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De pintxos por Pamplona: 10 bares imprescindibles

De pinchos, vinos y vermuts en un bar de Pamplona.

Roberto Ruiz

Pamplona es un pequeño paraíso para aquellos a los que les gusta comer bien. La gastronomía navarra se caracteriza por la calidad de sus productos y por el respeto que les profesan sus chefs, y no hay mejor plan para comprobarlo que recorrer el casco viejo de Iruña de bar en bar, de barra en barra y de pintxo en pintxo. En Navarra las cosas saben a lo que tienen que saber, con frescura, intensidad y pureza. Cuantas más cosas podamos probar a nuestro paso por Pamplona, mayor será nuestra felicidad.

Los pintxos en Pamplona son toda una institución, una manera diferente de socializar y de vivir la ciudad. Es tal la importancia de estos pequeños bocados que cada año se celebra tanto la Semana del Pincho de Navarra como la Semana de la Croqueta, de donde salen propuestas ganadoras que siempre merece la pena probar. Cuando crece el apetito zonas como las inmediaciones de la Plaza del Castillo y las calles Estafeta, San Nicolás, Comedias o Mercaderes atraen a los amantes de la gastronomía en miniatura que buscan el contraste entre los pintxos más clásicos y los más vanguardistas.

Para que aciertes a la primera, hemos recopilado 10 bares de pintxos de Pamplona imprescindibles en los que encontrarás lo mejor de lo mejor, viajando desde la gastronomía navarra más tradicional hasta la más innovadora, entre vinos, vermuts y alguna que otra cervecita.

Bar Gaucho

El bar Gaucho es un clásico de toda la vida, un lugar imprescindible para los pamplonicas e ideal para todos aquellos que quieren disfrutar de la alta cocina en miniatura. Está en pleno centro, entre la Plaza del Castillo y la calle Estafeta, así que es difícil pasarlo por alto. 

Su amplia variedad de pintxos se inspira en lo mejor de la cocina navarra, añadiendo atrevidos toques de vanguardia. En su barra hay oferta para todos los gustos, pero los que la frecuentan saben que aquí hay que probar tanto su pintxo de huevo trufado como el de foie. Atención también a su erizo relleno con txapela de algas marinas, tan original como sorprendente.

¿Dónde encontrarlo?

C. Espoz y Mina, 7, Pamplona

Baserriberri

En la concurrida calle de San Nicolás encontramos Baserriberri, un lugar que combina a la perfección los productos tradicionales con la cocina más creativa, tanto en su comedor como en su impoluta barra de pintxos. 

El clásico Baserri de Pamplona se reinventó en 2016 de mano de Iñaki Andradas, quien junto a Luken Vigo da forma a propuestas tan originales como su famosa bOOmVeja, primer premio de la Semana del Pincho de Navarra 2017, que cautiva como un pan de leche de oveja ahumada con lactonesa trufada y cordero estilo thai, presentado en un recipiente hecho en 3D que asemeja ser una bomba a punto de estallar, tal y como hace pensar su humeante nitrógeno líquido. Además, el ceviche de salmón, el sándwich de rabo de toro al kalimotxo y la croqueta de pulpo tampoco te los deberías perder.

¿Dónde encontrarlo?

C. San Nicolás, 32, Pamplona

La Mandarra de la Ramos

En el corazón de Pamplona, en un acogedor local de piedra, azulejos y madera, y en el que los jamones nos saludan desde las alturas, la Mandarra de la Ramos nos invita a descubrir una barra llena de colores, sabores y sensaciones. Aquí tampoco falta ni el vermut ni los vinos de la tierra, así como una buena y exquisita muestra de la gastronomía navarra en miniatura.

La oferta es amplia, pero para muchos uno de los pintxos más destacados es sin duda el frito de pimiento, todo un clásico. El pintxo de pulpo a la gallega sobre patatica también tiene un gran número de seguidores, al igual que el de gulas con langostino y jamón. Y ojo también con el cremoso de hongos y trufa, con huevo poché y cebolla caramelizada, que puede hacerte volver una y otra vez.

¿Dónde encontrarlo?

C. San Nicolás, 9, Pamplona

Vermutería Río

Río abrió sus puertas en 1963 y presume de llevar más de 60 años sirviendo sus famosos fritos, que han dado de comer a varias generaciones de pamplonicas. Se enorgullece de su grifo de vermut, que no para de correr en todo el día, pero sobre todo de su pintxo más destacado, el frito de huevo. 

Uno de los grandes clásicos que no pueden faltar si salimos a tomar algo por el centro de Pamplona es este medio huevo cocido, envuelto en suave bechamel, y cubierto por una crujiente tempura. Un bocado que tiene tanto éxito que incluso se ha instalado un contador para contabilizar todos los que se sirven a lo largo del día. Hay más fritos, como los de pimiento o jamón y queso, y una amplia variedad de pintxos, pero si quieres cumplir con la tradición, “un vermut y un frito de huevo, por favor”, es lo que deberías decir tal como llegues a su barra.

¿Dónde encontrarlo?

C. San Nicolás, 15, Pamplona

El Temple

El Temple, ubicado en un local de toda la vida, es el auténtico sitio de comida casera al que se podría recurrir cada día para sentirse como en casa. Antes de llegar a sus mesas merece la pena hacer una parada en su barra para probar algún que otro pintxo, sobre todo si es nuestra primera vez.

En El Temple el pintxo estrella es ‘el moscovita’, algo que no tardarás en descubrir porque lo irás a pedir una y otra vez. Se trata de un frito de huevo, jamón serrano y queso, que aunque a simple vista parece una combinación sencilla se ha ganado a pulso la fama de ser uno de los mejores de la ciudad. 

¿Dónde encontrarlo?

C. Curia, 3, Pamplona

Bodegón Sarría 

Ubicado en la que sin duda es una de las calles más emblemáticas de la ciudad, la Estafeta, el Bodegón Sarría ofrece una gran barra sobre la que cuelgan multitud de jamones. Su cocina se basa en producto local de alta calidad para conseguir los sabores más auténticos de la gastronomía navarra, tal y como demuestra su generosa carta de pintxos tanto fríos como calientes. 

Aquí el protagonismo se lo lleva el ‘escombro’, el pintxo estrella de Bodegón Sarría, con más de tres décadas de historia y todo un clásico de la ruta del pintxo por el casco viejo pamplonés. Tan sencillo como delicioso, por solo probar este panecillo relleno de virutas de jamón y chorizo ibérico, convenientemente tostado, ya merece la pena hacer aquí un alto en el camino. 

¿Dónde encontrarlo?

C. de la Estafeta, 50, Pamplona

La Estafeta

A pocos metros de la Plaza del Castillo, en la calle que le da nombre, se encuentra el bar cervecería La Estafeta. Un lugar de ambiente tradicional, con una nutrida barra de pintxos y una cocina que apuesta por los ingredientes de la tierra presentados sin extravagancia ni inventos, sino de manera casera como siempre se ha hecho.

Hay mucho donde elegir. Hay quien se queda con el pintxo de champiñón, berenjena y pimiento, quien prefiere las croquetas de boletus y trufa y quien siempre se pide el de chistorra, pero si quieres una recomendación, no te pierdas la bola de pimiento o el pintxo de jamón batido. 

¿Dónde encontrarlo?

C. de la Estafeta, 54, Pamplona

La Vieja Iruña

De nuevo estamos en la calle San Nicolás para no perdernos La Vieja Iruña, un restaurante guiado por los chefs Germán Gómez y Sergio Lerga. Aquí la cocina de nuestras abuelas da forma a las apuestas más innovadoras, llevando la tradición y la vanguardia a una de las calles más animadas de Pamplona. 

En La Vieja Iruña les gusta cuidar el producto, y de eso en Navarra saben mucho. Merece la pena sentarse también en su restaurante, pero si lo que queremos es probar varias cosas en su barra tenemos una variada oferta de pintxos fríos y calientes entre los que elegir, todos cuidados con mimo y esmero. El gofre gamberro, la cesta de hongos y el carpaccio de ternera, mantequilla trufada y queso seguramente ya nos den motivos de sobra para volver, pero si quieres probar la auténtica especialidad del lugar entonces pon el foco en su eguzkilore, una crujiente y sabrosa alcachofa frita con huevo de codorniz trufado y caracol de foie. 

¿Dónde encontrarlo?

C. San Nicolás, 40, Pamplona

Iruñazarra

Vamos ahora hasta otra de las calles más míticas de Pamplona: Mercaderes. A pocos metros del Ayuntamiento de la ciudad y casi en la famosa curva de la Estafeta, Iruñazarra pone a nuestra disposición una oferta gastronómica tan buena como su ubicación. Seleccionando los mejores ingredientes entre los productos locales, su barra de pintxos es un auténtico reclamo para quienes la ven desde la calle. 

Iruñazarra tiene pintxos de campeonato, de hecho ha recibido varios premios en diferentes ediciones de la Semana del Pincho de Navarra, siendo semifinalista en 2024 con marytxer, un brioche asado con manteca de cerdo, mousse de codillo de cerdo a baja temperatura y chocolate con anchoa. Entre sus grandes clásicos siempre están, y deberían estar, la croqueta de camarones y puerro, el pintxo de setas y la croqueta gam-berra, ganadora de la V Semana de la Croqueta en 2022. 

¿Dónde encontrarlo?

C. Mercaderes, 15, Pamplona

San Nicolás - La Cocina Vasca

Y terminamos, cómo no, en la calle San Nicolás, para descubrir los pintxos del restaurante San Nicolás - La Cocina Vasca. Otro sitio fundamental si lo que nos gusta es la comida casera y tradicional, con propuestas clásicas de las que nunca fallan, pero dejando espacio también para propuestas más creativas y atrevidas.

Algunas de sus especialidades que más gustan son pintxos como el bollito cochino o el Aurelio, que es un frito de queso brie y jamón ibérico, aunque la croqueta de mejillón y curry rojo también es algo digno de ser probado. Si te gustan los fritos echa un ojo a los de gamba, calamar, pimiento, jamón y queso o a la croqueta de jamón ibérico.

¿Dónde encontrarlo?

C. San Nicolás, 13, Pamplona

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