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En mayo de 2020 el coronavirus no impidió que los patios de Córdoba se llenaran de flores, pero sí que se llenaran de visitantes. La pandemia obligó a quedarse en casa y su celebración se retrasó hasta el mes de octubre. Pero en esta ocasión, y bajo la aplicación de las necesarias medidas de seguridad sanitaria, la Fiesta de los Patios de Córdoba vuelve a llevarse a cabo en su momento de mayor esplendor para celebrar sus 100 años de vida. Una conmemoración en la que un total de 58 patios abren sus puertas para el deleite de quien tenga la suerte de poder pasearse por ellos.
En esta época del año Córdoba es una explosión de color y de aromas. Las flores lo invaden todo, tanto dentro como fuera de las casas, y allá donde mires encontrarás macetas que hacen de la capital cordobesa todo un homenaje a la primavera. Balcones, ventanas, paredes, terrazas… la mirada se nos va de un lado a otro, no sabe dónde pararse, aunque pronto aprende a centrar su objetivo porque el verdadero festín floral nos espera en el interior de sus patios.
Córdoba le debe sus patios a su pasado islámico, a esa construcción tradicional en la que las viviendas dan hacia dentro, mirando a espacios interiores abiertos donde aire, vegetación, luz y agua encuentran su lugar en forma de patio. Un punto de convivencia donde se comparte vida y se hace familia. Con fachadas interiores bien engalanadas a base de plantas, pozos, fuentes, arriates y macetas, que pasan de ser ramilletes de flores en primavera a frescos refugios en verano.
No hay dos patios iguales y cada uno presenta una arquitectura particular, resultado de una evolución histórica distinta, aunque generalizando un poco los podemos enmarcar en dos grupos distintos: los patios monumentales y señoriales y los patios de concurso. Los primeros pertenecen a antiguos palacios de la aristocracia local o a señalados edificios religiosos, mientras que los segundos son todos los que han participado en el concurso municipal desde su inicio en 1921 hasta la actualidad. Entre estos últimos podemos diferenciar también dos subgrupos, los patios de arquitectura antigua, anteriores a la década de los sesenta, y patios de arquitectura moderna o renovada, de nueva construcción o profundamente modificados.
Evidentemente, los patios en Córdoba tienen mucho más de cien años, e incluso la tradición de enseñarlos al público se remonta a 1918, pero fue en 1921 cuando el alcalde Francisco Fernández de Mesa convocó por primera vez el Concurso de Patios, Balcones y Escaparates. Y ya hubo premios, concretamente de 100, 75 y 50 pesetas. Pero como la respuesta fue escasa, el certamen no se volvió a celebrar hasta 1933. Poco a poco fue ganando popularidad y participantes, pero de nuevo se volvió a ver interrumpido con el estallido de la Guerra Civil y quedó pausado hasta 1944. Ya en ese momento la arquitectura, la decoración y el tipismo de los patios se establecieron como criterios a la hora de valorar su puntuación. En 1962 el primer premio ya era de 8.000 pesetas e incluso se destinaban ayudas económicas a los no ganadores para compensar el trabajo de sus dueños. Con el fin de destacar sobre los demás algunos patios ofrecían bares y espectáculos de flamenco en su interior, pero a comienzo de la década de los 80 ya quedaron prohibidos al centrar los criterios de evaluación en elementos que garantizaran su autenticidad evitando los tópicos. En 1988 se estableció finalmente que las características valoradas por el jurado debía ser el cuidado de macetas y arriates, la variedad y la iluminación natural. En 2021 la UNESCO declaró la Fiesta de los Patios de Córdoba como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
En su centenario la Fiesta de los Patios de Córdoba vuelve a vivir su apogeo floral. Y en mayo, cuando más bonita se pone la ciudad. En total son 58 patios, 50 entran en concurso y otros ocho pertenecen a instituciones, pero todos mantendrán sus puertas abiertas del 3 al 16 de mayo para que puedan ser visitados por los amantes de las flores. Los horarios de apertura establecidos son de 11:30 a 14:00h y de 18:00 hasta las 22:00h, a excepción del día 16 que será solo hasta 20:30h. La visita es libre y gratuita, sin necesidad de reservas o pases de ningún tipo. Eso sí, si las restricciones de movilidad te impiden viajar a Córdoba te gustará saber que siempre puedes realizar paseos virtuales por sus patios sin salir de casa.
Para organizar mejor la visita a los patios se establecen seis rutas agrupando los patios por zonas. La ruta del Alcázar Viejo es la más concurrida y famosa de todas, con patios como los de las calles Duartas 2, Postrera 28. San Basilio 44, 40, 22, 20, 17, 15 y 14, así como Martín de Roa 2, 7 y 9. La ruta de Santa Marina - San Agustín no le anda lejos en popularidad y reúne los patios de Chaparro 3; Marroquíes 6, Tafures 2, Zarco 15, Ocaña 19 y Parras 6, 8 y 5.
En el casto histórico encontramos la ruta de la Judería con patios repartidos por las calles Judíos 6, Céspedes 10, Samuel de los Santos Gener 5, Martínez Rücker 1, Julio Romero de Torres 15 y Maese Luis 4, 9 y 22. La ruta de San Pedro, que no queda lejos, cuenta por su lado con los patios ubicados en la Plaza de las Tazas, 11 y las calles Isabel II 1, La Palma 3, Aceite 8, Siete Revueltas 1, Tinte 9 y Barrionuevo 43.
Para terminar, conviene dejar algo de tiempo para las rutas de San Lorenzo, con patios en las calles Pastora 2, Pozanco 6, Mariano Amaya 4, Plaza San Rafael 7, Alvar Rodríguez 8, Alvar Rodríguez 11, Frailes 6, San Juan de Palomares 8 y Guzmanas 7, y la de Regina-Realejo, con sus patios de Diego Méndez 11, Gutiérrez de los Ríos 33, Santa Marta 10, Pedro Fernández 6, Pedro Verdugo 8 y Escañuela 3.
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