Vacaciones sin playa: piscinas naturales y zonas de baño para refrescarse en el interior de España

Cuenca esconde una de las piscinas naturales más espectaculares de España.

Roberto Ruiz

4 de agosto de 2023 22:29 h

Incluso cuando la playa queda un poco a desmano, siempre hay maneras de refrescarse escapando del verano y sus altas temperaturas. Repartidas por toda la geografía española, hay un buen número de piscinas naturales y zonas de baño, ya sea en ríos, lagos o embalses, que se pueden convertir en una alternativa y un alivio para aquellos que viven lejos de la costa. Ya sea por su belleza o exotismo natural, sus aguas cristalinas o su entorno rural, estas diez opciones que aquí te proponemos pueden protagonizar el plan perfecto para darse un buen chapuzón.

Son piscinas naturales y zonas de baño repartidas por las provincias de Madrid, Segovia, Cuenca, Ávila, Cáceres, Salamanca, Albacete, Ciudad Real, Zaragoza y Teruel para que, tanto si vives allí como si andas cerca de vacaciones, puedas acercarte a conocer estos parajes que, además de refrescantes, rezuman una cautivadora belleza natural. Espacios, eso sí, que hemos de proteger, cuidar y respetar para preservar el medio como se merece. 

Las Presillas, en Madrid

Estamos en Rascafría, en el norte de la provincia de Madrid. Aquí, en pleno Valle de El Paular, encontramos uno de los grandes clásicos al alcance de los madrileños: las Presillas. El río Lozoya se adapta con pequeñas presas para ensanchar su cauce natural y crear así tres zonas de baño rodeadas de praderas y vegetación. La entrada es libre y gratuita, pero sí es necesario pagar el estacionamiento de nuestro vehículo. Ten en cuenta que, por su cercanía a la capital, los fines de semana de verano la afluencia puede ser tan masiva que puede ser difícil hacerse un hueco.

El Chorro de Navafría, en Segovia

En Navafría, en la provincia de Segovia, tenemos el área recreativa de El Chorro. Cuenta con numerosos servicios pues, además de sus piscinas naturales hechas en el río Cega, ofrece barbacoas, restaurante y mesas para comer. También un parque infantil y hasta un laberinto de madera. Es una buena zona de senderismo y a un kilómetro de allí se encuentra El Chorro, una cascada de más de 20 metros de altura que nace a más de 2.000 metros de altitud en el Pico del Nevero, por lo que ya puedes imaginar a qué temperatura está el agua.

Las Chorreras del Cabriel, en Cuenca

Las Chorreras del Cabriel, cerca de la población de Enguídanos y a una hora de Cuenca, son posiblemente unas de las piscinas naturales más bonitas y llamativas de España. Aquí el río Cabriel va abriéndose paso en su propio cañón creando rápidos, pozas y espectaculares cascadas, dando lugar a zonas de baño en aguas cristalinas de color turquesa. La mejor manera de visitarlas es realizando una ruta de senderismo circular de 15 km. que parte desde Enguídanos y recorre todo el Monumento Natural de las Chorreras del Cabriel. Si queremos ir en coche, hay un aparcamiento en Enguídanos y otro en Víllora que necesitan reserva previa. Es un lugar de especial interés geológico, por lo que debe ser respetado y cuidado a conciencia.

El Pozo de las Paredes, en Ávila 

El Pozo de las Paredes se encuentra en el término municipal de Navacepeda de Tormes, en Ávila. Cuando veas las grandes paredes rocosas que flanquean el río Barbellido, que baja desde Gredos, entenderás perfectamente su nombre. Aquí una poza natural, enmarcada por un bonito puente medieval, se convierte en una piscina improvisada en los días de más calor. Hay un restaurante cercano y las piedras que rodean el agua forman cómodas plataformas en las que tomar el sol.

La Garganta de los Infiernos, en Cáceres

La Garganta de los Infiernos, en pleno Valle del Jerte, al norte de la provincia de Cáceres, prácticamente no necesita presentación. Se trata de una Reserva Natural de la Sierra de Gredos y, además de ser una famosa zona de barranquismo, ofrece diferentes pozas en las que refrescarse en verano. Para explorarla, podemos hacer diferentes rutas de senderismo que nos llevarán por los pilones que el agua ha ido formando a su paso, creando pequeños saltos en corma de cascadas. Su espectacularidad hace que sea una zona muy concurrida en verano y que su acceso haya tenido que ser regulado, pero su entorno siempre merece una visita en cualquier época del año. 

La piscina natural de Riofrío, en Salamanca

En en el salmantino municipio de Villasrubias se habilitaron en 2015 las aguas del río Frío para crear unas piscinas naturales perfectamente equipadas pues, además de la zona de baño, disponemos de una amplia zona de césped con merenderos, un chiringuito, duchas, vestuarios y aseos; e incluso una zona de baño acotada para niños. La arboleda proporciona una buena sombra, la piscina se encuentra a un par de kilómetros de Villasrubias y cuenta con aparcamiento para quienes vayan en coche.

La Playeta del río Júcar, en Albacete

Alcalá del Júcar puede presumir de tener su propia playa. Una playa tal y como la podemos imaginar, con su arena, su chiringuito y su agua. Pero, en vez de tener agua salada, tiene la del río Júcar. Es una de las zonas de baño autorizadas en Castilla-La Mancha por la Consejería de Sanidad y su agua se analiza cada 15 días para garantizar su buen estado. Un lugar especialmente cómodo y seguro para los niños que cuenta con una frondosa arboleda que garantiza la sombra.

Las Lagunas del Ruidera, en Ciudad Real

Las Lagunas de Ruidera son unas de las bellezas naturales más importantes de Castilla-La Mancha y forman un Parque Natural situado entre las provincias de Albacete y Ciudad Real. En total son 16 y el río Pinilla es el encargado de ir conectando una tras otra con cascadas y arroyos que se entrelazan entre sí. Entre todas ellas encontramos varios lugares de baño, como la Laguna del Rey, que ofrece zonas de playas y es una de las más conocidas y concurridas. Aunque hay varias más como la Colgada, la Salvadora o la Redondilla, entre otras, que también ofrecen zonas de baño.

El Pozo Pígalo, en Zaragoza

Estamos en el municipio aragonés de Luesia, en la provincia de Zaragoza, donde el río Arba forma una gran caldera cristalina conocida como el Pozo Pígalo. Una piscina natural para refrescarnos en verano rodeados de un precioso entorno repleto de pinares, robledales y hayedos. Altas paredes de roca rodean el agua, formando trampolines naturales y una zona habilitada bajo los árboles con merendero permite pasar el día bajo la sombra. Como sucede en tantos otros sitios, la gran afluencia de bañistas ha hecho necesario restringir el acceso, de manera que es necesario reservar plaza en su aparcamiento.

La Pesquera, en Teruel

En Beceite, en la provincia de Teruel, se encuentra La Pesquera. Su nombre hace referencia a un conjunto de pozas que va creando el río Ulldemó a su paso y para acceder disponemos de un camino de cinco kilómetros que sigue el curso del río. Son muchas las zonas de baño que aparecen aquí, de diferentes tamaños y profundidades. Tantas que en dicho camino encontraremos hasta 15 espacios de aparcamiento para acceder a unas u otras. En verano, del 16 de junio al 11 de septiembre, el aforo se controla haciendo necesario reservar el aparcamiento con anticipación.

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