Una ruta senderista por un paraje natural impresionante y con un arco natural de 20 metros de altura
La provincia de Burgos, en Castilla y León, cuenta con parajes naturales imperdibles. A lo largo de su territorio es posible disfrutar de una naturaleza singular, entre las que destacan cascadas y escarpadas montañas. El enclave se ha erigido como una opción idónea para llevar a cabo diferentes actividades al aire libre en las que atravesar pintorescos caminos y disfrutar de la naturaleza gracias a su singular fauna y flora.
Uno de los mayores atractivos del territorio burgalés se encuentra al norte de la provincia, en la comarca de Las Merindades. En ella es posible hacer una ruta senderista en la que admirar verdes laderas cubiertas de encinas y un arco natural de más de 20 metros de altura.
La Senda del Ventanón destaca por ser una ruta sencilla, de algo más de 11 kilómetros de recorrido circular, la cual es posible realizar en un tiempo aproximado de entre cuatro y cinco horas. Además, el trayecto está totalmente señalizado con balizas ubicadas a lo largo de los diferentes tramos y cuenta con un desnivel máximo de 280 metros de subida. Aun así, es recomendable extremar la precaución durante el recorrido, ya que es posible que haya desprendimientos en algunos de los tramos en los que las rocas están más sueltas.
Recorrido por la Senda del Ventanón
Para comenzar la ruta habrá que acercarse al aparcamiento del Alto de la Concha, el cual se encuentra a una hora y media tanto de Burgos como de Santander, y será accesible por la CL-629 y la N-623 respectivamente. Allí será posible dejar el coche para comenzar el recorrido a pie.
En el primer tramo, el sendero discurrirá por una pequeña y verde ladera del valle de Sotoscueva, cubierta por varios tipos de árboles, entre los que destacan las encinas, y por la que habrá que continuar hasta llegar al puente natural de El Ventanón.
Este monumento natural se compone de un arco de piedra de 30 metros de ancho y 20 de alto, creado por una antigua conducción de agua, que con el transcurso de los siglos disolvió la piedra caliza, dándole esa singular apariencia. A través del mismo es posible apreciar los montes del Somo y algunas de las poblaciones vecinas de la Merindad de Valdaporres.
Tras disfrutar del paisaje, habrá que comenzar el descenso, continuando por la derecha en la primera baliza y a la izquierda en la segunda hasta Villamartín de Sotoscueva. Al sur de esta localidad será posible disfrutar de los Canales de Dulla, una complicada y laberíntica red fluvial que recoge las aguas de lluvia y del deshielo en su camino hacia Quintanilla Valdebodres.
Si se continúa por el recorrido PR.C.BU-33, por el valle de Sotoscueva, será posible apreciar la arquitectura agraria característica de la zona, con amplios prados llenos de pasto, varias casonas, una fuente abrevadero, una bolera y la iglesia de San Esteban, la cual completa el núcleo rural del enclave.
Tras disfrutar del territorio, habrá que descender del alto de la Concha, por donde será posible descubrir el Ojo de Guareña, un sumidero por el que se introducen las aguas del río al que da nombre y que cuenta con infinidad de cavidades que dan lugar al espacio.
En este es posible también disfrutar de las Ermitas de San Bernabé y San Tirso, en la entrada principal del complejo kárstico, en el municipio de Cueva de Sotoscueva. En ellas es posible disfrutar de bóvedas naturales con pintadas murales de los martirios de San Bernabé y San Tirso, además de un altar con la talla de este último.
Ambos monumentos naturales son únicos y es recomendable detenerse a disfrutarlos durante el descenso, antes de finalizar la ruta definitivamente. Tras ello, el recorrido termina donde comenzó, en el aparcamiento del Alto de la Concha.
Otros consejos
Pese a que la ruta no es de especial dificultad, es recomendable acudir con ropa cómoda y calzado especial de montaña, los cuales permitan llevar a cabo el recorrido de manera tranquila y sin contratiempos. Además, es conveniente hidratarse de manera frecuente, por lo que es aconsejable acudir al enclave con un recipiente con agua que podrá ser rellenado a lo largo del sendero en diferentes fuentes que se encuentran a lo largo del territorio.
Por otro lado, siempre es recomendable revisar el parte meteorológico antes de comenzar una ruta de montaña, ya que los climas adversos como fuertes lluvias, nieve o vientos pueden obstaculizar la realización del recorrido, impidiendo en algunos casos incluso la finalización del mismo y poniéndonos en peligro.
0