Siete rutas en moto para recorrer España sobre dos ruedas

Los Pirineos en moto

Roberto Ruiz

Si te gusta viajar en moto seguro que conoces muchas rutas que recorren los mejores paisajes de la geografía española, ya sea para hacerlas en un fin de semana o donde dedicar unas vacaciones de varios días y muchos kilómetros. Opciones hay muchas, pero hay algunas que deberían ser imprescindibles para todos los amantes de las dos ruedas, tanto por el norte como por el sur de la península ibérica.

Aquí tienes zonas de montaña, de costa e incluso de desierto. Todas llenas de bellas carreteras con trazados revirados donde disfrutar a fondo de la moto, rodeadas de paisajes de ensueño y parajes naturales donde desconectar de todo lo demás. Desde Galicia a Almería, pasando por Pirineos y Cádiz, estas son algunas de las rutas que mejor disfrutarás sobre dos ruedas.

La Sierra de Grazalema en moto

En esta ruta por tierras gaditanas vamos a unir dos Parques Naturales, el de Los Alcornocales y el de la Sierra de Grazalema. Las carretas que los atraviesan son ideales para recorrerlas en moto. Si empezamos en el sur, los pueblos monumentales de Castillo de Castelar y Castelar de la Frontera merecen una visita, y después puedes subir por la A-381 hasta Alcalá de los Gazules y empezar a conocer los pueblos blancos de Cádiz. Si continúas hacia el norte pasarás por Ubrique y El Bosque hasta llegar a Grazalema y hacer la CA-9104 hasta Zahara de la Sierra. Si quieres volver al punto de inicio un acierto sería hacerlo uniendo pueblos como Ronda, Cortes de la Frontera, Gaucín y Jimena de la Frontera. 

Cabo de Gata y el desierto de Almería en moto

En la costa almeriense encontramos el Parque Natural de Cabo de Gata, un verdadero paraíso para los amantes de las dos ruedas situado entre el mar y el desierto. Desde Almería capital hasta Cabo de Gata tenemos media hora de camino y una vez allí podemos ir uniendo pequeñas carreteras para pasar por lugares como San José, el Pozo de los Frailes, la Isleta del Moro, Las Negras, Agua Amarga, Carboneras y así hasta llegar a Mojácar. Para hacer de esta ruta costera una experiencia más completa y llena de contrastes te recomendamos adentrarte en el Desierto de Tabernas para conocer los escenarios de tantas y tantas películas del oeste americano. Para disfrutar de las carreteras costeras en moto es cierto que en verano la afluencia de turistas es alta, por lo que cualquier otra época del año será mejor.

La Costa da Morte en moto

En Galicia hay muchas rutas que se pueden disfrutar especialmente al hacerlas en moto. Por ejemplo, la zona de la Ribeira Sacra y el Cañón del Sil sin ir más lejos, entre Lugo y Ourense. Pero nos vamos a fijar en una en la costa, y no cualquier costa, sino en la mismísima Costa da Morte. Aquí, desde que salgamos de Malpica, nos esperan tantas carreteras reviradas como paisajes espectaculares conforme seguimos el litoral gallego. Descendiendo hacia el sur vamos a pasar por lugares como O Roncudo, Laxe y Borneiro, donde podemos además visitar el castro de Cibdá, del siglo VI a.C. Al continuar la ruta pasaremos por Arou y continuaremos hasta el Cabo Vilán y su faro de 1896, que presume de ser el primer faro eléctrico de España. Pasaremos por Camariñas, por Muxía y por Finisterre, donde sin duda también hay que visitar su faro. El final de la ruta lo podría poner Ézaro y su cascada de 40 metros de altura. 

Los Pirineos en moto

Puede que en España haya muchas carreteras bonitas para ser disfrutadas en moto, pero nunca ninguna como las que encontraremos en los Pirineos. Si tienes tiempo te animamos a cruzarlos de punta a punta, desde Figueras hasta San Sebastián, pero si no cualquier tramo que elijas, ya sea catalán, aragonés o navarro, se encargará de dejarte con ganas de volver cuanto antes. Además de las carreteras principales siempre hay carreterillas perdidas entre bosques donde disfrutar en solitario. Atravesando valles y subiendo montañas. Una muy buena opción es combinar la zona española con la zona francesa, y así conocer también puertos como los del Tourmalet, Aubisque, Luz Ardiden o Hautacam. Pirineos es un paraíso para los motoristas, hay que ir preparados para los cambios de clima, pero las carreteras y los paisajes son únicos en España.

Picos de Europa en moto

Otro espacio natural idóneo para ser recorrido en moto y con tranquilidad. Aquí el encuentro con la naturaleza es total y cada carretera lleva hasta un paraje más espectacular que el anterior. Picos de Europa fue el primer Parque Nacional declarado en España y de eso hace ya más de un siglo. Para conocerlo a fondo te recomendamos bordear el macizo por completo y así pasar por tierras leonesas, asturianas y cántabras, combinando desfiladeros con puertos de montaña. Las carreteras principales unen los puntos de Riaño, Unquera y Cangas de Onís formando un triángulo, pero los lugares más bonitos y recónditos los encontrarás cuando te salgas de la ruta establecida y busques más vías más pequeñas y desconocidas. Aquí siempre hay un prado o la orilla de un río donde pararse a descansar para disfrutar del aire limpio y puro.

La Costa Brava en moto

Hay momentos y momentos, y quizá el verano no sea el más recomendable para recorrer la Costa Brava en moto, pero sí imprescindible en cualquier otra época del año. La belleza de sus calas de turquesa siempre está  ahí y el clima mediterráneo lo hace todo más placentero. Se trata de una ruta de acantilados junto al mar, de curvas y miradores, y de pueblecitos donde conocer la gastronomía del lugar. Puedes combinar mar y montaña fácilmente, comenzando en Lloret de Mar y terminando en Portbou, ya en la frontera con Francia. Por el camino el tramo que va de Tossa de Mar a Sant Feliu de Guíxols parece estar especialmente hecho para ser disfrutado en moto. Después pasarás por Palamós, Begur, San Pedro Pescador, Roses y Cadaqués, tiendo Girona a un tiro de piedra para acercarte a conocer su casco histórico.

La Serranía de Cuenca en moto

La Serranía de Cuenca da mucho juego, sobre todo porque no suele encabezar la lista de posibles rutas y siempre termina sorprendiendo a quien la visita. Más aún si es en moto, claro, porque tiene un buen número de carreteras tranquilas, sin mucho tráfico, en las que se puede disfrutar enlazando curvas. Cuenca y sus casas colgadas pueden ser un buen punto de partida, desde ahí podemos comenzar hasta llegar a la Ciudad Encantada para después continuar uniendo pueblos como Uña, Tragacete, Masegosa, Beteta, Cañizares, Fuertescusa, Poyatos y Villalba de la Sierra, sin dejar pasar por alto lugares de interés como la Hoz de Beteta, Los Callejones de Las Majadas o el propio Nacimiento del río Cuervo.

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