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Hay ciudades de Europa que se transforman cuando se acerca la Navidad, y Viena es una de ellas. Además de adornar sus calles con luces y motivos navideños, como vemos en tantos y tantos sitios, muchas de sus plazas acogen tradicionales Mercados de Navidad que hacen de estas fechas un momento aún más especial. La música, el vino caliente, la gastronomía típica navideña y un sin fin de casetas de madera con adornos navideños y recuerdos dan forma a una de las épocas más bonitas del año de la capital austriaca.
Desde mediados de noviembre hasta Navidad los aromas se mezclan en el aire que se respira en los mercadillos navideños vieneses. Huele a dulce, a panadería, a ponche caliente y a almendras garrapiñadas, y el frío invita a tomarse algo con lo que entrar en calor y desentumecer las manos. Repartidos por el centro y los alrededores se llega a contar hasta una docena de mercados navideños, pero no hay dos iguales. Los hay incluso con diferentes temáticas o especialmente preparados para el disfrute de los niños. Pero entre unos y otros, hay al menos seis que no te puedes perder para hacerte una buena idea de todo lo que Viena es capaz de ofrecer en Navidad, y dejarte cautivar por su bucólico ambiente invernal.
El Altwiener Christkindlmarkt es el mercado navideño más antiguo y tradicional de Viena. Se encuentra en pleno centro, en la plaza de Freyung, y al no ser especialmente grande transmite un ambiente más íntimo y cercano. Tiene un pequeño escenario para música y en sus puestos encontrarás desde artesanía hasta delicias navideñas que llevarte a la boca. Además, cada año en su puesto de chocolate caliente se recogen donaciones para alguna causa solidaria. Para los más pequeños, el programa infantil incluye títeres los martes y los jueves.
El de Christkindlmarkt se ubica en Rathausplatz. Es decir, en la Plaza del Ayuntamiento de Viena. Es uno de los más llamativos y visitados de la ciudad, pues ofrece un gran número de atracciones más allá de los puestos de comida y productos navideños. Un gran arco iluminado da la bienvenida a los visitantes antes de que puedan disfrutar de una gran pista de hielo, árboles decorados con mimo, un carrusel, un gran árbol de navidad e infinidad de puestos abarrotados de actividad. En Christkindlmarkt no falta de nada, pues cuenta con un área del mercado dedicada a los niños, donde además de una pista de hielo infantil y diversas atracciones como trenes o norias, encontramos puestos especialmente pensados para los más pequeños.
El Mercado de Karlsplatz se encuentra frente a Kalrskirche o Iglesia de San Carlos Borromeo, por lo que cuenta con un precioso telón de fondo. Se conoce como el ‘Adviento del Arte’, por lo que en él podemos encontrar multitud de puestos dedicados al arte, ya sea en cerámica, madera, cristal, metal, textil o cuero. Tiene un gran espacio dedicado a los niños, con carpas donde realizar manualidades, una pequeña granja, una amplia superficie repleta de paja en la que jugar y retozar, así como un pequeño tiovivo autopropulsado.
Este mercado se encuentra en un lugar muy especial, pues se ubica junto al Palacio de Belvedere, residencia de verano del Príncipe Eugenio de Saboya. De manera que es altamente recomendable aprovechar para visitar el palacio, que alberga un museo de arte donde entre otras obras se encuentra El beso de Gustav Klimt. El mercado ofrece un elegante ambiente barroco mientras que las bebidas humeantes y los diversos puestos de comida se suman al eslogan de ‘Así es como sabe Viena’. También cuenta con un pequeño trenecito destinado a los visitantes de menor edad.
En este caso hemos de salir del centro de Viena y llegar hasta el Palacio de Schönbrunn, al que es fácil acercarse en metro en cuestión de minutos. Durante años fue la residencia veraniega de la familia imperial en Viena y, ya que vamos, sería un delito no entrar a visitar sus numerosas salas. Justo al lado, en el Patio de Honor del palacio, se levanta otro mercadillo navideño que merece la pena conocer. En este caso sigue una temática cultural con más de 80 casetas cuidadosamente decoradas y ofrece un amplio programa de Adviento para grandes y pequeños.
Entre el Museo de Historia Natural y el Museo de Historia del Arte se encuentra el Mercado de Navidad de Maria-Theresien-Platz. Un pequeño pueblecito navideño compuesto por 72 puestos en los que encontrar artesanía, adornos hechos a mano y pequeños recuerdos. Es amplio y variado, y en el centro destaca una enorme estatua que conmemora a María Teresa I de Austria, archiduquesa del país de 1740 hasta 1780. Y aunque queda enmarcado por dos imponentes edificios simétricos, no llega a tener el encanto del mercado de Rathausplatz, situado a pocos minutos caminando de él.
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