Piscinas de aguas termales en España para ir todo el año
A lo largo de la geografía española, varias zonas destacan por ofrecer una alternativa a baños en playas y lagos gracias a la calidez de sus aguas y a sus propiedades. Se trata de sitios con piscinas de aguas termales, una opción ideal para aprovechar sus beneficios de forma gratuita.
En la antigüedad, varias civilizaciones -como romanos, griegos y egipcios- aprovecharon al máximo las propiedades de las aguas termales para su beneficio propio, ofreciendo termas públicas en las ciudades más grandes en la que cualquier habitante podía bañarse.
Sin embargo, su uso decayó en la Edad Media, cuando estas piscinas se abandonaron hasta la actualidad, que han vuelto a ganar importancia por su combinación de tradición y salud, que las vuelven destinos populares para el turismo y el cuidado personal.
España cuenta -distribuidos por todo su territorio- con multitud de estos espacios naturales, en los que además es posible conocer de las tradiciones y culturas de las zonas circundantes. Conocer la ubicación de algunos de los más destacados así como algunas de sus características es esencial para planear un viaje en cualquier fecha del año. Estas son algunas de las mejores piscinas de aguas termales de España.
Pozas de Arnedillo, en La Rioja
Las pozas de Arnedillo, en la población con el mismo nombre, son unas de las más destacadas de toda la Península por la temperatura de sus aguas, las cuales ascienden hasta los 52 grados y medio. Estas son de libre acceso y se encuentran cercanas al margen del río Cidacos, el cual desemboca en el río Ebro.
Las aguas son de origen minero y cuentan, entre su composición, con restos de cloruro de sodio, sulfato cálcico, bromo, y con iones de magnesio, hierro, silicio y rubidio. De esta manera, la localidad -a tan solo 62 kilómetros de la capital riojana- es una buena opción para disfrutar de algunas de las aguas más cálidas de la Península.
Termas romanas de Bande, en Galicia
La comunidad autónoma de Galicia es una de las que más termas alberga, en especial en la provincia de Ourense. De esta manera, las piscinas naturales romanas de Bande son una de las más llamativas tanto por su historia como por su fácil acceso.
Esto es debido a que, aunque durante las épocas de fuertes lluvias las termas se desbordan, imposibilitando su paso, lo más común es que la presa de As Conchas retenga la afluencia del río Limia lo suficiente, permitiendo así disfrutar de estos baños de agua caliente.
Además de contar con varias bañeras y piscinas, la zona termal alberga un pequeño lago natural del que brota el agua -a una temperatura de 46 grados y de mineralización media-. De la misma manera, el enclave también atesora un manantial utilizado por los romanos y una mansión de la misma época, que fue utilizada como posada para los viajeros que llegaban a la zona en la antigüedad. Estas caldas romanas, abiertas al aire libre y de uso gratuito, están cerca también de otros yacimientos arqueológicos de la misma época.
Pozas termales de Outariz, en Galicia
Del mismo modo que con las de Bande, las pozas termales de Outariz en Galicia son otras de las grandes representantes de la calidad de aguas termales orensanas. El espacio constituido tanto por estas piscinas como las de Burga de Canedo engloba el espacio termal lúdico más grande de la ciudad, ubicado además en el margen derecho del río Miño.
Sus aguas son de mineralización débil, hipertermales, bicarbonatadas sódicas, fluoradas y sulfuradas. Además, varios puntos de las rocas de granito liberan el agua a temperaturas qeu rondan los 60 grados.
La sección de Outariz cuenta con una piscina de agua fría y tres de agua caliente, además de con taquillas y aseos para poder disfrutar del baño de forma ordenada y sin preocupaciones. Además, pese a contar con acceso gratuito -menos para los menores de 10 años, a quienes no se les permite la entrada-, el aforo es limitado, y será necesario acudir con bañador, chanclas y toalla.
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