Así como Madrid y Barcelona son dos de esas ciudades que todos deberían visitar al venir a España, lejos de las urbes podemos encontrarnos con alguno de estos diez pueblos bonitos de España. Por supuesto, hay muchas más localidades que despertarán tu interés en cualquier épocas del año.
En esta ocasión vamos a citar un decálogo de municipios a los que tienes que viajar, especialmente durante las vacaciones. Todos ellos tienen un encanto único y se diferencian de los demás por ciertas características que los convierten en excepcionales.
Pueblos con más encanto
Aínsa, villa medieval del Pirineo Aragonés
Los Pirineos de Aragón son una de las zonas más ricas en cuanto a asentamientos urbanos con carácter propio, como Aínsa. Mínima es la distancia que separa a este pueblo de Huesca del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, y las razones para recorrerlo son múltiples. Van desde la historia de sus calles, con mitos y leyendas, hasta una de las mejores gastronomías de dicha región.
Cadaqués, ¿el pueblo más bonito?
Todos los años aparecen listados en los que se determina que tal o cual es el pueblo más bonito del país. La verdad es que este, ubicado en la Costa Brava y uno de los más populares de Cataluña, es uno de los que siempre entran en los primeros puestos de los rankings. Su atractivo fue avalado ni más ni menos que por Salvador Dalí, nacido allí, que lo eligió para asentarse durante buena parte de su vida.
Ronda, pueblo blanco de Málaga
Sin duda, los pueblos blancos son una categoría turística en sí misma. En Málaga, Ronda es uno de los más espectaculares que encontrarás. Posee este distintivo color de sus casitas, pero se destaca entre otros similares por dos elementos que te dejarán sorprendido. Primero, ese impresionante acantilado al que dan varias de las casas. Segundo, el puente que lo cruza a gran altura.
Hondarribia, un indispensable en Guipúzcoa
Si hay una localidad que tiene enamorados a los españoles y a los extranjeros en el País Vasco es Hondarribia. Es perfectamente comprensible porque el barrio de los pescadores con sus viviendas de colores y su casco antiguo no se ven todos los días. Sumándole a eso una de las más variadas ofertas culinarias de la comunidad, es el destino ideal de fin de semana.
Albarracín, pueblo rústico de Teruel
De regreso al interior, otra de las villas medievales en las que aconsejamos perderse sin prestar atención al reloj ni a las obligaciones. Es la mejor forma de disfrutar de las construcciones de otra época, entre las que sobresalen la Catedral y la preciosa Plaza Mayor.
Albarracín cuenta con una de las murallas mejor conservadas de toda España y es uno de los destinos rurales imprescindibles ahora que se ha revitalizado este sector. Las visitas guiadas son comunes y un interesante modo de descubrir sus alicientes. No en vano, muchas guías y revistas internacionales lo destacan para unas vacaciones perfectas en el país.
Peñíscola, el secreto del Mediterráneo
No podía faltar en ese listado alguna de las poblaciones que se establecieron en torno al mar Mediterráneo.
Peñíscola es una parada obligatoria en cualquier temporada, con unas maravillosas vistas que reúnen lo mejor de las aguas con su estilo arquitectónico de sello propio. Un detalle curioso es que en sus calles empedradas se rodaron muchos de los mejores capítulos de Game of Thrones (Juego de Tronos), de las series más exitosas de la década pasada.
Sus playas son conocidas y visitadas especialmente durante el verano; elegidas por muchos turistas para pasar sus vacaciones en España.
Santillana del Mar, la joya cántabra
Entre los pueblos más bellos de España, al norte de la península, muy cerca de Santander, Santillana del Mar es un municipio con todo lo que hace falta para pasar una tarde. Su principal atractivo es la Cueva de Altamira, Patrimonio de la Humanidad, pero tampoco deberías descartar la Plaza Mayor.
Justamente desde ahí sale un trayecto que atraviesa el casco histórico y en el que se hallan algunos clásicos locales.
Almagro con su conjunto histórico-artístico
Elegir una localidad por sus expresiones tanto históricas como artísticas no es tarea fácil. Almagro seguramente es una sugerencia que no falla. Se trata de uno de los rincones escondidos de Castilla-La Mancha que merecen completamente la pena. Su Plaza Mayor y su Corral de Comedias son dos de los lugares que tienes que visitar una vez allí gracias a su larga historia.
Frigiliana y sus colores
Dentro del Parque Natural de las Sierras de Almijara, Tejeda y Alhama, en Málaga, la combinación de muros blancos y tejados anaranjados hace de Frigiliana un sitio inmejorable para tomar fotos. El barrio alto, declarado Bien de Interés Cultural, va a dejarte con la boca abierta.
Besalú, como viajar en el tiempo
Si valoras especialmente los pueblos que se han conservado bien a pesar del paso de los años, Besalú conquistará tu corazón. Dentro de la Costa Brava, sorprende la buena preservación de su puente medieval tan bien preservado como éste. Normalmente, la jornada continúa por las iglesias de marcado estilo románico.
Su arquitectura medieval lo ha convertido en un lugar de peregrinación turísticas, por lo que no es de extrañar encontrarse con establecimientos bastante llenos durante el fin de semana. Pero seguro merece la pena acercarse y dejarse llevar unos días por este bonito lugar.
Como vemos, de norte a sur existen pueblos en los que perderse y elegir para disfrutar de unas vacaciones completas en todas las estaciones del año.