llamando a la puerta y el estrés acumulado del año a cuestas, no hay mejor momento para planificar una escapada dedicada al bienestar. Las aguas termales y los spas ofrecen un refugio perfecto y, si además sirven de excusa para conocer sitios nuevos, mejor que mejor.
Sumergirse en una piscina de agua caliente rodeada de paisajes nevados o disfrutar de un tratamiento relajante en un spa de diseño es, sin duda, una experiencia que revitaliza tanto el cuerpo como la mente. Y aunque en España no faltan zonas de aguas termales, siempre puede apetecer cambiar de aires y marcarse una pequeña escapada europea para darse un pequeño capricho.
Europa, cuna de termas y balnearios legendarios, cuenta con destinos increíbles. Muchos, además, ubicados en entornos de gran atractivo. Desde históricos baños en Hungría hasta modernas instalaciones en Austria, aquí tienes nueve destinos europeos que harán que recargues energías y vivas una agradable experiencia mientras te remojas.
Cascadas de Saturnia (Italia)
Escondidas en el corazón de la Toscana, las Cascadas del Molino, en Saturnia, son un rincón natural fuera de lo común. En realidad toda la región cuenta con numerosos manantiales termales, pero estas cascadas son famosas por su temperatura constante de 37,5 °C y sus propiedades beneficiosas para la piel y el sistema circulatorio.
Hay muchos balnearios por la zona, pero el principal atractivo de este lugar es su autenticidad: las cascadas son completamente naturales, con pequeñas piscinas de agua turquesa formadas sobre las rocas calcáreas. De manera que sumergirte en sus aguas, con el suave sonido del agua cayendo de cascada en cascada, es una experiencia que realmente es difícil de olvidar.
Aqua Dome (Längenfeld, Austria)
En el corazón del Tirol austríaco se encuentra el Aqua Dome, un spa futurista rodeado de majestuosas montañas. Sus piscinas termales exteriores tienen forma de cuenco y están climatizadas para que puedas disfrutar de sus aguas calientes mientras contemplas el paisaje nevado a tu alrededor.
Este complejo ofrece un total de 12 piscinas, 7 saunas y el ‘Alpen Arche Noah’, un área para familias y niños separada de las instalaciones, con cascadas, bancos de arena y un tobogán de agua de 90 metros de largo. Tampoco faltan saunas, masajes y tratamientos específicos, y su ubicación invita a explorar pequeños pueblos tiroleses llenos de encanto.
Széchenyi (Budapest, Hungría)
El Széchenyi no solo es uno de los baños termales más famosos de Europa, sino también uno de los más grandes. Situado en el corazón del parque de la Ciudad de Budapest, este icónico complejo cuenta con 21 piscinas, muchas de ellas exteriores, donde la magia ocurre en invierno: sumergirse en sus aguas calientes mientras los copos de nieve caen a tu alrededor.
Budapest es conocida como la ‘Ciudad de los Balnearios’ pues Széchenyi es solo uno de ellos. Otros baños termales que vale la pena visitar son los históricos baños Gellért, conocidos por su arquitectura art nouveau, y los llamativos Rudas, que datan del siglo XVI y ofrecen vistas panorámicas de la ciudad desde su piscina en la azotea.
Blue Lagoon (Islandia)
Islandia es un país de extremos, pero también de belleza deslumbrante, y sus spas y termas naturales son una parada obligatoria para quienes buscan experiencias únicas. Más aún en invierno.
A unos 60 km de Reikiavik, al suroeste de la isla, no puedes perderte el famoso Blue Lagoon, cuya característica agua azul turquesa está cargada de minerales beneficiosos para la piel. Este balneario, rodeado de campos de lava, es perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza más extrema. Es uno de los principales atractivos turísticos del país y el agua de su gran laguna se encuentra entre 37 y 39 °C.
Rogner Bad Blumau (Estiria, Austria)
Este balneario en Estiria, Austria, es mucho más que un spa, porque es toda una obra de arte arquitectónica. Diseñado por el visionario Friedensreich Hundertwasser, el Rogner Bad Blumau combina arquitectura ecológica, diseño único y termas naturales en un entorno que parece sacado de una película de fantasía.
El complejo está rodeado de prados ondulantes y cuenta con piscinas termales tanto interiores como exteriores. La joya del lugar es el Vulkania, un manantial con agua rica en minerales que alcanza los 37 °C, ideal para relajar músculos y revitalizar la piel.
Caracalla Spa (Baden-Baden, Alemania)
La elegante ciudad de Baden-Baden, en el suroeste de Alemania, es conocida por ser un destino termal desde la época romana. Entre sus balnearios destaca el Caracalla Spa, un templo de relajación con piscinas interiores y exteriores, saunas y un ambiente que respira lujo y tranquilidad.
Sus aguas termales brotan a temperaturas de entre 32 y 38 °C, perfectas para aliviar tensiones y soltar los músculos. Pero Baden-Baden no se queda ahí: su entorno, con la Selva Negra a las puertas, ofrece oportunidades para disfrutar de la naturaleza a pleno pulmón.
Thermae Bath Spa (Bath, Inglaterra)
La histórica ciudad de Bath, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es famosa por sus aguas termales naturales. De hecho, uno de sus principales atractivos turísticos, y también de toda Inglaterra, lo encontramos sin duda en sus famosas termas romanas, donde ya los celtas disfrutaban de las aguas termales naturales.
Hoy la alternativa en la que remojarnos la encontramos en el Thermae Bath Spa, que combina modernidad y tradición al ofrecer instalaciones contemporáneas en un entorno cargado de historia. Desde su espectacular piscina en la azotea puedes disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad, conocida por su característica arquitectura georgiana y su gran abadía.
Termy Chocholowskie (Polonia)
En las estribaciones de las majestuosas montañas Tatra, muy cerca de la frontera con Eslovaquia y a hora y media de Cracovia, se encuentra Termy Chocholowskie, el mayor complejo termal de Polonia. Un moderno spa que combina tradición y tecnología para ofrecer una experiencia de bienestar completa en un verde entorno natural.
Sus instalaciones cuentan con piscinas exteriores e interiores, zonas de hidromasaje, saunas y baños de vapor, además de áreas específicas para niños, lo que lo convierte en un destino perfecto tanto para familias como para quienes buscan relajación. Aquí, en esta época del año, es fácil bañarse en aguas que oscilan entre los 32 y los 38º C mientras que la temperatura ambiente está por debajo de cero.
Lago Hévíz (Hungría)
En el corazón de Hungría, cerca del lago Balatón, se encuentra el lago Hévíz, el que con sus 47.500 metros cuadrados de superficie presume de ser el lago termal más grande de Europa. Las aguas del lago, ricas en minerales, brotan desde manantiales subterráneos haciendo que la temperatura oscile entre 24º C en invierno y 36 en verano, lo que lo hace perfecto para disfrutar en cualquier época del año.
Además de nadar en el lago, en su interior encontramos un spa que incluye tratamientos de todo tipo. Su entorno natural, rodeado de bosques y un ambiente tranquilo, lo convierte en un destino ideal para quienes buscan desconectar y recargar energías.