Seguro que en más de una ocasión has utilizado la expresión “todos los caminos llevan a Roma” para aludir a la posibilidad de que a un mismo objetivo se puede llegar por distintas vías. Parece que este dicho popular, que está traducido en diversas lenguas, tiene su origen en el Milliarium Aureum (Miliario de Oro), monumento construido bajo las órdenes del emperador Augusto en el año 20 a.C. y que sirvió en el Foro de la Antigua Roma para marcar el origen de todas las calzadas romanas, que se extendieron por Europa pero también por países como Turquía o Egipto.
En este artículo vamos a contarte qué rutas podemos tomar partiendo de España para hacer el Camino de Santiago, que todavía transcurre en alguno de sus tramos por vías milenarias y antiguas calzadas de la época romana. Se dice que hay tantos caminos como peregrinos.
Aunque el Francés es el más reconocido internacionalmente y el que cuenta con una mayor tradición histórica, también es posible —e igual de válido— tomar como punto de partida algunos de los enclaves que vamos a contarte. La Xunta de Galicia, además, cuenta con una aplicación para ayudarte a planificar tu camino según de dónde vayas a salir o cuántos kilómetros quieras realizar al día.
Si has pensado en hacer el Camino, ya sabrás que hay unos consejos y recomendaciones básicas para hacer el trayecto más llevadero. Y que uno de los principales es que hay que llevar solo lo más imprescindible para que la mochila no sea un estorbo. Una guía es cargar con menos del 10% de nuestro peso corporal. Y hacernos con un buen calzado (y calcetines), adaptados a la época en la que vayamos a realizar el tramo escogido. La ropa también es muy importante, ligera y confortable; con un par de mudas es más que suficiente pues en la mayoría de albergues encontraremos lavandería. Un buen chubasquero, crema solar independientemente de la estación en la que viajemos y una botella de agua reutilizable son otros imprescindibles.
Vía de la Plata
La Vía de Plata parte del sur de España y tiene una longitud, por Laza, de 213 kilómetros; por Verín, de 253 kilómetros, y por Feces, de 187. La dificultad es media en los tres casos. Sigue la calzada romana que enlazaba Emerita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga). Esta ruta hace su entrada a Galicia por A Mezquita y es la vía jacobea más extensa. Su nombre fue acuñado por los musulmanes (Bal’latta), con la que denominaron aquel camino que transcurría por el norte cristiano.
Se cuenta que por este camino se dirigió a Santiago con sus tropas Almanzor en el 997, y que las campanas de Santiago, que se llevó el caudillo de Al-Ándalus, regresaron siglos después por esa ruta de Córdoba a Compostela.
Camino Primitivo
Es la ruta más antigua, parte de Oviedo y cubre una distancia de unos 168 kilómetros (se puede hacer desde San Xoán de Padrón o desde A Proba de Burón). Es de dificultad baja y la mayor parte se hace por calzadas romanas. Alfonso II el Casto, monarca astur-galaico, fue el primer peregrino descrito. Y su viaje, en el siglo IX, tuvo como objetivo cerciorarse, según las crónicas, de que los restos que se habían encontrado eran del Apóstol.
En 2015, la Unesco reconoció este camino, junto al del Norte, como Patrimonio de la Humanidad. Recorre los municipios de A Fonsagrada, Baleira, Castroverde, Lugo, Guntín, Friol, Palas de Rei, Toques, Melide, Arzúa y O Pino hasta llegar a Santiago de Compostela.
Camino del Norte
El Camino del Norte parte de Ribadeo, en la provincia de Lugo, o de la aldea asturiana de Abres y tiene una extensión de 190 kilómetros desde el primer punto o de 185 desde el segundo. Desde la Edad Media tiene el aliciente para algunos peregrinos de conseguir en Oviedo la indulgencia del Jubileo de la Santa Cruz y visitar las reliquias del santuario de San Salvador. Es un camino que ha sido escogido por caminantes no solo asturianos, sino de países europeos como Inglaterra, Alemania, Flandes o Escandinavia.
Castropol es la última localidad asturiana de esta ruta, desde donde se accede a Galicia por la ría Ribadeo y con el Mar Cantábrico de paisaje. El Ponte dos Santos sirve de enlace entre estas dos comunidades.
Si queremos hacer el camino ya desde Galicia, lo haremos desde Ribadeo siguiendo siempre las señalizaciones que representan la vieira, y que sirven de guía al peregrino.
Este camino es especialmente interesante, además, por el patrimonio natural que encierra. Recorre zonas que son Reserva de la Biosfera como los alrededores del Río Eo o las Terras do Miño.
Camino Inglés
Este camino tiene punto de origen en A Coruña y una distancia de 72 kilómetros desde Ferrol o 112,5 desde A Coruña. Era el favorito de peregrinos procedentes de países como Suecia, Dinamarca, Noruega, Islandia o Finlandia, pero también escoceses, irlandeses e ingleses, que atracaban en los puertos de Ferrol o A Coruña en barcos que partían desde sus respectivos puertos. Las dos rutas coinciden en la ciudad de Bruma, desde donde recorren juntas los últimos 40 kilómetros.
Ruta del Mar de Arousa y Río Ulla
Esta parte del Camino es un recorrido fluvial y marítimo que tiene como objetivo revivir la llegada del apóstol Santiago por mar en el año 44 tras su martirio en Jerusalén. Se parte desde los puertos de Ribeira y O Grove, desde donde se cubren 40 millas náuticas hasta la antigua Iria Flavia (Santa María de Iria Flavia, en el municipio de Padrón), y luego otros 25 kilómetros a pie hasta Santiago de Compostela.
Si haces este Camino en época estival puede que tengas la oportunidad de ver la procesión fluvial que organizan cada año a bordo de pequeñas embarcaciones engalanadas para esa ocasión. El recorrido está salpicado por 17 obras de piedra que han convertido esta ruta en el único Vía Crucis marítimo del mundo.
La ruta del Mar de Arousa y Río Ulla transcurre por 22 municipios de las provincias de Pontevedra y A Coruña con preciosos paisajes de costa y playas, y un patrimonio cultural e histórico inigualable. Sus tierras han sido lugar de nacimiento o residencia de escritores de la talla de Valle-Inclán, Camilo José Cela, Alfonso Daniel Rodríguez Castelao o Rosalía de Castro.
Camino de Invierno
Con una distancia a recorrer de 239,2 kilómetros, la dificultad de este trayecto, que atraviesa las cuatro provincias gallegas, es media alta. Al parecer, se estableció como alternativa en la época invernal al Camino Francés para evitar el paso por las cumbres de O Cebreiro, cubiertas por la nieve, y para no tener que enfrentarse a los desbordamientos de los ríos.
El punto de partida es Ponferrada, en León, y sigue el curso del río Sil por la comarca de Valdeorras (Orense), de ahí pasa al sur de la provincia de Lugo, y por la comarca del Deza (Pontevedra) alcanza Santiago de Compostela.
Tiene su origen en la época romana y es muy atractiva porque atraviesa Las Médulas (León), famosas por sus antiguas explotaciones mineras de oro, y gran parte de la Ribeira Sacra, muy visitada por la cantidad de monasterios que alberga, sus espectaculares paisajes de costa e interior y por los exquisitos vinos que cultiva en sus laderas.