El glaciar Perito Moreno es sobrecogedor, su enorme masa de hielo deja boquiabierto a cualquiera que se ponga frente a él. De hecho, podría ser considerado perfectamente la “Octava Maravilla Natural del Mundo” si es que esta lista no se hubiese quedado sólo en siete.
El Perito Moreno, en la Patagonia argentina, es sólo uno de los 47 grandes glaciares que descienden del Hielo Continental Patagónico del Parque Nacional Los Glaciares, un área declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1981 y que recoge la tercera concentración de agua dulce congelada del mundo tras la Antártida y Groenlandia. Teniendo en cuenta que sólo el 2,5% del agua del planeta es dulce, que el 75% de ésta está congelada y que el Perito Moreno crece constantemente en comparación con el 90% de los glaciares del mundo que se derriten y decrecen a un ritmo frenético víctimas del cambio climático… ya nos podemos hacer una idea de la importancia de este enorme cubito de hielo.
Pero más allá de esta rápida clase de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente, el Perito Moreno es uno de los mayores atractivos turísticos de Argentina junto a las Cataratas del Iguazú, y una visita obligatoria para todo viajero de pro que quiera conocer la Patagonia como es debido y en todo su esplendor.
Un glaciar de 250 km2
El Perito Moreno es una bloque de hielo de unos 30 km de longitud, de unos 5 km de ancho en su frente y de unos 60 metros de altura sobre el lago Argentino. Tiene la peculiaridad de mantener un movimiento cíclico de avance y retroceso constante, lo que lo convierte en todo un superviviente dentro de una especie en auténtico peligro de extinción pues sólo el 10% de los glaciares del mundo consigue no derretirse y decrecer sin control.
Uno de los encantos del Perito Moreno es esta capacidad de avanzar sobre el terreno, tanto que llega a chocar contra la península de Magallanes, el espacio de tierra donde se encuentran todas las pasarelas de observación para los visitantes. ¿Qué sucede entonces? Que el glaciar divide el lago en dos dejando a un lado el Lago Argentino y a otro el Brazo Rico. La presión del crecimiento del glaciar y la propia agua del lago terminan por perforar la punta del glaciar por debajo hasta que su parte inferior se desprende y se crea un puente de hielo que conecta el glaciar con la tierra firme. Desde que el puente se crea pasan entre dos y tres días hasta que se derrumba por completo y ofrece uno de los momentos más espectaculares del Perito, un fenómeno que se repite periódicamente cada cuatro años aproximadamente, aunque puede variar. Desde ese momento el glaciar vuelve a empezar a crecer de nuevo y el ciclo se pone en marcha una vez más.
Cómo visitar el Perito Moreno
El glaciar Perito Moreno se encuentra a unos 80 km de la villa de El Calafate, un pequeño pueblo que ha crecido en torno al turismo generado. Desde El Calafate al Perito Moreno podrás ir por tu cuenta si dispones de vehículo propio, es fácil alquilar un coche o encontrar otros viajeros que se encuentren en la misma situación con los que compartir vehículo, Patagonia no es un lugar económico y menos lo iba a ser en uno de los mayores atractivos del país.
También hay autobuses con los que llegar hasta el lugar y después volver al pueblo o, si prefieres no complicarte, siempre tienes la opción de contratar una excursión con transporte, guía y todo incluido desde El Calafate, agencias desde luego no faltarán a tu servicio. Sin embargo, tener transporte propio es sin duda la mejor opción de todas pues cuando estés frente al Perito no te querrás ir jamás y así es la única manera de ser dueño de tu tiempo, sin las prisas de las agencias que siempre parecen ir corriendo.
Eso sí, para acceder al Parque Nacional Los Glaciares y poder contemplar el Perito Moreno tendrás que adquirir una entrada de 500 pesos (unos 26€) en su tarifa general para extranjeros. Por muy low cost que viajes ¿vas a ir al perito Moreno y te vas a quedar sin verlo por 25€ mal contados? Evidentemente no y la inversión bien merece la pena.
Una vez dentro, verás que en el extremo de la península de Magallanes todo el recinto está preparado y acondicionado con plataformas y pasarelas de madera para que la observación la disfrutes de la mejor manera posible.
Frente a ti el Perito Moreno se alza majestuoso como una infinita pared de hielo azul, haciendo sonar auténticos truenos al crujir y dejando caer enormes trozos de hielo a las aguas del lago para dejarte totalmente enamorado de su maravillosa belleza natural.
Un paseo sobre el hielo
Si quieres vivir una experiencia aún más exclusiva siempre tienes la oportunidad de hacer un pequeño trekking sobre el Perito Moreno. No es algo barato, pero por unos 3.200 pesos argentinos (unos 170€) puedes contratar un “mini trekking” con el que una empresa te llevará desde El Calafate hasta el glaciar y tras contemplarlo desde enfrente te cruzará el lago en un barco, te calzará unos crampones y te llevará a recorrer el hielo por tu propio pie.
El paseo sobre el hielo tiene una duración de hora y media aunque también hay excursiones que llegan a alcanzar las tres horas y media. Podrás aprender a caminar clavando los pies en el suelo y, mucho mejor que todo eso, podrás presumir desde ese momento de ser uno de los que ha sentido bajo sus pies la majestuosidad del Perito Moreno cuando aún no había emprendido su camino hacia la extinción.