Si va a visitar espacios naturales, recuerda la importancia de respetar el entorno y sigue las guías y recomendaciones oficiales para no poner en peligro el lugar ni tu integridad física.
Hay en la provincia de Alicante, en Tibi, un pantano construido a finales del siglo XVI, el más antiguo de España y el segundo más antiguo de Europa que, además de utilizarse para fines agrícolas y hacer posible la huerta de Alicante, se puede rodear en una maravillosa ruta de unos cinco kilómetros en total, accesible para toda la familia, aunque algo exigente en algunos puntos.
Situada a 18 kilómetros de la ciudad de Alicante, esta obra maestra de ingeniería civil se yergue hasta los 46 metros -altura que no se pudo superar en Europa hasta al menos dos siglos después- y ha sido catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC).
La presa se edificó en un momento de auge comercial e incremento de la productividad de los cultivos. La primera piedra se colocó en 1580 y, tras paralizarse en varias ocasiones por falta de recursos, la construcción se prolongó durante 14 años. Ha sufrido varias reparaciones, la más reciente en el año 1941, cuando se abrió un nuevo túnel de desagüe en la roca de la ladera derecha, al nivel del cauce.
El diseño en forma de arco de 65 metros de longitud ha sido esencial para que haya perdurado tanto tiempo activa, siendo capaz de enfrentarse a las reiteradas avenidas de aguas.
Un molinero y un cantero idearon la construcción de este embalse que contó con la supervisión de los ingenieros del rey Felipe II.
Se trata de un punto estratégico entre los cerros Mos del Bou y La Cresta y con esta estructura se logró canalizar las aguas del río Montnegre, antiguamente conocido como el río Verd. Se trata de una rambla mediterránea cuyo caudal es muy irregular y en cuya cuenca llueve poco, pero en ocasiones muy torrencialmente.
Marcó un antes y un después en el sistema de riego local y, a día de hoy, pertenece al Sindicato de Riegos de la Huerta de Alicante. Ocupa una superficie de 50 hectáreas y tiene una capacidad máxima de dos hectómetros cúbicos.
Al adentrarnos en la ruta es posible disfrutar de este patrimonio histórico, con su espectacular paraje mediterráneo, donde se pueden practicar deportes de agua. No todo el turismo de Alicante es sol y playa.
Una capilla en las alturas
En la parte alta de uno de los cerros se encuentra la vivienda del encargado de la presa con tres estancias, aunque actualmente no se utiliza. La casa cuenta con una capilla en cuya puerta de acceso hay un escudo real con la fecha 1795 -durante el reinado de Carlos IV-.
La presa se completa con una red de acequias que se extiende por la comarca de Alicante, así como diversos azudes, sistemas de protección y puentes sobre el cauce principal y los canales de distribución.
La ruta de senderismo del pantano de Tibi combina entonces una obra hidraúlica de enormes dimensiones que ha visto pasar casi 500 años de historia junto con un paisaje mediterráneo rodeado de montañas y vegetación autóctona.
Cómo llegar
La mejor opción para llegar al Pantano de Tibi es en coche. Desde Alicante, el trayecto es de alrededor de 25 minutos por las vías A-77 y A-7. Por su parte, desde Albacete el viaje tiene una duración estimada de 1 hora y 25 minutos por la carretera A-31. Una vez en Tibi, el inicio de la ruta está bien señalizado, lo que facilita el acceso a pie hasta el embalse.
En las inmediaciones del municipio, es fácil encontrar aparcamiento para iniciar la ruta. Para ello, hay que tomar una carretera asfaltada desde la estación de servicio Xirau que conduce a la barrera que impide el acceso a los vehículos, donde se puede aparcar el coche. Desde aquí se trata de caminar y disfrutar del paisaje.
Una vez alcanzada la parte superior del pantano, se trata de recorrer el camino de vuelta, a no ser que se quiera acceder a la parte superior a través de un camino de piedras irregular que permite avistar un paisaje espléndido.
Montañas, pinos y encinas
La ruta se puede calificar de fácil a moderada, aunque algunos tramos rocosos requieren precuación si vamos con los más pequeños de la familia o somos senderistas principiantes.
El camino atraviesa parajes naturales de gran belleza, con vegetación mediterránea como pinos y encinas. La ruta sigue por senderos bien señalizados hasta llegar al embalse, donde se pueden disfrutar de las vistas al pantano y sus alrededores montañosos.
Es un punto de partida para numerosas rutas de senderismo en la zona. Una segunda ruta, que resulta un poco más complicada, parte desde Tibi. Se puede comenzar desde el propio pueblo a pie o llegar con el coche hasta otra explanada que se encuentra justo en el lado opuesto del primer itinerario. Este camino no lleva a la presa, pero se puede disfrutar de unas vistas increíbles. Para atravesar esta ruta es conveniente llevar cuidado en el camino porque no siempre se encuentra en buen estado.
El baño no está permitido en el pantano de Tibi, pero, a cambio, es posible contemplar una de las vistas más impresionantes de la comarca. Es aconsejable llevar calzado cómodo, protección solar y agua.
Un pueblo de casas blancas
El pueblo de Tibi también merece un recorrido a pie por sus calles tranquilas y ambiente sosegado. Hay que dirigirse a la Plaza de España para comprobar la calidad de las aguas en su fuente. Al final de la calle El Carreret también hay una bella vista panorámica del Castillo. Tibi es un pueblo pequeño de casas blancas enclavado entre la sierra del Maigmó, 'el balcón de Alicante', y la Peña Roja.
En la parte alta del pueblo se puede pasear por los parques y jardines como el de la Alameda, el de la Era del Teular, la Glorieta y el Paseo de la Santa maría Magdalena. Al final de este último se encuentra la ermita dedicada a esta santa.