El pequeño pueblo de Huesca con un monasterio románico y un embarcadero
Ubicado en la comarca de Ribagorza, al noreste de la provincia de Huesca, se encuentra Sopeira. Este pintoresco pueblo, con apenas 100 habitantes, esconde entre sus paisajes montañosos una riqueza patrimonial que lo convierte en un destino ideal para los amantes del turismo cultural y la tranquilidad. Entre sus principales atractivos destacan el Monasterio de Santa María de Alaón, una joya románica, y su embarcadero, un rincón singular que conecta con el embalse de Escales.
Rodeado por las montañas del Pirineo aragonés, está situado a orillas del valle del río Noguera Ribagorzana, que serpentea creando paisajes. El embalse de Escales, cuyas aguas cristalinas reflejan las montañas circundantes, añade un toque de serenidad al entorno, convirtiendo al pueblo en un lugar ideal para quienes buscan desconectar del bullicio urbano.
El entorno natural ofrece numerosas oportunidades para los amantes de las actividades al aire libre. Desde senderos para caminatas que llevan a miradores naturales hasta la posibilidad de practicar deportes acuáticos en el embalse, Sopeira es un lugar donde la naturaleza se convierte en el principal protagonista. En primavera y verano, los colores de los bosques contrastan con el azul intenso del agua.
Uno de los principales reclamos del lugar es el Monasterio de Santa María de Alaón, una obra maestra del románico que data del siglo XI. Este conjunto arquitectónico, declarado Bien de Interés Cultural, representa un testimonio vivo de la historia medieval de la región. Su ubicación junto al río y rodeado de montañas le confiere un aire de serenidad que transporta a los visitantes a otra época.
La iglesia del monasterio, con su característica planta basilical y ábside semicircular, es un ejemplo perfecto del estilo románico lombardo. En su interior, las piedras conservan el eco de siglos de historia, y su sobria decoración resalta sus formas arquitectónicas.
Los visitantes pueden recorrer este monumento y descubrir no solo su riqueza artística, sino también su papel como punto estratégico en la ruta de peregrinación que conectaba los Pirineos con el Camino de Santiago. Para quienes disfrutan de la historia y la arquitectura, este monasterio es una parada obligatoria.
El embarcadero de Sopeira, situado en el embalse de Escales, es otro de los puntos destacados del municipio. Este pequeño muelle, rodeado de naturaleza, ofrece una experiencia diferente para los visitantes. Desde aquí es posible embarcarse en paseos en kayak o practicar paddle surf, actividades que permiten disfrutar del entorno desde una perspectiva diferente.
El embalse, con sus tranquilas aguas, es ideal tanto para principiantes como para quienes ya tienen experiencia en deportes acuáticos. Además, su proximidad al casco urbano hace que sea accesible para familias y grupos de amigos que deseen disfrutar de un día diferente.
Entre el Monasterio de Santa María de Alaón y la presa de Escales se encuentra una construcción histórica que cruza la salida de aguas del embalse. De su estructura original se conservan tres arcos de medio punto que descienden desde la orilla izquierda hasta la derecha. Destaca especialmente el arco de mayor tamaño, ubicado en uno de los extremos, que probablemente fue el central en su diseño original. Este detalle sugiere que el puente contaba con al menos dos arcos adicionales que habrían sido modificados con el tiempo.
La datación del puente, vinculada a la existencia documentada del castillo de Sopeira y el monasterio, indica que esta obra servía como enlace estratégico sobre el río Noguera Ribagorzana en el siglo IX. Este vestigio arquitectónico es un testimonio más de la rica historia que envuelve a Sopeira y sus alrededores.
Sopeira es también un punto de partida para diversas rutas de senderismo que recorren los alrededores. Uno de los recorridos más populares es el que conduce a la Cueva de la Foradada, una formación natural que ofrece vistas panorámicas del valle y el embalse. Este camino, de dificultad moderada, es ideal para quienes desean combinar ejercicio físico con la contemplación de la naturaleza.
Sopeira mantiene vivas sus tradiciones. Las festividades locales, como la romería al Monasterio de Santa María de Alaón, son una muestra de la devoción y el espíritu comunitario que define a sus habitantes. Estas celebraciones, que incluyen música, danzas y actividades para todas las edades, son una oportunidad para que los visitantes se sumerjan en la vida local y conozcan de cerca sus costumbres.
Es un ejemplo perfecto de cómo un pequeño pueblo puede ofrecer una experiencia rica y variada a sus visitantes. Su combinación de patrimonio histórico, belleza natural y opciones recreativas lo convierten en un destino tanto para escapadas cortas como para estancias más prolongadas. Este pequeño rincón de Huesca invita a explorar, descubrir y desconectar.
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