Parques Nacionales y Google, la naturaleza como nunca antes la habías visto
Estados Unidos tiene parques nacionales para dar y regalar. Ya son 62 los espacios protegidos bajo esta denominación y se reparten por 29 de los 50 estados que componen el país norteamericano. Desde que el mítico Yellowstone inauguró la lista de los parques nacionales en 1872 hasta el de White Sands, el último en llegar al incorporarse en diciembre de 2019, la conciencia por la preservación no ha hecho más crecer. Y ahora, aunque no puedas ir a visitarlos, a través de Google Arts & Culture tienes la oportunidad de asomarte a conocer algunos de ellos sin moverte de casa.
La enorme extensión del territorio estadounidense le permite disfrutar de una variadísima diversidad de ecosistemas, y por tanto de parques nacionales muy diferentes los unos de los otros. Del trabajo en conjunto de la Red de Parques Nacionales de EE.UU. y del Instituto de Cultura de Google nace ‘The Hidden Worlds of the National Parks’, una experiencia en la que no necesitas más que una pantalla y una buena conexión a Internet para conocer cinco de ellos de manera detallada y virtual: el Kenai Fjords, el Hawai’i Volcanoes, el Carlsbad Caverns, el Bryce Canyon y el Dry Tortugas. Todos distintos entre sí.
Estas visitas virtuales que pone a nuestro alcance Google Arts & Culture están cuidadas y desarrolladas con mimo. Gracias a las fotos y vídeos en 360º entrar en ellas será como visitar los parques nacionales por tu propio pie, acompañado por sus rangers, disfrutando de sus explicaciones, ambientados por los sonidos de la naturaleza y pudiendo acceder a información de interés con la que conocer de primera mano todos sus detalles. Una excelente manera para ir abriendo boca hasta que, algún día, tengas la suerte de poder visitarlos en persona.
Parque Nacional de Kenai Fjords, en Alaska
Empezamos este viaje a la naturaleza estadounidense viajando a Alaska, a los Fiordos de Kenai. Fue declarado Parque Nacional en diciembre de 1980 y cuenta con 38 glaciares y hermosos fiordos. Comenzamos fuerte, caminando directamente sobre uno de sus glaciares ataviados con piolets y crampones. Serán necesarios cuando descendamos por algunas de las grietas del hielo. Podrás ver cómo el hielo ha desaparecido en los últimos años y cómo la lengua del glaciar ha ido retrocediendo a un ritmo preocupante. Todo esto será antes de subirnos a un kayak y empezar a remar entre icebergs, viendo el hielo desprenderse de los glaciares y a las ballenas jorobadas saltando fuera del agua. Si es así de espectacular a través de una pantalla, imagínate en persona.
Parque Nacional de Hawai’i Volcanoes, en Hawái
Hacemos un cambio radical y del hielo pasamos al fuego. Viajamos hasta Hawái para conocer el Parque Nacional de Hawai’i Volcanoes, el cual está reconocido como tal desde agosto de 1916 y protege los volcanes Kīlauea y Mauna Loa, dos de los más activos del mundo. Este es un viaje en el tiempo, a cuando la tierra burbujeaba y se formaba a base de lava. La bienvenida de la ranger que nos acompaña nos recibe en uno de los lugares más jóvenes del planeta, siempre en constante cambio. Empezamos en un bosque lluvioso, que pone el contraste verde, e inmediatamente después nos introducimos en un tubo de lava, donde conocemos su formación, antes de movernos hasta los acantilados. El plato fuerte nos espera junto a la caldera del Kīlauea, al atardecer, desde donde podrás ver brillar la lava y tomar un helicóptero para sobrevolar el cráter. Los vídeos explicativos y los audios ambientales se vuelven fundamentales para comprender la magnitud y el poder del lugar.
Parque Nacional de Carlsbad Caverns, en Nuevo México
Nos trasladamos de un salto hasta Nuevo México para meternos bajo tierra. El Parque Nacional de Carlsbad Caverns fue declarado como tal en mayo de 1930 y cuenta con una red de 117 cuevas, alcanzando la más larga los 190 km de longitud. Sobre nuestras cabezas quedará el desierto de Chihuahuan y Rattlesnake Springs. Bajamos a casi 230 metros de profundidad, a un paraje formado hace millones de años, y que no fue descubierto hasta hace unos 120 años, cuando una enorme nube de murciélagos que salía de la tierra hizo reparar en él. Este lugar es hogar de unos 400.000 murciélagos y aquí podrás aprender sobre ellos, cómo viven y cómo se orientan en plena oscuridad. Podrás bajar hasta la sala conocida como ‘Big Room’, que con sus 1.200 metros de longitud es la mayor cámara subterránea de Norte América. Aprenderás de formaciones y texturas, y descender hasta galerías en las que la única luz será la del frontal de tu casco.
Parque Nacional de Bryce Canyon, en Utah
Vamos ahora hasta Utah para conocer de cerca uno de los parques nacionales más famosos de Estados Unidos: el Bryce Canyon. Una tierra conocida por el rojo de sus rocas. Bryce Canyon fue declarado Parque Nacional en febrero de 1928 y es una especie de anfiteatro geológico formado por cientos de pináculos de arenisca moldeados por la erosión. Empezamos desde uno de sus miradores más visitados, el Sunset Point, para observar el firmamento en la oscuridad de la noche. Es momento de aprender sobre galaxias, planetas y constelaciones. Al amanecer, podrás profundizar sobre la formación de los pináculos y oír con detalle los sonidos del parque. Las vistas aéreas son sobrecogedoras y eso es algo que no podrás apreciar visitándolo en persona. Para terminar, los rangers del parque te invitan a descender a caballo por el cañón para conocer algunos de sus rincones.
Parque Nacional de Dry Tortugas, en Florida
Y llegamos a Florida, al que desde octubre de 1992 se conoce como Parque Nacional de Dry Tortugas. Estamos en una isla, en el extremo oeste de los Cayos de Florida, donde aún permanece el Fuerte Jefferson, un enorme complejo defensivo de la época de la Guerra Civil. Pero el fuerte es solo el 1% del parque, lo que nos interesa es el 99% restante: las cristalinas aguas que lo rodean. Es momento de ajustarse la máscara, ponerse el regulador y lanzarse a conocer sus fondos marinos. Vamos a seguir a sus rangers buceadores, con los que vamos a recorrer el arrecife para aprender sobre corales, hasta llegar al pecio Windjammer, hoy repleto de vida marina. Una vez en la superficie, y desde el propio fuerte, es el momento de aprender algo de historia y conocer la importancia del Fort Jefferson. Ya que estás en semejante paraje, no dejes pasar la oportunidad de escuchar con detalle las conversaciones entre peces y corales.
0