Ni Patones ni El Berrueco: cinco pueblos medievales que puedes visitar en la Comunidad de Madrid durante las fiestas

Las fiestas navideñas son una época perfecta para escapar de las grandes ciudades y visitar las poblaciones más pequeñas. Y si estos viajes vienen cargados de historia, mucho mejor. La Comunidad de Madrid es mucho más que su capital, con pueblos llenos de encanto que nos pueden transportar a tiempos remotos. Lo que muchos no saben es que a través de estos municipios podemos viajar en el tiempo durante las fiestas, aunque sea durante un fin de semana. Es posible que al pensar en localidades cargadas de historia y patrimonio nos vengan a la cabeza Patones o El Berrueco, pero hay otras que puedes visitar estas fiestas que las igualan en belleza.

Chinchón

A medio centenar de kilómetros de Madrid está Chinchón, una villa muy pintoresca y conocida por sus balcones. Lo que muchos no saben es que la historia de estos balcones se remonta al medievo tardío, pues fueron construidos en el siglo XV. Su Plaza Mayor, sede de esta curiosa arquitectura, recuerda a una plaza de toros. Su belleza y la del resto del casco antiguo hicieron que en 1974 fuera declarado Conjunto Histórico Artístico. Antaño acogía el mercado de vacuno y otras actividades centrales en la vida del municipio. En la actualidad, son un sitio perfecto para degustar anís y unos buenos torreznos.

Más allá de la Plaza Mayor se esconde un Goya. En la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se aloja 'La Asunción de Nuestra Señora', una obra que pintó el artista durante su estancia en la villa.

Buitrago del Lozoya

Si buscas un pueblo con un auténtico espíritu medieval, Buitrago del Lozoya es para ti. El municipio es el único en Madrid que conserva sus murallas íntegras, lo que le otorgó el reconocimiento como Monumento Nacional en 1931. Por si fuera poco, se considera uno de los pueblos más bonitos de la Sierra de la Comunidad, declarado Conjunto Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural desde 1993.

Se estima que la historia de las murallas se remonta a los siglos XI y XII, y podría haberse construido en periodo musulmán o en los primeros años de la conquista cristiana. Con el paso del tiempo, la muralla ha ido cambiando, pero siempre respetando el trazado original de la época medieval. En la actualidad se puede visitar los 800 metros de extensión de este monumento.

Además de las murallas, otra parada de interés es el Castillo de los Mendoza. La residencia de una de las familias nobles más influyentes de la Comunidad de Madrid en esa época fue construida entre los siglos XIV y XV en la zona sureste del recinto amurallado. Este castillo ha sido residencia de reyes como Juana de Portugal y su hija Juana la Beltraneja. Además, ha acogido a los reyes Juan II y Felipe III. Aunque en la actualidad no se puede acceder a su interior, se puede apreciar su belleza desde el exterior del recinto.

Torrelaguna

Este municipio fue la villa natal de uno de los protagonistas principales de la historia medieval de nuestro país. El cardenal Cisneros, que regentó España tras la muerte de Fernando el Católico, procedía de este bello municipio, que aún conserva su antiquísima muralla, datada entre los siglos VIII y XI.

Aún permanece la huella de Cisneros por toda la localidad, con una cruz en el corazón de la Plaza Mayor de la villa para señalar donde estaba cimentada su antigua residencia. Otros monumentos de su periodo sí que se han conservado, como el ayuntamiento, la iglesia parroquial y el convento franciscano de la Madre de Dios. Si pasas por la iglesia de Santa María Magdalena, podrás ver los escudos familiares de Cisneros y otros cardenales, como Mendoza, Fonseca y Martínez de Contreras.

Rascafría

La historia de Rascafría está escrita directamente en papel. Este pueblo de origen medieval vivió los primeros coletazos de la industrialización de algunos oficios, entre ellos el de la elaboración del papel. En sus contornos se conserva el antiguo molino de Los Batanes, donde se fabricó el papel en el que se imprimiría la primera edición de El Quijote. También de época medieval es el moasterio de Santa María de Paular, construido en el siglo XIV, un notable ejemplo de gótico mudéjar que más tarde recibió añadidos renacentistas.

Si buscas unas vistas de todo el enclave te recomendamos que visites el puente del Perdón, que recibió ese nombre porque antaño en esta ubicación los presos podían recibir el indulto de su sentencia.

Manzanares El Real

Si buscas visitar un castillo que parezca sacado de una película ambientada en el medievo, te recomendamos que visites Manzanares El Real. En este municipio se encuentra el Castillo de los Mendoza, una fortificación del siglo XV que se puede recorrer íntegramente. Se trata de uno de los últimos ejemplares de la arquitectura militar castellana. Aunque su función inicial era de fortaleza, acabó convirtiéndose en el palacio residencial de los Mendoza y en su interior alberga tapices y mobiliario del siglo XVII.

Para que tu visita sea más inmersiva puedes acudir a un tour teatralizado. De 45 minutos de duración actores y actrices interpretan a figuras como Don Íñigo López de Mendoza y su hija Brianda, que guían a los visitantes por las estancias de esta joya medieval. No abandones el Castillo sin visitar sus jardines, con plantas seleccionadas a partir de documentación histórica para acercarse al aspecto que este espacio podría tener en el medievo.

No es el único castillo cimentado en Manzanares El Real. También puedes visitar El Castillo Viejo, un misterio de la arquitectura medieval madrileña, ya que se desconoce su autor y su fecha de construcción. De él se conservan varios muros de hasta tres metros de altura, y en la actualidad se está investigando en un proyecto de arqueología social promovido por el Ayuntamiento de Manzanares El Real y con el apoyo de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid.