Al seleccionar un destino durante estas vacaciones, es fácil recurrir a las escapadas por playas o grandes emplazamientos turísticos con gran valor cultural. Sin embargo, no todos los viajeros disfrutan invirtiendo su tiempo libre de esta manera, pero que no teman: también existen grandes opciones para los amantes de la naturaleza.
Una alternativa perfecta para aquellos que prefieran el monte a la playa es la ruta por el valle de Bujaruelo, en Huesca. Un paseo por uno de los rincones más especiales de los Pirineos, que además colinda con el afamado Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Durante su recorrido, es posible llevar a cabo diferentes rutas, en las que apreciar cascadas, el curso del río principal del valle -el Ara- y el Araza, así como gran cantidad de especies animales y vegetales.
Así, el valle se ha establecido como una opción segura para turistas y como un refugio natural para gran cantidad de especies amenazadas, gracias a su localización única y a las costumbres ganaderas que llevan manteniéndose en la zona desde épocas medievales.
Historia del valle
El enclave se ha erigido durante siglos como uno de los principales puntos de tránsito entre comerciantes y viajeros que se disponían a atravesar los Pirineos. Alrededor del año 1150, la Orden de los Hospitalarios, una orden militar católica y medieval, fundó en el interior del valle el Hospital de San Nicolás, en torno al cual hubo población activa hasta el siglo XVIII.
Las ruinas del hospital, así como de otros restos arquitectónicos de la época, han sido destruidas y reconstruidas en varias ocasiones. Esto es debido a que el espacio fue clave durante numerosas guerras con Francia por su carácter fronterizo.
Durante todo este tiempo, el valle ha recibido varias distinciones como la de Lugar de Interés Comunitario (LIC), la de Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA) o la de Zona Periférica de Protección del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Además, el espacio está integrado también en la Reserva de la Biosfera “Ordesa-Vignemale”.
Acceso al valle
Para acceder al valle de Bujaruelo, primero habrá que dirigirse a la localidad de Torla-Ordesa para posteriormente desviarse una vez llegado al Puente de los Navarros, donde habrá que girar a la izquierda. A partir de aquí el camino será empedrado y algo irregular en algunas zonas de su recorrido.
El terreno se encuentra bacheado en gran parte, por ello se recomienda conducir con cuidado y no a gran velocidad. Al finalizar los poco más de 6 kilómetros, es posible apreciar una explanada donde se encuentran tanto el refugio como el campamento, flanqueados por murallas de piedra. Una vez allí, al divisar el histórico puente románico de San Nicolás de Bujaruelo, ya será posible comenzar las diferentes rutas a pie.
Qué hacer en el valle de Bujaruelo
Uno de los objetivos de quienes visitan el valle es acceder al Ibón de Bernatuara, una ruta de montaña en subida que finaliza con una espectacular vista al lago -de origen glaciar- que nombra el recorrido. El itinerario consta de 12 kilómetros de camino lineal -6 de ida y 6 de vuelta- a realizar en un tiempo estimado de 5 horas.
Para su realización, habrá que coger la senda del GR 18 y el cartel que nos indica el puerto de Bujaruelo. Al encontrar el primer poste de alta tensión, habrá que girar a la izquierda hasta desviarse por la senda correcta, a partir de ahí, solo habrá que continuar hasta encontrar unos hitos de piedra y posteriormente el Ibón de Bernatuara.
Dado que el enclave se encuentra a 2330 metros de altura, es recomendable realizar esta ruta en verano o primavera, ya que la zona puede estar bastante nevada durante otras épocas del año.
El recorrido es una de las rutas principales en el valle de Bujaruelo, pero hay una gran cantidad de opciones diferentes para visitar en la zona. Algunas de ellas son:
- Valle de Otal.
- Puerto de Bujaruelo.
- Valle del Ara.
- Fachaguasa.
- El Cebollar.
Además, cercano al valle se encuentra el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, un espacio natural protegido que destaca por ser el segundo parque natural más antiguo de España, así como por su singular fauna protegida y por su orografía en la que destaca el macizo de las Tres Sorores o Treserols.
Para visitar tanto el valle de Bujaruelo como el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, es recomendable utilizar calzado adecuado, y ropa de montaña. Además de otros útiles básicos en rutas de montaña como crema solar y un protector de lluvia, ya que cuanto mayor sea la altitud, más probables serán los cambios de temperatura.