Oscars 2018: ¿dónde se han rodado las principales películas nominadas?
Call me by your name: norte de Italia
“Somewhere in Northern Italy” puede leerse en pantalla al comienzo de ‘Call me by your name’. La novela de original (André Aciman, 2007) sitúa la acción en un pequeño pueblo de Bordighera, en la región italiana de Liguria. Sin embargo, y aunque en ningún momento llegue a especificarse durante el film, para contar el apasionado romance de verano entre Elio y Oliver, Luca Guadagnino prefirió trasladar el rodaje a Lombardía, comarca en la que reside.
Así, Villa Albergoni, un palacio del siglo XVII situado en Moscazzano, se convierte en la casa de verano de los Perlman; la localidad de Crema sirve de escenario para recrear muchas de las escenas urbanas; y el Lago de Garda, el mayor de Italia y cuya extensión se reparte entre Trentino, Véneto y la citada Lombardía, se convierte en el lugar en el que los dos jóvenes sellan la paz tras una tensa conversación.
Hacia el final de la película, la historia transcurre en Bérgamo, donde los protagonistas disfrutan de sus últimos días juntos, haciendo senderismo en las cascadas del Serio, las segundas más altas de Europa, o emborrachándose y bailando por las calles de la ciudad.
La forma del agua: Canadá
La película que acapara más nominaciones en los Oscars 2018 se desarrolla en Baltimore, durante la década de los sesenta, aunque se filmó en su mayor parte en Canadá. Hamilton, una ciudad portuaria de la provincia de Ontario, y Toronto fueron dos de los lugares escogidos por Guillermo del Toro para contar la historia de amor entre una conserje y una criatura humanoide-anfibia. El teatro Elgin, el Massey Hall, (ambos en Toronto) o el ayuntamiento de Hamilton son algunos de los edificios que pueden contemplarse en algún momento del film.
Star Wars: Irlanda, Bolivia y Croacia
La segunda parte de la nueva trilogía de la saga galáctica se desplazó por varios países para su rodaje. A saber: el salar de Uyuni en Bolivia, donde tiene lugar la batalla final entre la Primera Orden y la Resistencia; Dubrovnik (Croacia), ciudad que acogió las escenas de Canto Bright, y la isla irlandesa de Skelling, donde Rey se reúne con Luke. Al equipo de la película le debió encantar Irlanda, porque también viajaron hasta Cork, Kerry, Clare y Donegal.
Dunkerque: Francia e Inglaterra
Christopher Nolan quiso recrear uno de los episodios más cruentos de la Segunda Guerra Mundial en el mismo escenario en el que ocurrieron los hechos en 1940. Por ello, se desplazó hasta la ciudad portuaria de Dunkerque, donde se filmaron la mayor parte de las escenas. “Visité Dunkerque junto a mi mujer y el director de producción. Buscábamos localizaciones sin tener una intención clara de rodar ahí. Pero, al pasear por la playa, no tardamos en hacernos la siguiente pregunta: ”¿Por qué no grabamos aquí?“. Es un lugar especial, con una orografía única que habla mucho de todo lo que sucedió allí”, aseguró el director el año pasado en esta entrevista. Pese a su importancia histórica, Dunkerque no goza de la misma relevancia en el imaginario colectivo para franceses y británicos y es por ello que la ciudad ha optado por potenciar diferentes atractivos turísticos en función de la nacionalidad de sus visitantes. Así, entre los locales, se esfuerzan en señalar la belleza de las playas o el colorido de su carnaval; mientras que para los foráneos se promocionan de forma más intensa lugares conmemorativos como el Museo de la Guerra, o tours relacionados con la batalla.
Dejando a un lado la localidad gala, el equipo de 'Dunkerque' también se desplazó hasta Weymouth y Swanage, en Reino Unido, para contar el rescate de los cerca de 300.000 soldados británicos. En la primera se rodaron las escenas relativa a la partida de los botes civiles y en la segunda las concernientes a la vuelta de los militares en tren a Londres.
Blade Runner 2049: Hungría
La secuela del clásico de ciencia ficción de Ridley Scott está ambientada en Los Ángeles y Las Vegas, pero se grabó de forma casi íntegra en Budapest. La mayor parte de las escenas transcurrieron en diferentes platós, aunque en el film también aparecen algunos edificios emblemáticos de la capital húngara, como la Bolsa, en cuyo interior se encuentran Deckard y K.
Para algunas tomas aéreas, se escogieron localizaciones en Islandia y en España.
El hilo invisible: Inglaterra
El oscarizado Daniel Day-Lewis se despide de la interpretación encarnando a un insufrible modisto de la década de los 50, Reynolds Woodcock, que entabla una relación con una joven camarera, Alma. El metraje se desarrolla en su mayor parte en Londres y, en especial, en la mansión Marylebone, una construcción del siglo XVIII que acoge el hogar y taller del artista. Levantada en el siglo XVIII y ubicada en el lujoso barrio de Mayfair, la casa se encuentra actualmente a la venta (15 millones de libras).
Marylebone no es la única mansión presente en El hilo invisible. No en vano, cuando Woodcock desea huir de la capital británica, acude a Owlpen Manor, una espectacular residencia de campo de estilo isabelino. En la ficción, se localiza en las proximidades de Londres, pero en realidad se sitúa en una zona boscosa del sureste de Inglaterra conocida como los Cotswolds. Durante las tres semanas que duró el rodaje de las tomas campestres, los actores principales se alojaron en la casa y convivieron con la familia propietaria.
Tres anuncios a las afueras: Carolina del Norte
En la versión original, el nombre del pueblo en el que Mildred Hayes decide avergonzar a las fuerzas policiales locales alquilando tres vallas publicitarias se cuela en el título (‘Three Billboards Outside Ebbing, Missouri’), pero fuera de la ficción tal localidad no existe. Ebbing, en realidad, es Sylva, un pueblecito de menos de 3.000 habitantes ubicado en Carolina del Norte.
La localidad en sí no cuenta con demasiados atractivos, aunque sus alrededores se encuentran plagados de parques y bosques nacionales (el Nantahala National Forest, Chattahoochee National Forest, o Great Smoky Mountains National Park son solo algunos de ellos) que bien merecen una visita si lo que se desea es disfrutar de la naturaleza.