Ruta de los Castillos y las Batallas de Jaén: seis fortalezas para viajar por la historia de España
La tierra jienense nos habla de conflictos y enfrentamientos que han marcado la historia hasta nuestros días, y no por casualidad Jaén atesora el territorio con mayor concentración de arquitectura defensiva en Europa. Guerras y batallas de religión y territorios se sucedieron durante siglos y numerosos castillos y fortalezas fueron surgiendo en sus poblaciones para, entre olivos, dibujar hoy uno de los paisajes más llamativos de la geografía española.
Para que podamos conocer la historia de primera mano, la Ruta de los Castillos y las Batallas de Jaén nos invita a viajar en el tiempo y descubrir, fortaleza tras fortaleza, lo que aquí aconteció años atrás. Contiendas como la Batalla de Baecula, en el año 208 a.C. entre los cartagineses de Aníbal y el Imperio Romano; la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212 entre musulmanes y cristianos durante la Reconquista, y la Batalla de Bailén, en plena Guerra de la Independencia en 1808 entre las tropas de Napoleón Bonaparte y el ejército español, fueron clave para definir el rumbo de la Península Ibérica y España. Y hoy su recuerdo forma un interesante itinerario cultural y turístico perfecto para disfrutar de un fin de semana lleno de historia.
El castillo de Baños de la Encina, el de Arjonilla, el de Santa Catalina, el de Lopera, el de Alcaudete, la fortaleza de la Mota en Alcalá la Real, el castillo de Castro Ferral, los de Vilches y Giribaile, el de Santa Eufemia, el del Berrueco, el de Torredonjimeno, los de la Villa y el de la Peña, el de Yedra, el de Segura de la Sierra, el de Hornos, el de Sabiote, el de Jódar, el de La Guardia, el de Villardompardo y el de Canena. Son muchísimos los que podemos encontrar en esta Ruta de los Castillos y las Batallas de Jaén y, aunque algunos están en ruinas, muchos otros sí están cuidadosamente conservados. Varios están musealizados para permitirnos conocer mucho mejor lo que sucedió dentro y fuera de sus muros, pero si queremos más siempre contamos con el Museo de la Batalla de las Navas de Tolosa, en Santa Elena, y el Museo de la Batalla de Bailén, en Bailén, para profundizar en cada una de estas contiendas.
Aunque la lista es prácticamente inabarcable en un solo fin de semana, sí podemos hacer una selección lo suficientemente representativa de las fortalezas de esta ruta para descubrir, en un par de días, algunos de los castillos más importantes y llamativos.
Castillo de Baños de la Encina
El castillo de Baños de la Encina, también conocido como castillo de Burgalimar, es uno de los mejor conservados de toda al-Ándalus. Se considera que es la mejor muestra de arquitectura militar andalusí de Europa y fue construido con la técnica del tapial en época almohade, fechando sus inicios entre los años 1120 y el 1230. La majestuosidad de sus murallas impresiona desde lejos y a lo largo de sus paños se reparten quince torres, entre las que sin duda destaca la torre del homenaje, añadida tras la conquista castellana allá por el año 1225.
A lo largo de los siglos el castillo de Burgalimar ha recibido muy diversos usos, desde refugio de guerreros hasta estancia real, pero lo que más llama la atención es que una de sus últimas utilidades fue la de servir como cementerio local, algo que estuvo vigente hasta bien entrado el siglo XX. La fortaleza se puede visitar y puedes reservar tus entradas a través de esta web.
Castillo de Lopera
En el mismísimo centro de la localidad de Lopera encontramos uno de los mejores ejemplos de castillos construidos por la Orden Militar de Calatrava en la provincia de Jaén. El perímetro amurallado que vemos es el original y fue en el siglo XIII cuando la Orden de Calatrava transformó y realizó esta nueva construcción sobre la base de una fortificación andalusí que protegía a los vecinos. Su particular planta tiene forma de pentágono irregular y se compone por dos recintos, uno exterior formado por lienzos de muralla y cinco torres, y otro interior en el que quedan protegidas sus dos torres, la de San Miguel y la de Santa María, unidas por un doble muro.
Estuvo en manos de dicha orden hasta la desamortización de Madoz y entonces pasó a manos de Alonso Valenzuela, personalidad importante de la villa. Fue pasando de descendiente en descendiente hasta que en el año 2000 se creó la Plataforma Ciudadana para la Defensa del Castillo y a finales de 2002 pasó a ser titularidad municipal. El Castillo de Lopera ofrece visitas guiadas pero deben ser reservadas previamente.
Castillo de Santa Catalina
El de Santa Catalina nunca se podría quedar fuera de esta Ruta de los Castillos y las Batallas de Jaén. Su ubicación, sobre el cerro del mismo nombre, ofrece unas vistas privilegiadas sobre la ciudad de Jaén y parte de la provincia. Y en este caso entramos en una fortaleza que jugó un papel fundamental en dos momentos clave: tanto en las contiendas entre musulmanes y cristianos como en la Guerra de la Independencia, al tratarse de un importante centro de operaciones de las tropas napoleónicas.
En su día, la primitiva alcazaba estaba formada por tres fortificaciones de las que solo se conserva el Alcázar Nuevo, construido tras la conquista castellana. De manera que cuando visitamos la fortaleza encontramos una planta casi triangular protegida por seis torreones entre los que destaca la Torre del Homenaje, con 40 metros de altura. Hoy el castillo acoge un centro de interpretación en el que se recrea buena parte de su evolución y de la historia de Jaén. Más información y reservas.
Castillo de Alcaudete
El de Alcaudete es otro excelente ejemplo del poder que la Orden de Calatrava alcanzó en la Edad Media. Por encomendación de Fernando III el Santo la orden tenía la misión de proteger la frontera occidental del reino de Jaén frente al reino nazarí de Granada y este, junto a otros castillos, jugó un papel fundamental. Gracias a un minucioso trabajo de restauración el aspecto del castillo de Alcaudete es muy similar al que tendría hace ocho siglos, con una muralla en la que se aprecia a la perfección su camino de ronda y una imponente Torre del Homenaje de 22 metros de alto y muros de hasta tres metros de grosor.
Siempre podemos optar por una clásica visita al recinto y recorrer el Centro de Interpretación de la Orden Militar de Calatrava, pero también puede ser mucho más interesante y divertido participar en alguna de las cenas o almuerzos medievales, o en las visitas teatralizadas y recreaciones históricas que se organizan en el castillo. En esta web puedes reservar tu visita.
Fortaleza de la Mota
La Fortaleza de la Mota se encuentra en Alcalá la Real y su tamaño y majestuosidad nos avisan de que nos encontramos en uno de los sistemas defensivos más complejos y mejor diseñados de Al-Ándalus, donde se concentraban grandes dosis de poder. Más que un único castillo, lo que permanece en el cerro que domina la actual Alcalá la Real son los restos de la primitiva ciudad andalusí, que contaba con su mezquita, su alcazaba y su mercado; así como de los edificios levantados tras la Reconquista.
De lo que podemos ver hoy, que es mucho, lo primero que nos llamará la atención es su enorme perímetro amurallado, pues no en vano es uno de los más extensos de toda Andalucía. También la iglesia abacial de Santa María la Mayor, de los siglos XVI-XVII, se lleva gran parte del protagonismo, que como el resto del emplazamiento fue abandonada cuando los habitantes se trasladaron en el siglo XVIII a la zona baja de la ciudad. Y como en otras ocasiones, la Torre del Homenaje, con sus 20 metros, tampoco pasa desapercibida. Puedes reservar tu visita.
Castillo de Sabiote
Y para terminar de hacernos una buena idea de esta Ruta de los Castillos y las Batallas de Jaén, otra visita igualmente recomendable es la del castillo de Sabiote. En alto y rodeado por un mar de olivos, esta fortaleza declarada Monumento-Artístico la podemos datar entre los siglos XIII-XIV, cuando la Orden de Calatrava llevó a cabo una nueva planificación defensiva del antiguo hisn islámico. En 1537 fue comprado por Francisco de los Cobos, Contador Myaor de Carlos I, que realizó en él una gran reforma renacentista dirigida por Andrés de Vandelvira.
Accedemos a él por una llamativa portada con grutescos y las armas de Cobos y María de Mendoza, y tras atravesar un gran arco carpanel llegamos al patio, en estado de ruina. Sin embargo, el castillo mantiene en pie las estancias necesarias como para ofrecer un centro interpretativo en el que se nos narra la historia del complejo, la vida del propio Cobos y el papel de Sabiote en la historia de España. El castillo ofrece visitas guiadas y puedes adquirir las entradas en la Oficina de Turismo frente al castillo. Si quieres ampliar información, siempre puedes recurrir a esta página.